Esto lo había iniciado a publicar hace poco en Ao3 (dónde pueden encontrarme con el mismo usuario) ahí está más adelantado y es muy probable que cuando lo termine, actualice aquí. No estoy acostumbrada a escribir este tipo de contenido, y es como algo totalmente nuevo. Es muy probable que sea una basura total, con esfuerzo, pero basurita. Aquí mí intento de historia "picante". Siempre avergonzada.
(...)
Johnny odia los días en que todo va de mal en peor. Para empezar, no tendría que haberse quedado después de la práctica de fútbol. No. Pero al entrenador pareció divertirle el hecho de arruinarle los planes —beber con los chicos siempre es buen plan si no hay entrenamiento en el dojo—, según el hombre, había estado divagando en plena recepción de pases, inaceptable. Por eso, para hacerle ver que el compromiso con el equipo era importante, le hizo limpiar todo el campo. Lo cual apestaba, porque debía recoger y guardar cada instrumento usado. Había estado una hora buscando uno de los balones, que los otros habían lanzado lejos. En serio odiaba ese día. Estaba lleno de sudor y el sol ya estaba lo suficientemente escondido, para que las farolas del campo se encendieran.
Con el ceño fruncido y la molestia pegada a sus puños cerrados, dejaba atrás la bodega del equipo, caminando hacia las duchas. No tenia tiempo, después de esto, para pasar a su casa y no ir directamente por una cerveza junto a Tommy.
Al entrar, las luces estaban encendidas, supuso que deberían tener alguna especie de interruptor automático o algo, no lo sabia, jamás se había quedado hasta tan tarde en la escuela. Suspiró, tratando de relajarse mientras caminaba, al dar su siguiente paso se detuvo, todos sus músculos se tensaron otra vez y sus ojos se agrandaron. Miró hacia los lados, creyendo que se trataba de su imaginación, pero al momento de caminar otra vez, se volvió a quedar quieto en su lugar. Eran gemidos, tragó saliva al momento de escucharlos claramente. Gemidos, sonrió de lado, lo mejor era no tener ducha, respetaba la privacidad del tipo y su chica. Se le erizo la piel, al instante en que el choque de pieles hizo eco por el lugar, dejando escuchar un par de "ah ah ah".
—Mierda, Daniel.
Johnny agrando los ojos otra vez, volteando su cabeza demasiado rápido, hacia el lugar de donde venia tanto ruido. No podía ser, quien había dicho eso, era un tipo, y Daniel era nombre de tipo. Específicamente un tipo. Ahora otra sensación lo estaba invadiendo, tenia una curiosidad morbosa por saber qué carajos estaba pasando. A paso lento, suave, como si estuviera descalzo, camino hacia la ultima ducha. Le hormigueaban las manos y ni siquiera sabia porque. Habían muchos otros con el mismo nombre.
—Más fuerte, más.
Nuevamente sintió que su día apestaba, no quería admitirlo, pero conocía muy bien la maldita voz de LaRusso. No con ese tono de suplica, pero la conocía. Esto era cada vez más perturbador.
Al momento en que asomó su cabeza, al pequeño espacio, se sintió extraño, como un pervertido, ante cualquier circunstancia, pero extraño por sobre todo. Apoyado a la pared de baldosas, jadeando, con las piernas abiertas y siendo follado por otro tipo estaba Daniel LaRusso. Johnny se sintió mareado, quiso decir algo, no había nada mejor que poder burlarse de ese mocoso, en un momento tan ridículo y denigrante como ese. Sin embargo, no tenia ninguna palabra que decir, su rostro estaba caliente, la pareja estaba tan ajena a su presencia que no habían parado su chapoteo en ningún instante. Pero no pudo seguir mirando más cuando Daniel afirmo con fuerza la espalda del otro tipo, cuando su rostro se contorsionaba por el placer y sus piernas temblaban.
Salió huyendo del lugar, enojado sin entender porqué. Olvidando la cerveza que iba a tomar y la ducha que deseaba darse.
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SE MÍO
FanfictionJohnny ve a Daniel teniendo sexo con otro chico y desde ese momento no puede dejar de pensar en lo que vio. Capítulos 8/11.