39×MI PRIMER AMOR×[PARTE I]

91 4 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Enero 5 del 2006

—Déjate de pendejadas Leo — de nuevo gorras se involucraba en lo que no le incumbía.

— Son mis cosas yo veré lo que hago o dejo de hacer.

— Si me hubieras hecho caso desde el principio, nada de esto estaría sucediendo — Estaba enojado y lo comprendía, pero acaso no confiaba en mi, yo podría solucionarlo.

— Es solo una loca obsesionada — Estaba cansado del mismo tema, de que por culpa de aquella mujer mi vida se viera de cabezas.

— Loca obsesionada, y no olvides nombrar que hermana del líder de una de las bandas más peligrosas, ellos no se andan con juegos y su hermano le sigue el capricho en todo lo que ella quiera, así que ándate con cuidado.

— Es imposible cuando ella es la que no me deja en paz — Los dedos de Gorras se ubicaron en el puente de su nariz como si estuviera buscando paciencia en aquel sitio.

— Olvidemos el tema por un rato, mejor vamos a distraernos — Propuse y aquello pareció cambiar el ánimo a mi mejor amigo.

Lo que hacíamos no estaba bien, robamos para sobrevivir e inclusive se nos conocía como el dúo inseparable. Habilidosos en el momento de robar sin que la víctima lo notará. Éramos nosotros dos; Gorras y yo.

Ya era de noche y el momento de disfrutar se acercaba. Pero nunca supe que en aquella fiesta te encontraría.

Tu cabello recogido en una moña alta y firme, un vestido hasta las rodilla color rosa y unas sandalias, y ni un solo gramo de maquillaje. No encajabas en aquel lugar donde los adolescentes se descontrolaban, tu rostro reflejaba incomodidad y desagrado al mismo tiempo. No era lo tuyo y yo lo supe.

Me acerque a ti, te invite a un recorrió por los alrededores. Lo dudaste pero aceptaste, aunque después de haber alertado a tus amigas en caso tal de no aparecer, fuiste tan fácil de descifrar, hija prodigio con buenas notas y sin ningún vicio, me sentí tonto y te odie por ello.

Hablamos toda la noche en vez de bailar, no tomamos sino que nos embriagamos con nuestra felicidad, te estaba comenzando a conocer y ya me agradabas. Fuiste tan trasparente, no ocultaste nada y no sentiste vergüenza de tu vida, en cambio yo, si tenia mucho por lo cual avergonzarme.

Nos despedimos aquel día, tu con un adiós permanente y yo con un hasta pronto. La investigue, su colegio, familia y amigo, su pasatiempo y todo lo que no le gustaba, aprendí a conocerla a la distancia, tenía clases de literatura extra y casi siempre se sentaba sola, a veces con una amiga

— Es una nerd — Fueron las primeras palabras de Gorras ya de regreso a casa.

— Eso es lo que la convierte en una meta, yo todo un chico problema, con aquella mujer, seria épico.

— No tiene buen gusto para la ropa, no baila, no toma, no hace ¡Nada! Que lograrás con alguien así. Ella no es tu tipo y tu lo sabes.

— Solo déjalo estar — fue mi respuesta. Y que orgulloso me siento de aquellas palabras.

El tiempo transcurría y yo me atreví. Me acerque a ti de manera «casual» como si nuestros caminos se hubieran cruzado cuando en realidad yo te seguía desde hace días.

Y así fue, como comenzó todo, tu y yo nos frecuentábamos con más insistencia, nos entendíamos tan bien a pesar de ser polos opuesto, nosotros nos completamos como ningún otro. Cómo aquellas pilas que van en el control remoto, negativo y positivo, y juntos funcionaban a la perfección.

Pasamos de amigos a novios y aquel día que me diste el «Si» célebre como nunca, gorras compartió mi felicidad y acepto mi noviazgo con Amelia.

Todo era perfecto hasta que comenzó a indagar sobre mi vida, quería saber más, nunca estuvo satisfecha. Entonces lo descubriste y te alejaste, fueron meses difíciles dónde no te vi, quería darte tu espacio y que fueras tú la que decidiera si estar o no conmigo. Me afectó y solo gorras que me conocía a la perfección notaba mi cambio.

Aquel mes también recibí una amenaza de la loca obsesionada, el rumor de que Amelia y yo ya éramos novios circulaba por el bajo mundo y ella lo descubrió. Me enoje y le grité, no tenía derecho sobre mi vida y me enojaba que lo pensara así.

Pasaron semanas, que se me hicieron eternas, hasta que regresaste, ella volvió a mi, aquel día fui feliz. Continuamos nuestra relación sin importarnos nada, sus padres nunca supieron de lo nuestro y ambos éramos felices de este modo, te mentí pero por tu propio bien, tal vez si en aquel momento lo hubieras descubierto nada hubiese sucedido.

Tus vestidos traían a mi el más bello y auténtico jardín; verde, amarillo, rosado, blanco y azul, eran tus preferidos, como no admitir que eras hermosa y por aquello te envidiaban, inteligencia y belleza juntas dominarían para siempre mi corazón.

Suena cursi, pero te regale mi mitad, tanto en corazón y cuerpo como en aquel colgante en forma de corazón. Oro puro, lo recuerdo, aunque aquel costo salió de mi «honrado trabajo» me esmere por conseguir el presupuesto para adquirirlo, y no me arrepiento, aquel accesorio te quedaba perfecto.

Nos amamos, y mentirosos serán aquello que digan lo contrario, tuvimos problemas como toda pareja de novios inexpertos pero aprendimos a solucionarlos.

Si tan solo tuviera una máquina del tiempo, regresaría todo y lo cambiaría.

Todo para un bien, todo por la felicidad, pero lastima que no comprendí hasta tarde que yo era demasiado para ti.

Si tan solo tuviera una máquina del tiempo...Amelia.

Perdóname.

.

.

.

¿Amelia?
¿Que tal el capitulo?
Cada día más emocionada, se acerca el final.
Ahora solo faltan 2 🥰🥰
Estoy que no puedo de la emoción.

Los quiero.

PUBLICADA : 26 de marzo del 2021

.

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora