Capítulo 5. Fear

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Pov's Barbara

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Pov's Barbara.
No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, ¿así era esto lo que ocultabas? ¿Así que boxeador Stephen? No te lo niego siempre sé te dio bien eso de patear culos ahora lo haces pero ganas pasta.

Lo que me sorprendió aquí era con la gente que estaba, discretamente me pongo la capucha de la sudadera para que no se le viere tanto el rostro, llegó a reconocer perfectamente una larga cabellera gris y sus grandes ojos verdes la miró por unos minutos y vuelvo a mirar a stephen el cual seguía sin darse cuenta de mi presencia, sus musculos tonificados y fuertes, su cabello mojado algunos de sus mechones estaban pegados a su frente, su piel llena de tatuajes analizó cada uno de ellos sin duda mi favorito sería el de su espalda, una calavera nunca me dijo que significaba pero si que era mi favorito, suspiro por dicima vez sentía un calor envadir mis mejillas teñiendolas de rojo intenso.

La pelea termina miro atenmente al perdedor demon, conocía como eran sus golpes su manera de pelear, y sus lunares que parecían una constelación de estrellas, quisiera que no fuera el pero esto tenía su pequeño lado bueno si el sabia que démon estaba aquí podía hablar con el. Ahora lo que me ponía nerviosa era otra cosa era Stephen mirándome con una mirada asesina yo le doy una sonrisa dulce, el sólo suspira y hace señas de que lo esperé afuera por una vez en la vida le hice caso, sabía que estaba enfadado y si yo no le hiciese caso se enfadaría más.

Al salir de allí me topé con alguien que esperaba hace un tiempo, su cabello rubio y sus ojos de diferentes colores me veía con una sonrisa no pude evitar sonreír al verle.

- Vienes a por demon. - dije afirmandolo.

- Si mi reina. - dijo con su voz grave con su acento francés.

El se acerco a besarme, sus labios voluminosos y suaves se unieron a los míos, intente no temblar después de todo aquello sabia verdaderamente quien era y lo peor es que me gustaba ese lado suyo, me separó algo nerviosa.

- No le hagas daño, por favor Adam. - le suplique con la mirada, y si estaba loca por dicir aquella barberidad pero estaba no lo hacía por demon lo hacía por stephen.

- No empecemos barbara, te quieren hacer daño es que acaso no te das cuenta. - dijo con impotencia en su voz fija su mirada en mi, yo solo digo que si con la cabeza algo abrumada.

- Por favor no le hagas daño, creo que mi hermano está metido en esto y no quiero que le hagan daño. - dije siendo sincera, me miró por unos pequeños segundos a los ojos y se dicido a hablar.

- Solo porque tú me lo pides pero si vuelve acercarse a ti no me podré controlar.

Miro perdida en sus ojos, siempre me dieron curiosidad, traismetian muchas cosas y ninguna de ellas eran buenas, veo por el rabillo del ojo que stephen se acerca al instante me alejo un poco de Adam el hace una mueca.

- Ne t'éloigne pas de moi je n'aime pas ça, demain va dans la forêt je dois te montrer quelque chose. ( No te alejes de mí no me gusta, mañana ve al bosque tengo que enseñarte algo) - dijo volviéndose acercar a mi sorrandome al oído.

-  Je t'aime. (te quiero) —  dijo apartándose de mi sí no antes sin darme un corto beso en la frente el se aleja de mi haciendo que por fin pueda respirar.

Espero un rato recostada en la pared hasta que sale stephen el cuál estaba cambiado y tenía el cabello mojado, se me veía muy enfadado nunca lo había visto tan furioso.

- ¿Subes o qué?. - dijo apoyando en la puerta del coche que era un taxi el me da una mirada detenida.

- Te juro que tuve cuidado - dije avisándole - me llevé tu moto. - dije acercándome a él.

- Bien tú en el taxi y yo en la moto.

- ¿Me vas a dejar sola?. - dije con temor

- ¿No dicias que eras independiente y que no necesitas mi protección? Es solo un taxi no te va a pasar nada, es mucho peor ir en moto si ni siquiera sabes manejar un coche. - dijo alejándose de mi, acerco a su moto y arrancó se fue sin déjarme hablar.

No le tengo miedo a las bestias ni a los monstruos, pero como toda persona tenía miedo.

Tengo muchos miedos y uno de ellos era quedarme sola, y que nadie me quiera por lo que estoy viendo queda poco para que se haga realidad.

Subí al taxi algo nerviosa, la última vez que me subí a uno no me fue tan bien, los recuerdos invaden mi mente, intentó sacarlos de mí mente, no quería recordarlos por ahora.

Estaba hundida en la mierda y todo esto era mi culpa en que momento me fui de intercambio, en que hora dicidí ser novia de Jacob, en que hora conocí a Adam, en que hora conocí a mi propio asesino, en que hora dicidí enamorarme de mi propio hermano.

Estaba en un pozo sin fondo, sentía que nadie me podía sacar de aquí.

Cualquier persona en mi lugar se acabaría suicidado, no digo que esté mal yo misma lo intente pero quiero luchar, quiero enfrentarme en esta guerra de bestias.

Llego a mi destino, busco en el bolsillo de mi chaqueta para darle el dinero al taxista, cuando me desponia a darle el dinero este se negó.

- No, na hace falta ya me pagó tu hermano. — dijo haciendo una mueca de negación.

- Okay, bueno gracias y adiós. — dije bajándome del coche rápidamente.

¿Como ese hombre sabía que stephen era mi hermano? Por si fuese poco tenía un tatuaje de una serpiente idéntica a la chaqueta de cheryl y demon. Podía ser casualidad pero sinceramente no lo creo.

Me volteó y directamente mis ojos se van a stephen el cual me seguía viendo pero sin ninguna expresión estaba apoyado en su moto con una chaqueta de cuero negra con detalles azules, me acercó con una pequeña sonrisa nerviosa y el se aleja entrando a casa.

Camino ahora con dirección a la puerta, entro lo primero que veo es a stephen subiendo las escaleras.

- Lo siento vale, sólo  me preocupe por ti, entiéndeme ya no eres el mismo que antes no me cuentas nada de lo que te pasa. — dije clara y directa, espero unos segundos a que diga algo en cambio sigo subiendo las escaleras.

- Es que no te vas dignar a hablarme. — dije molesta con el ceño fruncido, Stephen se da la vuelta sin ninguna expresión, baja un par de escaleras y se apoya a la pared.

- Vale entiendo que tú te preocupes por mi pero no te hagas la santa tú también me ocultaste muchas cosas y no fui detrás de ti en busca de explicaciones y sí piensas que te voy a dar explicaciones de lo que hago o dejo de hacer espera sentada no vaya ser que te canses. — dijo sin ninguna expresión pero se veía molesto y depcionado, ahora la que subía las escaleras era yo.

Al llegar a la habitación me siento en el suelo de mi cuarto, no podía creer que ya sabía la verdad miedo corría por mis venas, ¿que pensaba ahora de mi?.

Mis inseguridades y miedos invaden mi mente y mi corazón, miró por la ventana pensado en que si debería hacerlo, sólo tenía esta opción.

" Ella tenía miedo.
A que le hagan daño.
A qué le duela  de nuevo.
A que alguien entre en su corazón y salga dando un portazo.
Ella tiene miedo.
A sí misma, a dejarse llevar y que toda la luz se convierta en penumbra para terminar en oscuridad.
Ella tiene miedo.
Pero, amor, ¿Quién no lo tiene?"

Pasión Prohibida CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora