El amor es lo más cercano a la magia, y todos tenemos derecho a experimentarlo, las dificultades se presentan, los secretos se revelan, el arte se lleve el protagonismo y la atracción surge efecto en los personajes.
Resistirse no es necesario ya qu...
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×Dylan×
La veo salir del mar, su bikini color rojo resalta en su blanca piel, su vestido de baño consiste en dos piezas que cubre lo necesario. Su cabello ya no es liso sino que se encuentra en múltiples trenzas que la hacen ver aun mas sexy de lo que por si, ya es.
Se acerca a mi, moviendo sus caderas y llamando la atención de varios turistas que se encuentran en la playa, me sonríe cuando se encuentra cerca y se agacha para besarme y mojarme con su cuerpo cuando se recuesta a mi lado, la abrazo y ella posiciona su cabeza en mi cuello.
—El agua esta deliciosa —dice contra mi pecho —¿Vamos juntos? —Pregunta.
—Tal vez luego, quiero tenerte así —Le beso la coronilla de su cabeza mientras con mi mano libre le sobo la espalda, subiendo y bajando, quedándome unos minutos más en el filo de su bikini.
Nos quedamos un momento en silencio, el día es hermoso y alegre, las personas ríen y los niños juegan. Pero aun así me parece innecesario tanto publico cuando podríamos estar solos.
—Te tengo una sorpresa —susurro en su oído, y ella automáticamente se gira, sus ojos verdes poseen esa chispa de curiosidad.
Se levanta y se abre de piernas en mi regazo, sin importarle los ojos que se encuentran sobre nosotros. Me siento, haciendo que nuestros rostros queden aun mas cerca.
—¿Que es? —cuestiona.
—Ya no seria una sorpresa —Sonrió.
—Dame una pista —Se acerca a mi y deposita un beso tierno en mis labios.
—No —respondo en medio de sus besos.
—¿Por que no? —Se detiene y me lamento por ello. Se aleja y hace un puchero.
La tomo por la cintura y la acerco aun más.
—No te detengas —Le pido muy cerca de sus labios.
Ella sonríe con malicia, se acerca a mi pero no besa mis labios, sino la comisura de mi boca.
—Eres mala —Digo, para después rápidamente tomar su labio inferior entre mis dientes y apretarlo con algo de fuerza.
La suelto y la beso, apretó su cintura y la animo a moverse un poco sobre mi. Ella no me lo impide y aquello me enorgullece.
—Vamos al apartamento —Me pide con su respiración entrecortada.
Sonrió victorioso.
—Señorita Steel, me sorprende su atrevimiento.
Ella ríe y prosigue a levantarse.
—No te hagas el inocente —dice mientras me toma de la mano y me incita a levantarme. Pronto estoy a su altura, ya que solo soy unos centímetros mas alto que ella—Dime que no deseas un momento a solas, tu y yo.
Claro que si. Pero...Paciencia.
—Digamos que tengo un truco bajo la manga.
—Oh perdón —Comenta con fingido asombro—Se me olvidaba que hablaba con un hechicero.
Rueda los ojos, me introduzco en la camiseta blanca y la tomo del brazo, comenzamos a caminar por la orilla del mar, disfrutando del buen clima que nos otorga Hawái.
—Quiero llevarte a un lugar — comento mientras caminamos. Ella se detiene y me observa con curiosidad, enarca una ceja y abre sus labios.
Trata de decir algo pero pierde su mirada en la nada, pensando tal vez, en lo que le he dicho.
—Hace parte de la sorpresa —dice al fin.
—Si —digo al fin, para después retomar nuestra caminata .
La conduzco hasta el hotel donde estamos hospedados y ya dentro del lujoso apartamento le indico lo que debe realizar.
—Empaca tu ropa, dentro de poco salimos.
Voy al balcón, donde la hermosa vista me recibe, estamos en el ultimo piso y por ende se puede admirar gran parte de la isla e incluso logro visualizar el camino que dentro de poco recorreré.
