SE MÍO

CAPÍTULO 7.

Me copio esta nota de autora que escribí el mes pasado, porque pese a que no son el mismo publico de Ao3, la sensación es la misma y eso es realmente gratificante.

Antes que nada, no tienen idea lo mucho que me animan sus comentarios. Me motivan demasiado, escribir sobre este tipo de temática es algo totalmente nuevo para mí. Y que a ustedes les guste, es muy importante, porque aunque no sea la mejor, significaba que estoy teniendo al menos un buen comienzo. Muchas gracias por el apoyo. Me hace muy feliz.
Aquí llegamos a un capítulo clave, ahora, gracias a ustedes no siento vergüenza, más si nerviosismo.

No está del todo editado, lamento lo errores.

(...)

Daniel estaba cubierto de sudor, mientras no hacía otra cosa que lloriquear. Johnny pudo detenerse, pudo tener un poco de piedad y dejarlo respirar, pero no, no se lo merecía, no iba a darle ese gusto a LaRusso, que seguía aferrándose a las sabanas con demasiada fuerza. Johnny no tenía la menor idea, en qué punto vivir esto le pareció más excitante que cualquier cosa que haya pensado o visto en su vida.

Sus ojos azules bajaron, por el pecho y vientre planos de LaRusso, tan delgado, hasta el pene que no dejaba de gotear, y luego hacía la unión de ambos. Donde sus caderas chocaban contra el trasero de Daniel, causando breves empujones en la cama.

Sus labios estaban entreabiertos, y Johnny no podía pensar en otra cosa, que no fuera "Daniel Daniel Daniel". El chico lo estaba atrapando de tantas formas, soltó un jadeo asfixiante, sujetando con fuerza las caderas del moreno, para mantenerlo allí, y que éste entendiera de una vez por todas, que nadie lo follaria tan bien como Johnny Lawrence.

El rubio estaba preso del orgamasmo que estaba por venir, la excitación lo consumió más, al pensar que terminaría llenando a LaRusso con su semen.

—Eres mio, eres mio...

Las manos de Daniel arañaron su espalda, parecía estar apunto de decir algo.

Hasta que el sueño murió . Johnny abrió los ojos, aturdido por la luz que entraba por su ventana, ni siquiera pudo cerrar las cortinas el día de ayer, demasiado ahogado por el alcohol, solo se quedó tendido en la cama. Trago saliva, sintiendo la boca seca.

Habían pasado dos semanas desde que él y Daniel hicieron aquello en su auto. Dos semanas en las que notó que Ali jamás volvería con él, no solo porque nunca estuvo con LaRusso, si no, porque ella simplemente no lo amaba, y asumirlo, había sido la cosa más madura que pudo hacer. Sin embargo, eso no significaba que podía contra las otras cosas que se le presentaban.

Demonios, ni siquiera podía entender porque todo era una mierda. LaRusso, ni siquiera volteo a verlo, los chicos creían que andaba con una tipa que mantenía en secreto y Jimmy no quería hablarle. No es como si realmente él quisiera contarle algo, pero era su amigo, era parte del grupo y habían estado juntos por algunos años. Pero le molestaba Jimmy, el problema era simple, Jimmy miraba sin sentirse mal por hacerlo, le daba igual, pero Johnny no podía. Entonces volvió a quedarse callado, en lugar de golpear. Porque eran amigos, y de cualquier forma él sí había estado con LaRusso.

Quizás ni siquiera se dio cuenta, que mirar a Daniel LaRusso, no es realmente una forma de querer meterse en sus pantalones. La gente normal miraba a otra, a veces, y Jimmy lo hacía porque no considero en ningún momento a Daniel, como su enemigo mortal.

Luego estaba la peor parte, aunque odiaba admitirlo, era que Daniel y Connor habían follado, lo sabía, lo podía ver en todo lo que Connor había estado haciendo, cuando se arrinconaban a alguna pared al momento en que creían nadie los estaba viendo.