17. Un Despertar... Raro

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Y sí, el plan fue el establecido.
Desnudas en el sofá, terminaron de ver la primera de las películas, con una Alba ensimismada con la trama, y una Natalia concentrada en las facciones de la otra, y en el compás de sus respiraciones...
Al acabar, se dieron una ducha conjunta (que quizá duro un poco más de la cuenta) y pidieron algo cargado de grasas saturadas para cenar... Todo siempre acompañado de buenas y cargadas copas de vino.

Llegó el momento de la peli de miedo, "Voces", ya que Natalia consiguió convencer a la rubia para que, abrazadas en la parte más larga del gran sofá de la arquitecto, vieran la película...

N: Eres una cagueta - decía Natalia con guasa mientras abrazaba a Alba desde atrás-.
A: Jo Nat, te dije que odio las pelis de miedo. Con lo chula que ha estado Mulán... Me va a dar miedo volver a casa. Voy a ver a esa señora por todas partes...
N: Pero... Yo ya te había dicho que esta noche tendrías el lujo de que yo cuidara de tí
A: ¿de verdad quieres que me quede esta noche? - preguntó dudosa-.
N: Eh... Pues si, claro Albi. Sino no te lo hubiera dicho
A: Ya...
N: A ver que si no quieres no pasa nada. Que igual te estoy acaparando demasiado
A: ¡No! No es eso
N: ¿Qué pasa entonces?
A: Pues que no quiero que vayamos demasiado rápido, o que te agobies... Tu acabas de salir de una relación, y yo ando reconstruyéndome, y no querría que esto nos hiciera mal... Me gustas mucho Nat.
N: Ven, date la vuelta - la ayudó a ponerse a horcajadas sobre ella-. Estar contigo, dormir contigo... No puede hacerle mal a nadie, y en ese nadie entro yo - dijo mientras acariciaba su mejilla con dulzura-.
A: ¿segura? - susurró con los ojos cerrados disfrutando de las caricias de la más alta -.
N: Alba... Si tu no estás segura puedes irte, no me va a sentar mal, de verdad...
A: mmmm - se abrazó a su pecho -. ¿Nos vamos a la cama? Estoy ko - dijo esperando un "tu también me gustas que nunca llegó -.

Y esa noche al final Natalia no le demostró a Alba lo mandona que podía llegar a ser, al final se abrazaron durante toda la noche mientras dormían plácidamente. Aunque eso realmente solo lo hizo Alba. Natalia apenas pegó ojo a causa de lo que la rubia le dijo antes de dormir... ¿Estarían yendo demasiado rápido? ¿Estaba segura de lo que estaba haciendo? ¿Alba querría lo mismo que ella? Le había dicho que le gustaba, o sea que sí. Pero... ¿Qué quería ella?
Y así se pasó gran parte de la noche...

Pero en el despertar intentó disimular  la de vueltas que le daba la cabeza, no quería preocupar a Alba con sus tonterías... ¿O debería?

La rubia empezó a estirazarse en la cama, ajena al maremoto que tenía la otra en su interior...

A: Buenos días. He de decir que tanto tu cama, como tú, sois muy cómodas - dijo de forma mimosa-.
N: Vaya, muchas gracias. ¿Quieres desayunar? - Natalia, sin saber porqué, le entraron unas ganas enormes de salir de esa cama, se estaba agobiando-.
A: Eh... Claro, si... Pero dame un besito o algo ¿no?
N: eh.. Sí sí - dejó un beso rápido en su mejilla que dejó un poco trastocada a Alba -

Salieron hacia el salón, con Alba ya vestida y un sentimiento agridulce en su interior.
Por problemas de logística y comodidad, Alba decidió que se iría a casa directamente, ya que Natalia no tenía leche sin lactosa, ella no tenía la pastilla, y de repente tampoco tenía muchas ganas de permanecer más tiempo allí... Se instaló entre ellas una incomodidad irreconocible unas cuantas horas atrás.

N: Bueno... - estrujaba sus dedos Natalia mirando sus zapatillas de estar por casa-.
A: Eh sí, no te entretengo más que tendrás ganas de desayunar. Me voy, que además quedé con unas amigas para aprovechar el domingo y tengo que ir a casa desayunar, prepararme - se sentía rara, nerviosa, y empezó a parlotear sin parar -.
N: Ah guay, yo veré que hago también... Ah! Y siento mucho lo de la leche, no caí en eso, qué desastre.
A: No pasa nada, te lo perdono... Pero para la siguiente... - tanteó el terreno porque realmente no sabía qué estaba pasando -.
N: cla... Claro, la siguiente. Ya hablamos y vemos y tal
A: En fin, chao Nat, ya hablamos - Dijo cabizbaja. Y, sin mirar atrás, salió de una noche perfecta a un despertar...Un Despertar que no sabía ni cómo interpretarlo-.

Nada más quedarse sola en casa, Natalia ya se estaba arrepintiendo de la cagada monumental que había tenido con Alba después de esa noche tan... Especial.

- ¿que se te ha roto para llamarme un domingo a las 11 de la mañana y porqué no estás enredada en tus sábanas con la profe maciza?
N: Mari... Te necesito
- Prepara café y en 15 minutos estoy allí larguirucha

Por otro lado, Alba no esperó a llegar a casa para llamar a su amiga Mimi, ya que sabía que Julia tenía plan de domingo con Gonzalo...a ella ya la bombardería al día siguiente en su café matutino

Mimi: ¡Buenos días peque! ¿Ganas de domingo de tapeo?
A: Ganas de que vengas a mi casa...
Mimi: uy uy... ¿Plan indecente? Jaja
A: Quita quita, que para una vez que estoy medio servida...
Mimi: Ui iu... ¿Fue mal la tutoría?
A: jaja qué tonta eres tía, menos mal que te avalan años de amistad...Fue todo muy bien, perfecto diría yo. O bueno, esa fue mi perfección porque ella no sé. Estaba bien ayer y hoy no, y yo pensaba que... Y...
Mimi: O sea, me visto y nos vemos en tu casa, que tu has follado y algo ha ido mal
A: ¡Fina! Jaja Estoy con el coche, que vengo de casa de Nat.. De Natalia, paso a por tí en 15minutos, ¿te viene bien?
Mimi: Claro Peque, ahora nos vemos. Y tranquila, que seguro que no es para tanto...

¿Sería para tanto? ¿Se estaría rayando de más? ¿Serían imaginaciones suyas? No sabía. Ni sabía ni entendía qué podía haber cambiado en las horas de sueño después de un plan que en todo momento parecía perfecto...

Morena... ¿mía? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora