Panteón independentista (II)

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Edgar estaba en su habitación, queria quitarse su vestido de oveja sexualizada, pero dudaba si luego podria volver a ponérselo sin la ayuda de las chicas. De todas maneras tampoco queria dormir.

"Pol me encargó la misión de encontrar la arma ancestral", pensó Edgar, "debe estar en algún sitio del palau de la generalitat".

Iba a abrir la puerta, cuando alguien entró en su habitación: Victoria parecia realmente emocionada por algo.

-¡Edgar!-dijo emocionada-. ¡Lo vi todo! Quiero más yaoi. Retrasamos el ataque al panteón hasta mañana.

-¡No puedes hacer esto solo por yaoi!

-Si puedo.

-Convénceme.

-(+ç)

-Buen argumento, pero tengo cosas que hacer.-dijo Edgar quitándose el vestido de oveja-. Tengo que encontrar la arma ancestral que dijo Pollopez.

-¿Nuevo ship?-dijo Victoria-. Nah, pegas más con el indepe.

Edgar ignoró a Victoria y se dirigió a las escaleras que daban a los pisos inferiores. Entró dentro la habitación de Miquel, pero no era más que un montón de posters independentistas. Además, no tenia cama.

-¡Edgar!-le gritó Victoria-. Detente, no sabemos si él está aquí adentro.

-No está.-confirmó Edgar-. ¿Donde habrá ido? Abajo solo está la puerta principal. ¿Habrá salido a la ciudad?

Victoria se acercó a una cómoda a la esquina de la habitación. Sobre ella se encontraba una foto de Miquel con alguien muy familiar.

-Pollopez.-susurró Victoria-. ¿Que hace con el indepe?

Edgar agarró la fotografia. Estaba hecha en la misma sala, hace años cuando aún no era tan indepe. Pol y Miquel llevaban uniformes de emisarios.

-¿Pol fue un emisario?-preguntó Edgar-. ¿Y el indepe también?

-Por eso Pollopez sabia tantas cosas.-murmuró Victoria-. Ya conocia las cumbres de antemano.

-Fijate bien.-dijo Edgar señalando el fondo de la fotografia. Una puerta corredera estaba abierta a sus espaldas. Edgar observó donde deberia estar esa puerta en la habitación: no habia nada.

-¡Victoria, ayudame!-dijo Edgar intentando mover la pared-. ¡Aquí hay algo!

Victoria empezó a empujar también. La pared se deslizó hacia un lado, relevando un oscuro pasillo.

-Creo que ha ido por aquí.-murmuró Edgar-.

-No me digas.-dijo Victoria en tono sarcástico-.

-También podria haber salido a la calle.

-Ni hablar, a ese la falta mucha calle.

-Pues por eso.

-Anda, tira.

Ambos estuvieron andando un buen rato hasta que llegaron a unas escaleras. Posteriormente recorrieron un largo y húmedo túnel hasta llegar a un portón de hierro. Ambos lo abrieron, revelando un enorme taller.

-¿Que es este sitio?-preguntó Edgar.

-¿Crees que yo lo sé?-preguntó Victoria.

Miquel salió desde atrás de una mesa, parecía cansado, y a la vez orgulloso de algo. Edgar corrió hacia él y lo agarró del cuello. Miquel no se inmutó.

-¡Habla!-le gritó Edgar-. ¿Qué es este sitio y donde está el arma ancestral?

-Ng pguedh hblr

-¿Que coño dice?

-Creo que dice que no puede hablar.-dijo Victoria. Edgar soltó a Miquel, quien cayó al suelo, riendo.

-Llegais tarde.-dijo Miquel-. Al fin, después de tanto tiempo... Lo he conseguido. No podreis recuperar el arma.

-¿Por?-dijo Edgar.

-La he... Destruido... Al fin nadie podrá escapar de este mundo.

-¿Escapar?-dijo Victoria-. ¿Pol no dijo que era para acabar con Vicenç?

-Eso es cierto.-dijo Miquel-. ¿Pero os ha contado quien es realmente Vicenç? ¿Como empezó todo este mundo?

-Pollopez no nos ocultaria nada.-dijo Edgar-. Quiere librarnos del control de Vicenç.

-Vicenç no controla a nadie.-dijo Miquel-. Y mucho menos es el dios de dioses que todos decis.

Edgar agarró su dildo y intentó golpear a Miquel, pero este, desvió su golpe con una butifarra.

-Ahora que lo pienso.-dijo Edgar-. Estamos hablando en fascista, ¿No eras indepe?

Miquel estuvo unos momentos callado. Ya no valia la pena ocultarlo.

-¡Eres un mentiroso!-dijo Victoria-. Creí que eras alguien con problemas mentales. Bueno, sigo creyendo que eres alguien con problemas mentales, pero no por qué seas indepe.

-Este panteón es mi nueva vida.-dijo Miquel-. Gobernar a los independentistas es mucho más fácil que ser emisario. Allí en las cumbres la vida es dura bajo el mandato de Jordi, tienes dudas existenciales y huele a mofeta muerta por qué Marian no se cambió de armadura durante cinco meses enteros.

-Pero...-murmuró Edgar-.

-¡Ni para ir al baño!-maldijo Miquel-. No entiendo como... Bah, olvidadlo. Aquí abajo la vida es más fácil. Pollopez se buscó su exilio, la verdad. Le dije que podríamos tener una vida tranquila... Quiere liberarnos a todos... Insensato, no se puede escapar de este mundo. No se puede escapar del nexo.

-¡Cuéntanoslo todo!-insistió Edgar-. Venga va.

-¡No voy a permitir que más gente resulte exiliada por saber la verdad de este mundo. Solo la sabemos Jordi, Pollopez y yo, nadie más deberia hacerlo.-dijo Miquel agarrando su fusell-. Es una lástima, de verdad me agradabas...

Edgar desenfundó su dildo para parar los disparos de Miquel. Victoria atacó por su derecha, pero Miquel habia sido emisario hace tiempo, sus reflejos estaban a otro nivel.

"Mierda", pensó Victoria, "odio estar aquí".

Edgar se abalanzó contra Miquel, chocaron y rodaron agarrados un buen rato por el suelo hasta quedar uno encima de otro. Inmediatamente se separaron.

"Mejor... Me quedo un rato a observar esto", pensó Victoria que se olia yaoi gratis. "Ojalá terminen cogiendo".

Edgar y Miquel seguian luchando, hasta que Miquel agarró algo de su cinturon, parecía un lápiz. El lápiz se alumbró, Miquel hizo un corte en el aire, durante unos instantes, pareció que el mundo se doblara hacia el corte en el aire, Edgar se giró, Miquel estaba a sus espaldas, apuntándole con el fusell.

-¿Que ha sido eso?-preguntó Edgar-. Ha sido como si hubiera afectado al espacio de la habitación...

-No me ha dado tiempo a destruír esta también.-maldijo Miquel agarrando el lápiz-. No debe quedar ninguna arma ancestral.

Victoria atacó a Miquel por la espalda, él bloqueó pensando que la intención de Victoria era atacarle, pero en lugar de eso, ella aprovechó la confusión para agarrar a Edgar de la mano y huir del taller.

-¡Espera!-gritó Edgar-. Aún tiene una arma ancestral... La necesitamos.

-¡No me la quiero jugar!-dijo Victoria-. No se de lo que es capaz ese lápiz... Entiendo por qué Pollopez lo queria tanto.







Archivos de las cumbres:

Armas reales/armas ancestrales:

Conocidas por ambos nombres, son armas que provienen de otro mundo, traidas por el nexo al mundo de los dioses: el mundo astral.

Se conoce de la existéncia de dos: una pertenecia a Pollopez, cuando fue exiliado se le encargó su custódia a Miquel, dios indepe, con la misión de destruirlas, garantizando así la vida eterna del sello: Vicenç Aguilar.

ATAQUE A LA CIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora