Draco Malfoy y el espejo de Ecidyrue (#1)

Capítulo 2: La varita de nogal

Escribir logró mantener en orden sus pensamientos, aunque era demasiado paranoico como para quemar las hojas cuando terminaba. Tendría su varita de vuelta. Su mente estaba atrapada en su cuerpo de 11 años, lo único que  tenía sentido para este sin sentido viaje en el tiempo o ataque psicótico. Ambas significaban que había roto su confinamiento. ¿Quién sabría donde estaba o lo que su cuerpo estaría haciendo si todo esto estaba en su cabeza? ¿Y  qué, si realmente había escapado al pasado, y regresaba para encontrar a un equipo de Aurores demandando una explicación de encantamientos siniestros detectados en la mansión Malfoy? ¿Qué le diría al Wizengamot si lo arrastraban de vuelta, sin San Potter presente para avogar por él? Lo siento, no era mi intención evitar dos años de ordenado monitoreo en la primera noche fuera, causado por misteriosa y probablemente magia oscura. Casualmente me embriagué y empecé a maldecir un espejo encantado.

Escribió las dos posibilidades en la cabeza de la hoja, Viaje en el tiempo y Locura, después agregó Maldecido dentro de una realidad falsa como tercera opción, en lugar de ponerla como subcategoría de Locura. Dibujó una línea debajo de todas ellas y escribió Problemas- Romper el confinamiento- ¿Regresar siete años en el pasado cuenta como dejar el país en los siguientes dos años?

Añadió, Sin varita de nuevo. Por culpa de Potter

Draco tenía sabido que en la forma en que trabajaba el viaje en el tiempo era que el pasado no se podía cambiar. Que solo existía una sola línea temporal, dos hilos que se entretejían para hacer uno como si nunca hubieran estado separados. Todos los cambios que un viajero hacía en su viaje ya habían sucedido en su propio pasado. No había nunca un cambio para los eventos que el viajero conocía como pasado.

Eso es lo que tenía entendido, y que tenías prohibido conocer o interactuar con tu yo del pasado. ¿Poseer tu propia mente contaba?

Esta situación parecía no seguir esta reglas. Era completamente diferente a lo que el había aprendido con tanto interés cuando era niño, captivado por lo simple pero al mismo tiempo elegante. Era diferente porque él era diferente, un hombre de 18 en una cabeza de 11, además de que conocía cosas que antes no sabía, hasta el punto de que no podría ser posible actuar igual que la primera vez. Así que escribió Paradojas de viaje en el tiempo, y su cabeza amenazó con explotar de todo lo que no entendía.

Pero tenía que pensar en esto como viaje en el tiempo. Si estaba embrujado o loco, podía confiar en que aquellos fuera de su mente lo liberaran de ella. Así funcionaban los trances. Y tan estúpido como sonara, tenía que proceder con la suposición que estaba en su cuerpo en 1991, porque las consecuencias podían ser peores que ignorar las otras posibilidades. Una subcategoría de Paradojas de viaje en el tiempo era Arruinar el pasado.

¿No era ese siempre el riesgo de viajar en el tiempo? A no ser que este fuera un universo alterno. No podía saber si esta era la misma realidad, a menos que él fuera actualmente un adivino con conocimiento de los siguientes siete años. Si por él fuera, el mundo podía comportarse diferente de lo que Draco recordaba. Pero si no lo hacía y solo existía un mundo que él estaba reescribiendo, cómo podía asegurarse que no se escribiera incorrectamente; o pero, que pasara algo más que su padre en prisión y Severus y Vince muertos- podía condenar a su madre, sus compañeros Slytherins, a sí mismo- a Harry Potter- 

Si cambiaba demasiado, Potter podría nunca ganar la guerra. Voldemort nunca caería.

Aún si el viejo escurridizo, no había, estrictamente hablando, regresado.

Draco no soportaría esto. Si los últimos dos años de su vida le habían probado algo, tan mortificante como habían sido, era que no era el indicado para tomar decisiones aún con la más pequeña consecuencia. Sus pies lo llevaron a la bodega, solo para encontrarse que estaban cerradas. Debió haber mirado cuando despertó en lo que creía era al mismo cuarto si el espejo había sido movido o no era visible en la oscuridad. Pero nunca consideró que estaría cerrado cuando regresara.