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Hinata había vuelto con el equipo, que estaba animando mucho a Bokuto. Mas este último se veía más interesado en escapar de sus compañeros para ir junto a Akaashi, que lo esperaba en la salida.
Shoyo se sentía fuera de lugar. Por más que intentaba concentrarse no lograba mantener su mente donde estaba su cuerpo, y aprovechando que aún había mucha gente alrededor, alegrándose de ser pequeño, se escabulló entre la multitud hacia un lugar más callado.
Sus pasos le guiaron a la sala de descanso en la que estuvieron cuando recien llegaron. Para su grata sorpresa, en las máquinas expendedoras se encontraba Kageyama Tobio.

¿Qué hacer? Se preguntaba. Apesar de haber ganado el partido, el sentimiento de pérdida estaba presente.
-Hey- dijo finalmente el pelinaranja. En lo que Kageyama se volteaba sorprendido de verlo ahí.

-Hey, no pensé encontrarte por acá Boke- el armador sonrió levemente.

-¿Porqué lo dices? Siempre estoy alrededor ¿no?- su rostro se iluminó demostrando la gran sonrisa que solo él poseía.
Kageyama sintió una punzada en el pecho.
-Dime Hinata, ahora que me has ganado, ¿tienes algún plan?-. Las palabras del pelinegro lo desubicaron nuevamente. Es cierto que había existido esa lucha constante por ganarle al rey de la cancha. Ahora ya lo había hecho.

-Yo... no lo sé- Respondió. Ambos estaban de frente. Tobio olvidó que intentaba elegir una bebida. Estaba ensimismado y pensando en muchas cosas, sin poder decir nada, cuando Hinata volvió a hablar.
-Tú... ¿porqué me alejaste?-. Esas palabras causaron un revuelo de emoción en él. Agachó la cabeza, como reprimiéndose a sí mismo.

-Yo no te alejé, esa fue tu decisión-. Apretó los puños. Todo este tiempo habia estado tratando de mejorar su forma de ser, pero solo esas palabras lo volvieron a poner irritable en segundos.
-Planeamos olvidarlo ¿no? Al menos me alegra que tú lo hicieras. Ahora estás con él, me has derrotado en la cancha y eres tan alegre como siempre. Vive tu vida Hinata, yo ya no formo parte de ella-. Así caminó hacia afuera de la sala, dejándo a Shoyo con más preguntas que respuestas.

¿Él, alejarlo? Imposible, inicialmente fue Kageyama quien le dijo que parasen de encontrarse después de los partidos. Además, ¿qué se supone que había olvidado? Podra ser un idiota para los estudios, pero siempre recuerda lo importante. A ese punto estaba molesto también. ¿Qué si había olvidado algo? Él se lo podía recordar también. ¿Acaso su amistad dependía de ganar o perder un partido?

Mientras estos partidos se acumulaban en su mente comenzó a perseguirlo. Lo encontró caminando cerca de un lugar con césped y decidió hacer la misma maniobra para tirarlo al suelo que hizo cuando estaban en 1er año.

-¡DIME QUE ES! SI TANTO DEBO ACORDARME Y NO PUEDO HACERLO ¡DÍMELO! ¿Cómo puedes acabar nuestra amistad por este partido? ¿Qué tiene que ver Atsumu con esto? Creí que jugar contigo en la misma cancha, aunque sea de contrario era suficiente para volver a lo que éramos, pero ¿solo yo me sentí feliz de encontranos otra vez? DIMELO DE FRENTE, BAKAYAMA.- Kageyama estaba sorprendido. Ya conocía esa parte de Hinata, mas había pasado tanto tiempo que le tomó por sorpresa nuevamete. Sin embargo, el también estaba algo alterado.

-¿Cambiará algo si te lo digo? ¡¿EH?! FUERON TÚS DECISIONES, NO LAS MIAS por supuesto que estaba feliz de verte, te lo dije cuando te vi... no, cuando te fui a buscar. Por favor, DEJA DE ENLOQUECERME. Si lo que quieres es una amistad, ya tienes a muchos, ¿para qué me necesitas a mi?- Le había agarrado de la camiseta. Se veían de frente, tan fijo que podían ver sus reflejos en los ojos del otro.
A pesar de la intensidad de las palabras de cada uno, ese instante fue suficiente para darse cuenta cuánto querian besarse. Pero no podían. Atrayendo más frustración y más deseo entre ellos.

Kageyama lo apartó sin embargo.
-Bien, parece que estás determinado en esto. Te diré todo si con eso me dejas en paz, mi teléfono no ha cambiado, puedes escribirme el día que se te haga mejor. Ahora, por favor, no vayas tras de mi-. Shoyo se quedó estático por unos momentos, pero consiguió lo que quería. Al menos tendría la explicación que deseaba. El qué haría con esa información después no lo sabía, lo importante ahora es conseguir esas respuestas.

IrremplazableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora