Draco Malfoy y el espejo de Ecidyrue (#1)

Capítulo 8: Accio Snitch

Primera lección de vuelo: Longbottom obtiene una Recordadora de parte de su abuela. Se lastima en la lección al caer de la escoba. Hooch lo lleva a la enfermería. Yo tomo la recordadora en el aire para burlarme de Potter. Potter me sigue y lanzo la recordadora. Él la atrapa antes de que toque el suelo como si fuera una Snitch. McGonagall lo ve y actúa como si estuviera molesta cuando en realidad lo hace el buscador de Gryffindor. Yo me pongo celoso.

"Has estado mirando esa página vacía por más de media hora", el comentario de Granger no era de ayuda. "Más tiempo que en tu ceremonia de selección". Eso le ganó una mirada fría de Draco, quien finalmente levantó la vista del cuaderno gracias a su insufrible comentario. "¿Acaso toqué un nervio? De hecho, creo que es muy interesante que el sombrero se haya tardado tanto. Aparentemente se llama Hatstall-"

¿Es que esta niña nunca se callaba? "Estás siendo grosera", Draco susurró, "Y solo llevas la mitad de longitud del ensayo de pociones. ¿Qué está pasando contigo, Granger?"

Granger trató de poner una cara valiente, y luego su pequeña cara de ardilla se arrugó. La niña produjo de su pila de libros Quidditch a través de los tiempos con un suspiro desesperanzado. "¡Oh, no puedo soportarlo! Estas lecciones de vuelo mañana- ¡Es que no sé cómo es que voy a sobrevivirlas! Y nadie me puede explicar como que es nos van a calificar"

Draco, curiosamente, no sabía tampoco cómo iba a sobrevivir la lección de mañana. Pero no pensaba que el problema de Granger le ayudara a resolver si había una forma de evitar replicar el pasado sin quedar como un idiota al lanzar un juguete infantil, y al mismo tiempo no destruir la línea del tiempo para el buscador más joven del siglo. "Aunque no lo creas, no hay calificaciones", Draco dijo por experiencia, solo para ver que el lamentable pánico no se había ido de su rostro. Era ofensivo, que una niña tan asustada de una maldita escoba nunca pareció asustada de su antiguo yo. "Y leer sobre Quidditch no te va a ayudar. Solo es la experiencia la que sirve"

Granger se acercó susurrando curiosamente. "¿Has montado una escoba antes, Draco?"

Draco rio por lo bajo. "Por supuesto", presumió sin pensarlo, "Soy el mejor de los sangre pura en mi año", ese comentario solo le ganó una mirada fulminante en lugar de la mirada impresionada que esperaba. Comparada con Vince y Greg, Granger comprobó ser un público difícil. No es que tuviera interés alguno en ser su amigo, o incluso pasar demasiado tiempo con ella como con Vince y Greg. Tarde o temprano ella comenzaría a pasar tiempo con Potter y Weasel, y se olvidaría del Slytherin con el que solía estudiar cuando llegó a Hogwarts.

"Oh, entonces todo está perfecto para ti" Granger susurró, su voz subiendo de tono y amenazando con molestar en la biblioteca. "Tu creciste con magia, así que puedes sentarte a ver la misma página por media hora sin tener una sola preocupación porque sabes que tú no te vas a caer de tu escoba y quebrar tu cráneo-" Pareció darse cuenta de que su voz comenzaba a alzarse y bajó el tono "Y realmente, de todo lo que he leído sobre métodos de transporte mágicos, las escobas parecen bastante arcaicas para el mago moderno. Sin mencionar que el sistema de puntos de Quidditch es increíblemente desequilibrado-"

"Granger", Draco suspiró, acercándose y cerrando la copia de Quidditch a través de los tiempos por ella. "No vas a morir. Lo juro. Si luces como si fueras a caer, prometo volar debajo y atraparte, ¿está bien? No miento cuando digo que soy muy bueno volando"

Un cosquilleo en su cuello le hizo voltearse para darse cuenta que a pesar de hablar en voz baja, alguien los estaba escuchando. Alguien que le hizo quedarse mudo al verlo parado a menos de un metro, sosteniendo un libro de un estante que obviamente no leía. La imagen le hizo a Draco arrepentirse de no contarle a Severus la verdad en cuanto pudo. "Hola, Potter" Draco arrastró las palabras. "Un interesante libro, ¿supongo?"