Interludio: insurrección

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Victoria se encontraba delante de los insurrectores que quedaban. En las afueras del panteón indepe, se encontraban lápidas en honor a aquellos que habian sido consumidos por las tinieblas de Jordi en el panteón presidencial. Victoria dio un paso enfrente, llevaba el arma ancestral recién obtenida en una mano, en la otra su katana.

-Hermanos, hoy nos hemos reunido para recordar a nuestros héroes.-empezó a decir-. Estamos un paso más cerca de acabar con Jordi y acceder a Vicenç. Un paso más cerca de la luz divina grácias a la arma ancestral de la que Pollopez nos habló. Como en otras ocasiones, me habria gustado festejar esto con vosotros. Pero hoy no festejamos. Hoy no.

Delante suyo se encontraban tres lápidas con numerosas flores adornándolas. Victoria empezó a pasar una por una.

-Maria, siempre fuiste una soldada callada, apoyabas al lgtb a todas horas, tal vez demasiado, pero siempre serás recordada en nuestros corazones.

Victoria observó la siguiente lápida.

-Niño satánico. Pese a tu edad, siempre fuiste un soldado exelente. Nunca te hechaste atrás y fuuste valiente hasta el final. Serás recordado como el héroe que siempre fuiste.

General Barrufet empezó a golpear el suelo llorando, esa pérdida le dolia especialmente.

-No lo conocia mucho.-dijo entre lágrimas General Barrufet-. Cuando me marché para unirme a vosotros dejé atrás a mi familia, a mu hermano pequeño. Tener a niño satánico fue como estar con mi hermano. ¡No merecia acabar tan joven! ¡Le odio agachado y conocido!

Solo quedaba una lápida.

-Finalmente, una de nuestros miembros más activos, la primera que se unió a mi y a la Kira. No tenia nada, lo perdió todo. Por eso, al no tener nada que perder siempre luchó con todas sus fuerzas a pesar de ser tan solo una exiliada. Te prometo que cuidaré de cada uno de tus gatos, tu legado no morirá, Isabela.

Victoria recordó cuando ella, Kira y Isabela empezaron a recorrer los panteones hace dos meses buscando crear una alianza. ¿De verdad habian llegado tan lejos?.

-¡Hoy demostraremos que cada una de las pequeñas luces que brilla bajo la montaña es una persona, con sentimientos y objetivos própios!-gritó Victoria levantando el arma ancestral-. Apareceremos en las cumbres y declararemos la guerra a agachado y conocido, Jordi.

Los insurrectores que quedaban empezaron a alzar la voz de la emoción. Tenian miedo, habian visto de lo que era capaz el agachado en el panteón presidencial, pero no podian dejar que sus compañeros murieran en vano. Victoria miró a Lucia, esta le devolvió la mirada. Victoria hizo un corte en el aire, el arma ancestrál se iluminó.

El espacio se plegó delante suyo, su cuerpo se descomponia, viajaban a través de dos mundos. Podía oir algo que los unia... Un nexo... Las tinieblas...

"Voy a acabar contigo, agachado y conocido".

ATAQUE A LA CIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora