Capitulo 26: "¿Romeo y Julieta?

1K 63 3
                                    

Colin se puso su camiseta, se subió los pantalones y me ayudó a bajar de la mesa con cuidado. Luego me ofreció mis braguitas para que me las pusiera. No sé por qué, pero este simple gesto hizo que me diera muchísima vergüenza estar delante de él. Y eso después de todo lo que habíamos hecho antes

Colin me miró aún con esa sonrisa en la cara y los ojos brillantes. Yo me apoyé en esa misma mesa y desvié mi mirada y mi sonrisa tímida al suelo, con mis mejillas completamente rojas por la situación. Había admitido que esto no había sido un error, que quería hacerlo igual que él. Había admitido que quería estar con él

Sentí a Colin delante de mí. Él me cogió de la barbilla y la alzó para que lo mirase a los ojos. Unos ojos que me hipnotizaban cada vez que los miraba

-Me pasaría la vida mirando tus ojos del color del mar, Sam. Nunca me cansaría de ellos -yo me sonrojé aún más

Al momento, Colin se acercó a mí y plantó un tierno y dulce beso en mis labios, sujetando mis mejillas para profundizarlo. Yo lo agarré de sus costados y lo atraje un poco más a mí. Ahora estábamos pecho con pecho. Cuando él se separó de mis labios para coger ambos aire, reposó su frente sobre la mía, nariz con nariz

-Sam, -susurró- no quiero separarme de ti. Quiero estar contigo. Siempre

Esas palabras hicieron que mi corazón se hinchase y que las mariposillas de mi estómago empezasen a rebolotear de forma histérica

-Yo también lo deseo, Colin, -cogí sus mejillas y lo separé de mí para mirarle a los ojos- pero no podemos estar juntos

-¿Por qué no?

-Por mis abuelos. Si descubriesen que tú y yo tenemos algo, te echarían de casa de inmediato

-Me da igual. Estaría fuera de esta casa, pero estaría contigo aún así

Me separé de él para poder tener algo de espacio para pensar en cómo explicárselo. Cuando estaba junto a él, en sus brazos, me era imposible hacerlo

-No lo entiendes, Colin. No sólo te echarían, se encargarían de que no te volvieras a acercar a mí

-Pero ya eres mayorcita para tomar tus propias decisiones y estar con quien quisieras -empezó a desesperarse

-Cómo se nota que no conoces a mis abuelos... Mi abuelo buscaría la forma de que estuvieras alejado de mí, incluso de esta casa

-Yo... no lo entiendo. Pero si tus abuelos son muy amables conmigo

-Pero sigues siendo un desconocido sin identidad, Colin

-Así que aún así no se fían de mí -Colin bajó la mirada de forma afligida. No me gustaba verle así

-Pero yo sí lo hago -acaricié sus mejillas un poco barbudas- Plenamente -solté una pequeña risita- Es curioso que la primera persona en odiarte es ahora la que más confía en ti, ¿no crees? -pregunté divertida. Colin sonrió

-Sí, es bastante irónico

Le besé en los labios dulcemente, disfrutando de su suavidad

-Colin, tienes que entenderlo. No soportaría que te fueras -mis ojos se volvieron llorosos

-Yo tampoco podría separarme de ti -acarició mi labio tembloroso de forma sutil- Me es imposible. Desde cuando Lana me llamó para sacarte de esa maldita fiesta. En ese momento, prometí protegerte de todo y de todos. Y simplemente no puedo dejar de hacerlo

-Mi caballero de brillante armadura... -sonreímos ambos- Dios, ¿qué vamos a hacer ahora?

-Podemos ser como Romeo y Julieta

SIN IDENTIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora