Morena... ¿mía?

18. Confesiones Al Cuadrado

Fueron exactamente 15 minutos los que estuvo Natalia frente a la televisión apagada, pensando qué había pasado y porqué había actuado así. Pero no encontraba ninguna explicación, y la que esperaba que fuera su salvación, apareció con cara de dormida y muchas muchas preguntas...

Mari: Buenos días petarda, pon dos cafés cargaditos y cuéntame
N:¿no quieres una cervecita?
Mari: ¿tan fuerte es lo que tienes que contarme? Mejor empezamos con el café y ya vamos viendo...

Se sentaron en el sofá, ese que anoche fue testigo de la pasión entre la rubia y ella. Cosa que no le diría a Mari si no se levantaría escopeteada de ahí y le diría mil guarradas... ¡Puta Mari!

Mari: A ver, qué es lo ha ha hecho la profe maciza para que estés así
N: Mari jaja Alba, puedes llamarla Alba mejor
Mari: ¿es profe? ¿Está maciza? Pues ya está
N: jajajaja
Mari: Venga, desembucha...

Y le contó con todo lujo de detalles (obviando lo del sofá) lo transcurrido con Alba desde que llegó a su casa, hasta que se fue hace un rato...

N: Y es que se ha ido con una cara...
Mari: Normal amiga. Ayer vas con todo, no reparas en romanticismo y en intensidad, y esta mañana te faltó echarla
N: Pero tú, ¿no eras mi amiga?
Mari: Si, Nat. Pero hasta a mí me habría sentado mal... Que si tú lo que querías era un polvo o unos cuantos o un rollo o... No sé, no tendrías que haber actuado como si te gustase tanto
N: Pero es que me gusta, me gusta muchísimo - se tapó la cara a causa del agobio que le producía todo-.
Mari: ¿entonces? ¿Qué pasó anoche o o está mañana para actuar así?
N: Miedo Mari. Miedo a sentir rápido, miedo a que me destroce. Acabo de salir de una relación que mira cómo ha acabado y no sé...
Mari: Pero ella te dio la opción de frenar, de ir con calma
N: Es que, cuando estoy con ella, me apetece todo menos la calma... Es como que ella, sin saberlo, me transmite esa calma y esa seguridad. Pero luego recuerdo a Cristina, mis pajas mentales y mi cabeza cortocircuita y hago cagadas como la de hoy...
Mari: Pues sí querida. Pero todo tiene solución, ¿no? Habla con ella, escríbele, tantea el terreno... Y cuando estés preparada, cuéntaselo. Explícale qué es lo que te pasa... Quizá ella pueda ayudarte.
N: O mandarme a la mierda por intensa...
Mari: jaja anda ven aquí - la abrazó con fuerza- lo grande que eres y lo chiquitina que pareces...
N: Gracias por escucharme Mari...
Mari: Escúchame ahora tú a mí. Piensa lo que te he dicho, la única que puede ayudarte con esto realmente es ella. Y si, como tú dices, te manda a la mierda es que no vale la pena, por más maciza que esté
N: jajaja Mariiii
Mari: Es verdad. Sólo he visto un par de fotos y la rubia es digna de admirar...
N: Pues sí... - cara de encoñada modo on-.
Mari: Bueno bueno... Y dejando a un lado el drama, el sexo... ¿Bien?
N: jajajajaja

Y Natalia le contó, obviando lo del sofá, que disfrutó mucho pero muy poco tiempo, que de quedó con ganas de más y más pero que las ganas que se tenían y el calentón eran tan grandes como la conexión que hubo entre ellas, y acabó la conversación diciendo que ojalá poder repetir una y otra vez. Y no, no se refería sólo al sexo, sino a todo...

En otra parte de Madrid, la narrativa era algo parecida. Con un par de cafés y tostadas, Alba le contaba a su amiga todo lo acontecido con Natalia.

A: Es que no lo entiendo, estaba saliendo todo perfecto, y fue hablar, llegar a la cama y todo cambió...
Mimi: Sí que es raro, sí...
A: Creo que la cagué. Me pasé de intensa diciéndole que me gustaba que quizá íbamos rápido... No sé
Mimi: ey no Alba. Tú solo fuiste sincera. No quieres solo un polvo con ella, y la hiciste conocedora de ello para que decidiera si quería lo mismo.
A: Pues tengo la sensación que no. Que ella quería un polvo y fin. Y cuando vio mis intenciones, cambió el sexo por abrazarme para que me durmiera y ella comerse la cabeza
Mimi: ¿cómo?
A: Pues que se pensará que no me di cuenta, pero se tiró toda la noche moviéndose, inquieta... Seguramente ya estaba dándole vueltas a la cabeza... En fin.
Mimi: Mira peque, por más que yo te escuche y te pueda aconsejar... Realmente esto solo lo puedes hablar con ella. Pregúntale qué pasó, porqué cambió tanto...
A: Paso. Esta mañana me he sentido súper mal, lanzándole indirectas, insinuando que me diera un beso por ejemplo, y he sentido que poco más y me echa de su casa
Mimi: jajaja no seas exagerada ¿eh?
A: Ya, bueno. Pero no... Yo no voy a hablarle. Ella me dijo q ya hablaríamos y veríamos cuando le dije que si repetimos lo de ayer tenía que tener leche sin lactosa... Primero de tonteo amiga jajaja
Mimi: jajajaja qué orgullosa eres
A: No... Bueno sí. Pero además es que, si está rallada o algo yo no la voy a agobiar... Ella sabrá si quiere escribirme o verme o...
Mimi: Pero tú necesitas que te explique qué pasó
A: Yo lo que necesito es dejar de pensar tanto en ella, porque quizá fue solo una noche...
Mimi: Alba...
A: Ya está Mimi. Vamos a arreglarnos, te dejo algo de ropa y empezamos el domingo de cañas desde tempranito...
Mimi: ¡peligro peligro!

Y así fue, a la una ya estaban camino al centro, donde habían quedado con Belén y Carolina para su domingo favorito del mes.
Las cañas fueron pasando por la mesa de manera rápida. Se hincharon de tapas, de risas y buenos momentos.
Las cervezas dieron paso a un café que se sustituyó por una copa, y dos y tres y....
Pero Alba estaba contenta. Se reía, disfrutaba de sus amigas, y por un ratito dejó de pensar en la morena de metro ochenta que la traía loca.
Seguramente se estaban pasando con las copas y, 100% que alguna liada haría cuando llegase a casa...

Eran las 8 de la tarde cuando Natalia, tumbada en su sofá, descansaba, con una peli, del día que le había preparado la Mari. Para que dejase de comerse la cabeza, quedaron con Marta, Sabela y su novio Pablo, e hicieron una barbacoa improvisada en el piso de la Mari. El tiempo con ellos pasó volando y dejó un rato de lado la odisea que tenía dentro de cuándo y cómo escribirle a la rubia bajita...
Pero no hizo falta, no tuvo que pensar cuando porque eso lo decidió Alba cuando, casi quedándose dormida en el sofá, una notificación la hizo dar un bote del sofá.

Alba 🐈:
Hla Nst
Ndt
Nstsss
Jder Nat jsjakajajd