A solo segundos - Vkook

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Era simple, lo amaba... amaba a Kim Taehyung... no era tan difícil hacerlo cuando le abraza tan fuerte como si temiese que él se fuese a ir, nadie podía asegurar que sucedería en el futuro, pero eso es lo que me hacía feliz a Jungkook, con Taehyung jamás había un plan, todo estaba al aire y surgía espontáneamente.

Lo amaba de una manera en la que no podía creer que fuera posible, no sabía cómo podría seguir si el castaño decidiera irse de su lado, no sabía si algún día él se pueda acostumbrar a la ausencia de su presencia, aun sentía su piel picar en adrenalina cada vez que él le dedicaba, aunque sea la más mínima mirada.

"¿Qué estás pensando mi amor?" El azabache se encontraba recostado sobre el pecho del castaño mientras este dejaba ligeras caricias en sus mechones oscuros, estaban tumbados sobre una manta en el suelo de la habitación, haciendo nada en especial, una ligera canción se reproducía de su teléfono mientras contemplaban como atardecía, el silencio estaba presente hasta hace poco, sin embargo, el mutismo se disfrutaba, en el podían escuchar el alocado latir de sus corazones.

"En que... tienes que ser muy feliz Tae..." Jungkook susurró lentamente, fijo su mirada en el atardecer.

"Tienes que ser feliz, aunque no sea conmigo cariño, quiero que conozcas a alguien que te amé desenfrenadamente, que pueda hacerlo y no tenga otras funciones que cumplir, no quiero engañarte, no a ti" Las caricias en su cabello se fueron disminuyendo, le dolía decirlo, pero no quería mentirle; se acomodó mejor sobre el cuerpo ajeno para recargar sus manos en su pecho y descansar su barbilla sobre el dorso de las mismas.

"Agradezco que seas honesto conmigo Jungkook... pero no es lo que quiero, así que por favor deja de decir ese tipo de cosas, no me importa el idiota de Min... Tú me amas, yo te amo... no vivir el uno sin el otro, entonces ¿Qué importa lo demás?" Taehyung musitó suavemente mientras llevaba sus manos a su nuca para usarlas como cabezal, Jungkook sonrió ante la imagen.

"A ti nunca te haré desistir ¿verdad?" El castaño negó frenéticamente mientras sus labios enmarcaban una enorme sonrisa, el menor aun podía ver el dejo de tristeza en sus orbes avellana, pero lo ignoró.

"No me puedo rendir Jungkook, eres el único que ha hecho mi corazón latir de esta manera y aunque sé toda esta mierda, me hace feliz escuchar mi nombre salir de tus labios, me siento el hombre más afortunado de poder mirar tus ojos así de cerca, doy gracias por poder causar tus sonrisas, no quiero que hables más de lo que sucederá... Solo, solo sé que si ese momento llega no será porque no nos amemos Jungkook, porque te juro que lo hago... Te amo, Te amaré para siempre" Aun con las mejillas hirviendo y la vista nublada por las lágrimas que se me acumularon mientras el contrario hablaba, Jungkook se acercó hasta sus labios y dejó un profundo besó.

Rápidamente Taehyung le apartó de su cuerpo y se puso de pie lo más rápido que pudo, se quedó tumbado sobre la manta y lo vi salir corriendo de la habitación.

"¿Qué pasa Tae?" Jungkook se sentó en su lugar aun sin salir por completo del trance, no recibió respuesta así que con pereza se levantó y salió de la habitación, en cuanto salió un sofocante olor a quemado le recibió en el pasillo, bajó a toda prisa las escaleras y al llegar a la cocina se encontró una escena sumamente graciosa.

El castaño estaba dando saltitos y agitando un trapo sobre la olla la cual estaba ahumada de la parte de abajo, era obvio que su contenido ahora estaba incomestible, se empezó a reír por lo graciosa de la situación, era la primera vez en su vida que se me quemaba la comida.

"No te rías Kookie..." El castaño hizo un puchero con sus labios, el nombrado se acercó y tomó las abultadas mejillas entre sus manos y vio esa chispa en sus ojos.