CONFESIÓN

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Sin saber, volteo discretamente hacia ti y miro que tú también lo haces y evito la mirada. Siento que algo en tu rostro hace un gesto y efectivamente era tu sonrisa dulce que lo haces sin querer, cuando estabas platicando con tus amigas. Empiezas hacer un susurro de reír y salgo de ahí para evitar complicaciones y que digan algo sobre mí.

Seré sincero, no esperaba una respuesta tuya tan inesperadamente y me dejaste pensando toda la noche dicha escena, y llego a una conclusión que solo fue una casualidad y no volvería a pasar, pero no, me topo contigo a la mañana siguiente, al momento de agarrar el transporte público y nuevamente estas ahí, subes junto conmigo y está lleno el bus a excepción de un par se asientos. Me siento y veo que tu lo haces al sentarte al lado mío.

Miro la ventana durante todo el trayecto y se puede sentir esa tensión que nadie se dirige la palabra al igual de la mirada. Llegando a la universidad, bajo rápido, deslizo mi credencial sobre el lector y el torniquete reacciona al darme acceso. Camino hacia mi edificio de la licenciatura que me corresponde. Inicia la hora para la clase, pero, cuando es la hora de inglés, me tengo que cambiar al otro salón. Salgo del mío y veo que estás a punto de pasar y hago que, para evitar tu mirada, pongo atención al celular al ver los mensajes y sago una sonrisa para disimular. Pasas junto a mi lado y se puede sentir esa tensión, de la misma manera, tu calor y esa confianza, que por ninguna razón no entiendo.

Seré sincero, ¿Siempre será así los días cuando vaya a la universidad? Al parecer, creo que sí y tampoco le veo una oportunidad en chocar una conversación y que no sea aburrida. Lo curioso de todo esto, me percato que desde un principio, te gusté y hasta la fecha, no puedo entender esa respuesta rápida, así mismo que literal, vives en un fraccionamiento ubicado a tan solo unos metros del mío.

-SanPin17

Sentimientos AfiladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora