Irremplazable

C

Sonó el timbre que marcaba el final del partido. Había sido impresionante. Todos los presentes se mantuvieron al borde de la emoción y el suspenso a lo largo de todo el partido.
Gracias al increíble esfuerzo de Bokuto, los Schweiden Adlers pierden contra los Black Jackals.

Hinata se mostraba satisfecho ante su amigo. Tobio y él compartían en ese momento una sonrisa de emoción. Aunque no estuviesen del mismo lado de la cancha, habían vuelto a jugar volleyball juntos, y estaban prendidos en la mirada del otro. Y siendo sinceros, estaban prendidos por el otro.

Fue entonces que Atsumu dejó su profesionalismo de lado y avanzó hasta donde se encontraba Hinata, rodeándole la cintura y apegándolo hacia sí, mirando a Kageyama por encima. Hinata estaba preocupado por la gente así que rompió contacto visual con su anterior armador, por eso fue su sorpresa al verlo tan enojado. Y Hinata sí que sabía cuando Kageyama se enojaba. Mas percibía algo más que solo enojo. Tenía en sus ojos cierta vista que si no recuerda mal, ya había visto antes. Pero parecía algo tan lejano.

Así sin que se diera cuenta, Kageyama ya había abandonado la cancha para reunirse con su equipo. Atsumu no había despegado la mirada del otro armador ni había soltado a Hinata hasta que este se removió ya incómodo con lo que parecía una situación.

-Ve a secarte un poco el sudor, nos encontraremos en el mismo sitio que antes del partido-. Y así como si nada, lo soltó y lo dejó a un lado de la red en lo que iba a molestar a Sakusa. Hinata no estaba tan emocionado por el encuentro, pero aún en la confusión siguió las órdenes de su novio.

Ya estaba seco y hasta se había cambiado a la ropa normal. Sin embargo, Atsumu estaba tardando y generalmente era muy puntual. Siempre 5 minutos después de que él saliera. En su preocupación salió del cubículo del baño con cuidado, abrió ligeramente la puerta para finalmente encontrarse con una escena interesante.

-Estás saliendo con Hinata-.Aún a través de la puerta ahora cerrada, Hinata escuchaba con claridad las voces provenientes de la conversación de afuera.

-Impresionante, ni siquiera lo preguntas, ¡lo estás afirmando!- Atsumu deja salir una leve risa. Shoyo no comprendía muy bien qué estaba sucediendo, así que incluso intentó acallar su respiración, rogando porque nadie intervenga, aún sin saber por qué le parecía tan importante oír la conversación de Atsumu con Kageyama.

-No es como si quisieras ocultarlo, al menos no frente a mi-. El pelinaranja podía adivinar la cara que Tobio podía estar haciendo. Seria y de posición estoica.

-Bueno y qué quieres que te diga, ¿eh? Si eres tan listo, ya deberías saber que me está esperando-. Atsumu ubicó una sonrisa en su rostro. Por otro lado, Hinata, en su curiosidad, abrió un poco la puerta para ver el panorama.

Solo para encontrarse con el rostro de Kageyama adolorido. Atinando a que parecía triste, pero eso era imposible. ¿Porqué se sentiría así? Debe ser por el partido, pensó.

-Solo quiero que entiendas... - Kageyama hizo una pausa antes de continuar, girando su cuerpo dispuesto a volver por donde venía. -Que Hinata no es ningún objeto. No puedes forzarlo a nada. El merece volar-. Y sin esperar respuesta se marchó.

-Qué dices, hombre-. Atsumu lanzó en suspiros sus palabras, dispuesto a finalmente entrar al baño cuando se topó con Hinata en la entrada.

-Hay que volver, como dijiste, es cansado hacerlo después de un partido-. Hinata apartó a Miya y fue a reunirse con su equipo manteniendo la cabeza gacha. Pensando en mucho y a la vez con la mente en blanco.

Atsumu no hizo mucho reproche. Se quedó estático por unos instantes y después de soltar un leve "eh" de su boca, cambió su semblante por uno serio y volvió con el equipo a celebrar la victoria del día.