Capitulo 14: "Lo siento mucho, Colin"

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Nada. Nada de nada. Por muchos tés de canela que tomase, incluso si me tomase un somnífero, haría que me pudiera dormir. Todo el rato tenía a Colin en la cabeza. Y a sus manos en mi piel, sus caricias abrasando allí por donde tocaba, sus ojos gris perla fijos en los míos, su aliento haciéndome cosquillas en mi cuello, su hermosa sonrisa... ¿Por qué le dije que dejara de hacerlo si en el fondo, muy en el fondo, ese toque me gustaba? La respuesta era simple. Era un desconocido

Había olvidado completamente mi propósito para con Colin que era echarle de aquí. Pero después pensaba en todo lo que había hecho por mí: traerme de vuelta de la fiesta en estado ebrio y procurar que mis abuelos no se enterasen, defenderme de Ethan en la heladería, curarme un tobillo, defenderme de nuevo de un tipo con las manos tan largas y volver a defenderme de Ethan, con paliza incluida. Todas esas cosas hacían que me olvidara un poco de mi malvado propósito y que me interesara por Colin. La pregunta era, ¿interés por él mismo o por las sensaciones que me despertaba?

Joder, tenía millones de sensaciones y de dudas en mi cabeza que no podía resolver

"No, ya basta"

Tenía que despejar mi mente como fuese así que cogí una camiseta deportiva en rosa y unos shorts a juego, me calcé mis deportivas y salí por la puerta dispuesta a dejar de pensar más en el chico que dormía delante de mi puerta

Varias horas más tarde (no sé cuántas) me encontraba muchísimo mejor y más despejada. Lo único que quería era llegar a casa, darme una ducha y tomar una tortitas con sirope de arce. Recuperaría las calorías que había ganado, pero me daba igual. Estaban tan ricas...

Cuando llegué al porche, me sorprendí al ver a Lana sentada en la escalera jugando con Tayron y Sophí. ¿Qué hacía aquí?

-¡Sam! -me saludó

-Hola, Lana. Te daría un abrazo, pero estoy pringada en sudor

-Sí, ya veo... -puso cara de asco

-¿Qué haces aquí?

-Venía a ver cómo estabas. Había llamado antes, pero tu abuela me había dicho que te habías ido a correr al lago y que no sabía a qué hora llegarías. Te llevo esperando aquí dos horas y media

Miré el reloj de Lana, ya que yo no llevaba. Me había ido al amanecer y ya era pasado el mediodía. ¡Se me había volado el tiempo! Y también mis tortitas

-Perdona. Ya sabes que se me va el santo al cielo cuando hago ejercicio

Entramos las dos en casa y mi abuela nos recibió con el delantal colocado y un paño en el hombro

-Pero, ¿dónde te habías metido, cariño? Cuando entré en tu cuarto y no vi tus zapatillas de correr, supe que te habías ido al lago, pero no que ibas a estar tanto tiempo fuera

-Lo siento, abuela. Ahora mismo voy a ducharme. No tardo nada

-Muy bien, pero si vas a ducharte en el baño del pasillo, coge las toallas verdes

Lana y yo subimos a mi habitación mientras me hacía el tercer grado por el camino

-¿Qué pasó con Ethan?

-Pues el muy idiota me arrinconó en la disco, ya te lo dije

-Lo que me refiero es a qué te dijo

-Pues que le gustaría que bailase desnuda para él. Estaba borracho, así que eso es normal en él -saqué mi ropa interior del cajón

-Será cabronazo... ¿Y en qué momento entró Colin en acción?

-Pues justo a tiempo. Se pelearon de lo lindo. Tuve que parar a Colin para que no se pasara con él

SIN IDENTIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora