Capítulo 9: El duelo de medianoche

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Draco estaba satisfecho con los resultados del día, particularmente cuando sus propios delitos solo le ganaron tres sábados de detención en la noche con Severus, preparando pociones básicas para los almacenes de Hogwarts. Eso significaba que había triunfado en sus intentos por pasar más tiempo con Severus, y tal vez práctica adicional en algo interesante si jugaba bien sus cartas.

"No es justo", Granger dijo cuando se enteró, temblando con indignación. "¿Tu rompes las reglas y todo lo que obtienes es práctica en pociones? ¡Eso es una recompensa, no un castigo! Y acabamos de llegar a Hogwarts. ¿Porqué el profesor Snape confía en uno de primer año para rellenar sus almacenes?"

Draco se encogió de hombros despreocupado, demasiado orgulloso de sí mismo y su increíble plan estratégico como para sentir vergüenza. "Bueno, el Profesor Snape sabe que ya soy un profesional en pociones, ¿no?" Estaba atrayendo miradas en dónde se encontraba parado, llamado a la mesa de Gryffindor a la hora de la cena por una furiosa Granger, pero ahora tenía la oportunidad de impresionarla. No debería alardear, pero era raro cuando uno de sus planes salía tan bien.

Y al parecer ella era la única persona con la que podía alardear.

"Claro, eres todo un experto. Porque has tenido años de práctica creciendo como un mago", Granger terminó, luciendo aún enojada con él. "Pero solo porque vienes de una antigua familia y quieres ser un Inefable, no significa que ya sepas todo. ¡Draco, Harry y tu pudieron ser expulsados!"

"Oh, no, no he sido tan ingenuo. Sucede que mi padre es uno de los miembros del Consejo Escolar" Draco alargó su última frase, divertido por la creciente furia de Granger. Era adorable, de la forma en que los pavorreales albinos en la mansión podían ser, batiendo sus plumas cuando una de sus patas se atoraba en un sumidero. "Así que dudo que yo hubiera sido expulsado"

"Pero Harry si pudo serlo", Granger insistió, y Dracó resopló, sabiendo con total seguridad que Potter estaba más a salvo de ser expulsado que él mismo.

"Ah. Si, posiblemente" Draco dijo despreocupadamente, encogiéndose de hombros casualmente.

"¿Era ese tu plan?", una voz nada bienvenida demandó, y Draco giró para encontrarse a Potter y Weasley escuchando su conversación, luciendo molestos igual que Granger, ya que, después de todo, sucedía que estaban hablando en la mesa de Gryffindor. Cuando Draco había llegado, ambos habían estado absortos en su propia conversación con los gemelos Weasley, probablemente compartiendo las noticias del reclutamiento de Potter, pero los gemelos se habían ido y ahora toda su atención estaba sobre Draco. "¿Es por eso que retaste a Harry? ¿Para tratar que lo expulsaran? ¿Porque sabías que tu padre te protegería, Malfoy?"

Nunca había escuchado que Weasley pronunciara Draco, era un bizarro sonido que solo provenía de Potter o Granger. Weasley aún lo llamaba Malfoy. Era reconfortante. "Estás paranoico Weasley. Tengo mejores cosas que hacer que alimentar los delirios de una manada de Gryffindors".

Draco levantó la mano en señal de despedida a Granger antes de salir a pasos largos del Gran Comedor, solo para escuchar a Weasley siguiéndolo hasta el patio, con un cauteloso, pero igualmente irritado Potter detrás de él, y Granger corriendo para alcanzarlos. Gryffindors. "¿Ahora qué?" suspiró, girando para encarar al trio. Era extraño lo jóvenes que le habían parecido al inicio, igual que su propio reflejo en la mansión. Pero con cada día que pasaba, su perspectiva parecía encogerse a su actual tamaño. Eran los adultos a su alrededor y los estudiantes de grados más altos quienes ahora le parecían altos y viejos. Mientras las otras partes de su mente no regresaran a tener 11 años, sería conveniente.

"¿Qué es lo que sucede contigo?" Weasley preguntó furioso, "De verdad no te importa que pudiste haber provocado que echaran a Harry de la escuela"

Draco Malfoy y el espejo de Ecidyrue (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora