Dos jovenes se encontraban sentados con sus rodillas tapando sus rostros dentro de una celda.
-No puedo creer que tu papá...
-Haya sido estafado.
Habló Marinette siendo su frase terminada por Adrien.
-Si... espera ¿Qué?
Su fino rostro reflejó sorpresa, luego la risa la inundó pensando que lo que su amado decía era broma una vez más.
-Si, en el banco le dieron billettes falsos y por eso me pagó con dinero falso. Usa la lógica Marinette.
Le dijo haciendo que la sonrisa de la ojiazul cambiara drasticamente denotando preocupación.
-Adrien eso... eso seguro fué lo que pasó.
Luego le explicaría con más calma lo que sucedió. Ahora no quería estresarlo.
Y la inocente palomita acurrucó su cabeza en su pecho como si fuese un niño pequeño.
-Perdona por hacerte huir conmigo. Ahora estarías en tu casa, dormida y calientita.
Le dijo con algo de frio mientras se acurrucaba en ella aún más, viendo por una pequeña ventana alta la noche intensa y la nieve caer.
Marinette negó y besó su frente.
-Talvez no estaría aquí, pero tu estarías en Londres con un primo malvado en una super aburrida hora del té. No me arrepiento de nada que hayamos hecho juntos, Adrien.
Dijo mientras los kwamis salían medio escondidos de las chaquetas de cebra y abeja.
-¿Huímos?
Habló Plagg mientras se lanzaba a abrir la cerradura a lo que Marinette negaba.
-Ya se dieron cuenta que somos nosotros. Le hablaron al señor Agreste y a mis padres. Aunque huyamos ya saben que somos nosotros.
Dijo mientras el kwami oscuro rodaba los ojos.
-Son realmente aburridos.
Dijo mientras se escondía denuevo junto con Tikki.
Adrien en cambio poco a poco intentaba dormir sentado, con algo de frio e incomodidad, pero al menos junto a la chica de sus sueños.
.
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.Los azules ojos de una dulce azabache poco a poco se abrieron y vieron a un figura alta y seria dialogando con los policías al otro lado de los barrotes de la celda.
Saliendo de los brazos del rubio, se acercó al hombre que se encontraba y le habló.
-Señor Agreste.
Llamó su atención y prosiguió.
-Adrien piensa que a usted lo estafaron y que por esa razón usted le dió dinero falso. Yo puedo hacerle creer lo contrario si no nos saca de aquí.
Habló la azabache con su mirada cansada y su espalda adolorida a lo que el la miró con el ceño fruncido.
-Y ¿Qué te hace pensar que te voy a hacer caso?
Le dijo con total indiferencia y con su semblante más severo.
-Porque soy su nuera perfecta, sabe lo que le conviene.
Habló con una sonrisa segura, digna de cuando era Lady Bug y el hombre simplemente se quedó pensando.
En efecto, esa era la madre que quería para sus nietos.
-Ya estan fuera, solo esperabamos a que despertaran.
Habló el señor mientras se daba la media vuelta y se iba, haciendo que Marinette tomara una bocanada de aire, sorprendida de no haber comenzado a temblar y demostrar que estaba aterrada por dentro.
.
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.-Bien, hagan todo eso de despedirse, rápido. Aún tengo que pagarle a la prensa para que nadie se entere del pequeño incidente y cambiar los boletos de avión.
Dijo el Agreste mayor mientras Marinette se bajaba del auto y Adrien la seguía.
-Al menos lo intentamos.
Dijo por lo bajo Adrien mientras se acercaba a la ojiazul limpiando un copo de nieve de su mejilla y esta se acercaba con una sonrisa triste.
-Lo intentamos.
Habló lanzandose sobre el en un abrazo largo y dandole un beso profundo en los labios.
-Supongo que feliz navidad.
Dijo Adrien con una leve lágrima en los ojos y esta asintió.
-Felíz Navidad.
Dijo antes de que el se alejara dentro del carro y ella lo viera irse, con el cielo frio y nublado matutino.
Había veces que por más que se intentaran las cosas, simplemente no tenían que suceder.
Con una parte de su corazón casi en un andén con destino a Londres, entró a su casa esperando con resignacion su regaño.
-Hola Marinette ¿Cómo te la pasaste en tu curso de costura nocturno?
Preguntó Sabine sonriendo a lo que ella asintió.
-Super bien. Todo en el marco de la ley.
Dijo sonriente mientras subía a su habitación no habiendo procesado la escena aún.
-¿Espera que? ¿Por qué no me sentí regañada?
Preguntó en voz alta mientras recordaba como había conversado antes con el señor padre de su amado.
-Oh, fué por eso.
Seguro esa excusa fué obra de Gabriel Agreste.
Y cerró sus ojos lista para descansar un poco, no intentando pensar en lo que en pocas horas estaría en Londres, lejos de ella.
Continuara...
Señora actualizaciones esta aquí, actualizando un especial navideño casi en 2021.
Mañana checo la ortografía y redacción :)
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Perfecto
HumorMarinette y Adrien planeaban pasar una perfecta navidad juntos, pero sus planes se vieron levemente frustrados.