CAPÍTULO 5.

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Comúnmente su boca siempre lo metía en problemas, esta no era la excepción. Las circunstancias, sin embargo, eran demasiado abrumadoras. Daniel jamás pensó en una situación similar, no pensó que Johnny podría colarse en su mente, sin sentir un miedo incontrolable o odio alentador. Y no le gustaba en absoluto pensar en Johnny de otra forma que no fuera un abusivo.

Pero parecía absurdo escapar de sus propios recuerdos y sensaciones. Había salido del baño sin esperar ser perseguido, con un sabor amargo en su boca cuestionando un montón de cosas.

Su corazón no dejaba de latir con rapidez, Daniel sentía que lo había arruinado, ¿Tenía la certeza de confiar en la palabra de Johnny? Sí el chico sabía cosas, y no las había mencionado, quizás había un poco de honor en él, todo el posible honor que se pueda encontrar en alguien que le pidió una mamada para no exponerlo.

Al llegar a su casa, termina dejando su ropa tirada en medio del camino hacia el baño, es como si el calambre que había estado sintiendo lo consumiera y por eso mismo sintiera un temor hacia ello. Daniel quiere pensar en Connor, mientras ve su propia erección despierta, al momento de entrar en la ducha. Connor es lindo, encantador y ha demostrado estar interesado en lo que puede llegar a conseguir. Es por eso que baja su mano lentamente, cerrando sus ojos y mordiéndose el labio, casi con mucha fuerza como para dejar la marca de sus dientes allí.

Tiene en mente los toqueteos que tuvo con él en el laboratorio, la forma en que sus manos lo sostuvieron y le acariciaron. Mueve más fuerte su mano, apretando, dejando escapar suaves gemidos, las ventajas de estar solo en casa. Mientras el agua sigue cayendo con fuerza sobre sus hombros, la imagen de Connor mordiendo su cuello se empieza a ver borrosa. Abre los ojos de golpe, quedándose quieto.

Inesperadamente, llegó a él, el momento en que sintió a Johnny, cuando chocó de espaldas contra la dureza del chico. Cuando le sostuvo el cabello para empujar su pene más adentro de su boca. Aquello hizo que soltara un jadeo bajo.

Daniel no quería pensar en Johnny luego de lo sucedido. Deseaba olvidarlo y si era posible, que desapareciera de su vista. Pero no podía negar que había sido la situación más caliente que había tenido, la idea de pensar que el rubio se había arriesgado, con todas las oportunidades que pudo tener, para encerrarse con él en un baño o el hecho de que lo viera follar con Wilson y, ¿En qué momento los vio el muy chismoso? Eran una oleada de cosas.

Cerrando los ojos, otra vez, terminó más rápido que antes, por la acumulación de recuerdos y sus propias fantasías. Su respiración es pesada, al momento de salir de la ducha, trata de secarse rápido y al menos poder comer algo. No puede sentirse mal, porque nadie sabrá qué estaba pensando en Johnny al momento de correrse, Ahora tiene la intención de acorralar a Connor y poder follar. Aunque pensar en el hecho de acercarse en la escuela, parece difícil. Nada le asegura una tregua o el intento de una.

Johnny está desconectado del mundo, quizás es por el par de cervezas que bebió hace un instante, o puede que por el hecho de que luego de llegar a casa, terminó masturbandose pensando en la mamada de Daniel, una y otra vez. La sensación la recordaba tan bien, que podía cerrar los ojos y se transportaba a ese momento exacto. Tiene un par de dudas en mente, que no sabe con quien hablar, comúnmente es Bobby su guía en las cosas que causan un gran debate en él. Pero el hecho de tener que hablar con los chicos mañana, explicando qué carajos estaba haciendo y luego relatarle a Bobby que LaRusso le chupó el pene y le gusto. Es complicado.

Le dirá a Ali, desde un principio era una mentira, un poco a medias. Pero no sabe si decirle ahora. No cuando los ojos castaños de LaRusso le miraron, haciendo una amenaza, cuando el muy idiota estaba tragando semen. Aquello volvió a calentar a Johnny, no era su culpa. Era joven y si Daniel hubiese sido una mujer, seguro que estaría en su habitación en este momento.

Johnny se sentó en su cama, no era necesario que LaRusso fuera una chica, no tenía idea cómo, pero quien fuera el otro tipo, incluso Connor, se follarian a Daniel siendo aun un chico. No había impedimento, pero a Johnny no le gustaban esas cosas. Es decir, siempre fue un tipo rudo, que salía con chicas sexys.

