Annalise Van Swol
«Ámsterdam a 19 de enero del 2015»
La mañana parece ser encantadora si me lo llegaran a preguntar, bueno, si me lo hubieran preguntado hoy a las 5:30 am cuando recién estaba terminando de arreglarme para el "trabajo", justo cuando recibí la tediosa llamada de John siendo un grano en el trasero.
—Aaron Brooks al habla.
—Espero que por lo menos tengan un pequeño avance para mí. — dice en su ya conocido tono serio con un toque de amenaza.
—Tenemos una lista de cinco sospechosos proporcionada por Janssen.
—Vaya, debí saber que nada que tú hubieras descubierto iba a ser parte de los avances de la misión, me alegra que por lo menos tus habilidades para hacer entrevistas siguen intactas— la manera en la que parece burlarse de mí me parece por demás molesta.
—Siempre me he sentido orgulloso por mis habilidades para entrevistar a las víctimas, después de todo fui el mejor de la clase, como de muchas otras.
—Bien, espero tu informe pronto. — y sin más cuelga la llamada.
Cuando eran mis primeras misiones, recuerdo las palabras de John solo me hacían sentir inseguro con cada paso que daba. Dude mil veces de mi y de mis habilidades como agente, afortunadamente esa duda nunca causo un daño mayor, sin embargo, en contraste con aquellos tiempos, el único resultado que tienen las palabras de mi padre en mí son una reacción, una respuesta a la agresión con un adorno para mi persona que proteja un poco mi ego de los pisotones que John le prodiga.
Aunque el motivo del que esa llamada tuviera estragos en mi percepción sobre la mañana notablemente encantadora de Ámsterdam tiene que ver con ese absurdo deseo de que mi propio padre me vea como algo más que un empleado decepcionante, tal vez tengo las defensas para proteger mi ego, pero no alcanzan para proteger lo que me gustaría que pasara, de mis deseos de niño ingenuo.
Camino sobre la acera con un termo lleno de café que me encantaría remplazar con alguna bebida con al menos 4% grados de alcohol incluidos, pero dado que estoy en horario de oficina tanto para la IPRI como para HLD Company, los tragos pueden esperar para cuando este solo en mi habitación.
Para cuando llego a la entrada de HLD Company, tengo que tomar un gran respiro para poder entrar en papel porque por supuesto no he olvidado el hecho de que Aaron Brooks tiene que interpretar el papel de Aaron Brooks. Cuando me siento listo, doy un paso al frente haciendo que las puertas automáticas se abran ante mi y comienzo mi andar hasta el elevador, ahí presiono el botón para poder subir al piso en donde se encuentra mi oficina.
A mi lado se ha acumulado un número considerable de gente, nada raro para estas horas de la mañana, sin embargo, algo... o más bien alguien llama especialmente mi atención, podría apostar que he visto esa cabellera caoba en algún lado durante mi corta estadía aquí.
El ascensor llega y las personas que estamos en espera lo abordamos, sin embargo, de vez en cuando le envío miradas apreciativas a la bella chica tratando de que mi mirada no sea demasiado indiscreta. Mientras más subimos, el número de personas se va reduciendo hasta que por fin solo quedamos los dos; ella esta solo unos pasos al frente de mí permitiéndome apreciar mejor su figura, es delgada, lo suficientemente alta como para llegar a mi barbilla con tacones no muy altos, viste una falda entubada como las demás empleadas y una camisa blanca completando lo que parece ser el uniforme de las chicas laboran aquí.
—¿Primer día? — me atrevo a hablar haciendo que se sobresalte un poco. —Tranquila, no muerdo.
—Eso no me consta. — es mi imaginación o respondió al coqueteo.
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Con A: De Astuta
RomanceElla no es lo que parece, tiene varias personalidades, un día puede ser dulce y tierna, al otro podía ser cruel y despiadada, no se equivoquen, no tiene problemas de personalidad, solo se moldea a la situación que se le presente. Ella será la piedra...