—¿Si nos damos un baño juntos? —Pregunta en un susurro muy cerca de mi oído, sus brazos me rodean.
—No soy un chico fácil —digo sin girarme, mientras sonrió con malicia.
—¿No? —me besa el cuello.
—No.
Baja sus manos lentamente por todo mi torso, hasta llegar a la pretina de mis pantalones, sus intenciones son perversas así que la detengo girándome.
Quedo frente a ella, y la beso rápido, introduzco mi lengua rosando únicamente con la punta su interior. La tomo de la cintura y lentamente la dirijo hacia adentro. abro mis ojos y me separo de ella para observar el camino al baño.
Sin pedir permiso la cargo y la llevo como un costal en mis hombros.
—¡Dylan! —Grita mientras ríe, contagiándome en el camino de su risa.
La bajo cuando ya estamos en el baño, un lugar bastante espacioso, adornado en blanco y gris, donde se encuentra la ducha y la bañera.
La beso de nuevo mientras pienso el lugar donde la follaré. Pronto tomo una decisión y la llevo a la bañera.
Aun tiene su vestido de baño, por lo que todo se nos facilita a ambos. Llena la tina y ambos aguardamos no con la suficiente paciencia, ya que ella comienza a quitarme la camiseta.
Ambos nos introducimos en la bañera, ella encima de mi, tomando dominio como le gusta.
En un movimiento rápido desamarro el nudo de sus costados, para luego retirarlo, lo mismo sucede con la parte superior.
Ella quiere hacerlo posesivamente, y se introduce de una manera rápida y exquisitamente placentera, robándome así el aire retenido. No tarda mucho y el cuarto es inundado por el ruido que ocasionamos.
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—Yo quiero ver —Vuelve a insistir.
—No, te voy a secuestrar y mi victima no puede saber su destino —susurro en su oído ocasionando que ella sonría.
Termino de vendar sus ojos y la comienzo a guiar hacia el auto que adquirí por esta temporada, un jeep color negro mate. Subo de igual manera nuestras maletas y pronto me ubico en el asiento de piloto, conduzco por el lugar que me llevara a mi destino. pronto me desvió de la principal para tomar la ruta que atravesara la isla.
—Quiero ver, no soporto mas —dice mientras se lleva las manos a su venda.
—No, tienes que cumplir o no abra premio.
—¿Premio? —dice confundida y yo rio por lo bajo.
—Pronto lo sabrás —Aseguro y ella se deja vendada.
El viento hace de las suyas, haciendo que el vestido color celeste de Cassie se suba un poco a la altura de sus muslos.
—Nos chocaremos si no te concentras en el camino —dice enojándome.
—Te dije que no miraras —digo con tono fastidiado.
—No he mirado —Su tono de voz también subió.
—Has lo que quieras, ya no importa.
—Perdón, Señor drama —Comienza a reír y yo opto por hacer silencio y observar el camino, que parece la ruta hacia el paraíso —Te aseguro que no mire —comenta después de un momento.
—¿Entonces como supiste que te estaba observando? —Se encoje de hombros.
—Esas cosas se sienten.
—Claro —contesto seco.
No hablamos durante todo el trayecto y cuando al fin estamos llegando el sol a disminuido, anunciando que pronto anochecerá. bajo del auto y la ayudo a bajar.
—¿Estas lista? —pregunto con algo de entusiasmo.
—Si —contesta segura haciéndome reír.
Lentamente dejo su vista libre para que pueda admirar la belleza que se encuentra a nuestro alrededor.
Estamos rodeados de selva pero en medio de ella se encuentra una cabaña moderna, de dos pisos, sus paredes son en madera a excepción del segundo piso que se encuentra cubierto por ventanales que permiten observar el interior, una sala con chimenea y una jacuzzi es casi todo lo que se puede ver, aparte de los cuadros que adornan el lugar.
No es la única cabaña que hay en este sector, aunque si una de las mas retiradas de las demás, pues así la pedí.
—Es... hermoso Dylan —dice aun si girarse —No, no es hermoso, es demasiado simple para describir lo que observo.
Se gira y me besa, correspondo el beso y la tomo de la mano para guiarnos a ambos en el interior del lugar.
Se queda observando cada detalle del lugar, toca las decoraciones exóticas que encuentra, analiza cada retrato y mira cada lugar, la cocina rustica y espaciosa, los dos baños, el comedor, las dos recamaras y la principal donde dormiremos ambos.
Se le ve emocionada y aquello me causa gracia, se queda admirando el Jardín trasero, con flores de varios colores y diversas especies, también la fuente hecha de rocas con un pequeño rio que desaparece en la isla. Nos sentamos en la mesa de madera que se encuentra en el Jardín.
—Me gusta verte feliz —comento y noto como sus ojos se desvían a otro lugar.
—Gracias, esto es verdaderamente hermoso —La oscuridad ya hizo aparición y las luces del lugar comienzan a encenderse.
—No tienes que agradecerme —me levanto y la extiendo la mano —Vamos a dentro.
Volvemos a entrar al lugar, y esta vez ambos nos dirigimos a la cocina.
—Solo hay un pequeño problema —comienzo mientras señalo la cocina —No hay quien cocine —Ella me observa divertida —Queríamos privacidad así que...pero tu me dices como hacerlo y te aseguro quedara delicioso.
—Yo puedo cocinar, y tu me ayudas con lo necesario —dice mientras se acerca al refrigerador y comienza a sacar comida, me la entrega y yo la acerco a la cocina. Me indica como cortar los vegetales mientras ella prepara el resto, mientras lo hacemos nos reímos, besamos y jugamos.
Pasar momentos con ella de este modo me hace sentir bien, siento que todo es mas fácil cuando estoy con ella, me olvido de quien soy verdaderamente y ella es capaz de sacar lo mejor de mi.
Cuando al fin todo esta listo, servimos todo y ambos nos dirigimos al comedor. Después de unos momentos hablando de cosas triviales, Cassie saca una de las preguntas que sabia me haría en cualquier momento.
—¿No volverás a terapia?
—No —digo seguro de mi respuesta.
—Yo no entiendo...
—No me sirve de nada la terapia, ya no funciona ni funcionará, y no desperdiciare mi tiempo en ello —bebo un poco de vino mientras observo su reacción.
—¿Que sucedió? —indaga con sutileza, temiendo tal vez a que mi reacción sea grosera.
—Es una larga historia —Llevo un trozo de carne a mi boca mientras Cassie a dejado de comer para mirarme.
—Tenemos tiempo.
La observo, tratando de descubrir si aquella mujer esta preparada, pero la seguridad de su mirada, su postura y su actitud tranquila me lo confirman. Vuelve a retomar su comida, resignada a mi silencio.
—Lo haré pero tómalo con calma y necesito advertirte, que no solo se trata de un pasado si no de un presente, pero no te preocupes yo lo superé.
Joder...uno con estas ganas de saber que paso, o sea cuentanos ya güey.
¿Que piensan? ¿Que creen que sucedio? ¿Que más ocultas, Dylan?
¿Hawái? ¿vacaciones? ¿El paraiso?
Que rico... Yo quiero un paseo así.
Me gusta todo, todo me gusta de limerenciiiiia
Me gusta su estilo, cuando te escribooo
Y sudo..sudo de nervios de pensar, quien pudiera leer. esta obra de arte jejejejej (justo suena esa cancion en la radio y yo tipo: Me inspire.)
Decirles que mas adelante ustedes sabrán lo que Dylan le conto a Cassie y de hecho mucho más.
Algo mas, si me hacen el grandisimo favor de encontrar en todos los capitulos (que ustedes recuerden) que yo use la expresion "Ey" es que cometí un error tremendo y necesito corregirlo.