A la mañana siguiente, cuando Tommy le está haciendo preguntas, Johnny ve a lo lejos a Connor, ese idiota parece un maldito perro. A la primera que ve a Daniel, está corriendo tras él. Johnny piensa egoístamente, que todo era mejor, cuando parecía que nadie estaba cerca del muchacho, pero lo cierto era, que parecía no ser así. Siempre había alguien agonizando por las piernas de LaRusso, tan largas y bronceadas.

Pero no lo acepta. No acepta que existan otros chicos, que van tras LaRusso, porque sí, porque les gusta. No lo acepta. Y eso produce una extraña amargura en su boca.

—Entonces, ¿Qué estabas haciendo ayer?

—Descargando tensión. —responde, mirando fijamente la mano de Connor posar el hombro de Daniel. Johnny no puede dejar de pensar en lo descarado que es, al hacer eso frente a Ali.

Pero Johnny termina ignorando a Ali, durante el resto del día . Porque Connor merodea a LaRusso y él conoce esos movimientos.

Cuando la clase de gimnasia llega, las chicas están dando piruetas a un lado, el equipo de fútbol entrenado y Daniel termina trotando con el resto de chicos que no entrenan, alrededor de la cancha, porque después de todo, necesita pasar la materia.

Daniel se distrae la otra mitad, dando botes al balón, cuando puede tenerlo. Sin notar las miradas que Johnny le lanza de reojo, el rubio ha estado gritando mucho, dando órdenes, dirigiendo o insultando. Especialmente insultos a Connor.

—Lo haces mal hombre. Qué más quieres que te diga. —suelta. Dutch se ríe. De acuerdo con eso, aunque ni siquiera entienda "qué es lo que hace mal".

Connor asiente, fiel a su política, en la cancha, Lawrence es su líder. Pero siente que se debe a algo más. Al final el chico termina siendo regañado por el entrenador por no prestar suficiente atención. Pero no es él. Son las palabras de Lawrence, Johnny sonríe porque más tarde Connor tendrá que limpiar el desastre del equipo.

Mientras todos están teniendo un partido de práctica, Johnny termina sacándose su camiseta, acomodando con su mano su cabello cada vez que puede. De manera lenta, peinando mechones hacia atrás. Y por primera vez, Johnny no quiere las risitas de las chicas o las miradas brillantes de ellas.

Quiere que LaRusso lo mire. Pero el moreno, está mirando a Connor, sonriendo, porque aun con "castigo", el imbécil se pasea por la cancha dando pases como si fuera mejor que todos. Lo odia, solo un poco.

Cuando la clase acaba, todos están listos para volver a casa. Johnny ve a Daniel apoyado en la pared de las duchas. Sus ojos azules se agrandan, al notar lo que eso significa.

Duchas, Daniel y un tipo. Ese tipo es Connor. Aprieta los dientes un momento, para comenzar a caminar en dirección de LaRusso. El chico delgado, parece muy distraído como para notar que alguien se acerca. Hasta que ya es muy tarde y Johnny lo tiene entre su cuerpo y la pared. Abre los ojos confundido, mirando hacia los lados, notando que aun hay chicos caminando, pero ellos sólo verán al tipo más rudo, acorralando al tipo que le robó la novia. Sin poder ver la segunda intención reflejada en los burlones ojos azules de Johnny.

—Sé que no tienes nada que hacer. Así que vienes conmigo, LaRusso, no estás en completa posición de decir nada.

Daniel roda los ojos.

—No tengo porque hacerte caso.

—¿No me harás decirle a Ali o si? —pregunta, ve como Daniel traga saliva. Notando lo delgado de su cuello y lo fácil que sería rodearlo con una mano, mientras lo fo...Suspira. —Solo ven conmigo, quiero ver con mis propios ojos, como gozabas de tener algo dentro, dime LaRusso, ¿Te masturbas metiendote los dedos? —interroga suave.

En momentos como estos, Daniel afirma su posición de atraer mala suerte, o en algunos casos, idiotas con serios problemas. Mira por encima del hombro del rubio, buscando a Connor.

—Siempre supe que estabas teniendo algún deseo por mi. —suelta, Daniel, mirando a Johnny con una sonrisa burlona.

Es una idea terrible. Los Cobra Kai, solo miran al Firebird alejarse, quedando varados en la escuela, sosteniendo sus bolsos del uniforme de gimnasia.

—¿Esa era una chica?

—Creo. ¿Ya superó a Ali?

—Eso espero. 

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