Dominando a Dominic
«Londres a 15 de enero del 2015»
El viaje al aeropuerto se prolongó más de los esperado por el tráfico londinense. Por lo que, exactamente tres horas después, es que anuncian la salida de nuestro vuelo. A pesar de no contar con un avión exclusivo, vaya que tenemos un espacio especial para nosotros por lo que nuestro acceso no es por donde todos los pasajeros abordan, sino que tenemos que tomar una pequeña desviación para entrar por la parte de atrás de la aeronave.
Los tres nos encontramos sumidos en un extraño silencio que aun no entiendo, es impropio del equipo, pero parece que nadie quiere romperlo.
Cada uno toma su respectivo asiento, Leonard se encuentra absorto escuchando música a un volumen demasiado alto, Alice se encuentra leyendo una novela de una autora que desconozco y Mathew supongo se encuentra jugando con su consola.
Quiero romper el silencio, pero no puedo hablar de la misión aquí porque nos regimos del dicho de que las paredes tienen oídos por lo que romper el hielo con eso no es una opción viable.
Me doy por vencido.
Mi vista viaja a la ventanilla donde los kilómetros de cielo me hacen pensar en algo que ha rondado mi cabeza las últimas semanas, es un pensamiento que me mantiene con anhelo y con miedo al mismo tiempo. Dar ese paso significaría hacer un cambio radical en mi vida que podría traer muchas perdidas en mi vida pero que tendría una gran ganancia.
«Ámsterdam a 15 de enero del 2015»
—Tierra llamando a Aaron. — siento a Alice moverme —Despierta, estamos por aterrizar.
No me di cuenta en qué momento me quede dormido, parece que el silencio incomodo quedo atrás hace mucho pues Mathew y Leonard se encuentran en una discusión bastante acalorada acerca de algún deporte.
—Parece que los besos para despertar a los bellos durmientes se quedaron en los cuentos de hadas. — digo con fingida indignación.
—Siempre sacando el drama a relucir. — ríe —Parecía que estabas en otro planeta antes de que quedaras dormido ¿dónde estabas?
—Hay algunas decisiones que tengo que tomar después de que terminemos con esta misión.
—¿Tiene que ver con esos sobres misteriosos que guardas con llave en tu apartamento? — inquiere levantando una ceja.
—No sabía que seguías haciéndole visitas sorpresa a Mathew.
—Si bueno, no estamos hablando de eso, responde.
—Algo tiene que ver, no te diré lo que contiene, pero sigo decidiendo si vale la pena perder personas por un sueño absurdo.
No da tiempo a que me conteste pues sentimos como las llantas del avión colisionan con el piso de la pista en una clara señal de que hemos llegado a nuestro destino. Al igual que en Londres, el clima de Ámsterdam es lluvioso, sobre todo porque aún nos encontramos en invierno.
Los cuatro tomamos nuestros equipajes de mano para poder salir al aeropuerto donde Dominic Greenwood nos espera para llevarnos a la casa que fungirá como nuestro centro de operaciones.
El lugar está lleno de personas yendo y viniendo con sus maletas en manos, algunas personas nos examinan al pasar, pero no son miradas demasiado largas. Desde la pequeña charla con Alice, me siento distraído y dándole mil vueltas al asunto en mi cabeza, tengo que aprovechar que el caso inicia oficialmente cuando pongamos un pie en la sala de operaciones que nos asignaron para poner mi cabeza en orden. Sin embargo, mi mente dura poco en mis asuntos pues siento un pequeño cuerpo colisionar con mi cuerpo haciendo que mis manos viajen por reflejo a una pequeña cintura que por poco cae al suelo.
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Con A: De Astuta
RomanceElla no es lo que parece, tiene varias personalidades, un día puede ser dulce y tierna, al otro podía ser cruel y despiadada, no se equivoquen, no tiene problemas de personalidad, solo se moldea a la situación que se le presente. Ella será la piedra...