2. Conocer.

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Luego de su segunda lata vacía, abandona su rincón para ir al baño. En el camino se tropieza con Arthur. El moreno es mucho más alto y corpulento que él, por lo que casi pierde el equilibrio. Arthur lo sujeta evitando que se precipitara al suelo.

—Lo siento, Lou. No te vi. —Dice con una media sonrisa y se aleja hacia la dirección contraria. Louis lo mira y se pregunta cómo es que el escocés terminó tan golpeado aquella vez siendo que era básicamente un manso cordero la mayoría del tiempo.

Era mediados de marzo.

Louis estaba en la banca del parque cercano a su departamento. Harry estaba jugando fútbol o intentándolo, a unos metros de él. Louis tan sólo le animaba en cada ocasión.

Escuchó el teléfono de su novio sonar y le miró interrogante. Harry asintió y Louis contestó la llamada.

—¿Si?

—¿Harry?

—No, soy Louis.

—Uhm, ¿eres su novio?

—Sí, lo siento, ¿quién eres?

—Arthur. —Dijo la voz al otro lado del teléfono para identificarse. Louis había escuchado de Arthur, sabía que Harry le conocía de sus vacaciones en Escocia—. ¿Harry está por ahí?

—Uhm, sí. —Louis le hizo señas a Harry para que se acercara y el chico lo hizo de inmediato ignorando las protestas de los demás chicos—. Espera un momento.

—¿Qué sucede, Lou? —Preguntó casi sin aliento cuando llegó hasta la banca. Louis le tendió el teléfono y Harry lo miró con el ceño fruncido—. ¿Quién es?

—Arthur.

Harry contestó el teléfono de inmediato, caminando de un lado a otro mientras hablaba. Fragmentos de la conversación es lo único que Louis recuerda. Frases como: ¿Por qué no me avisaste que vendrías? ¿Estás ahí ahora? ¿Qué hiciste qué? Joder, eres un idiota.

Louis miraba a Harry caminar y caminar, poniéndolo nervioso. Suspiró y le indicó el lugar a su lado.

—¿Quieres sentarte? —Gesticuló en su dirección y Harry asintió sentándose a su lado. Louis se acercó casi inconscientemente y el más alto lo rodeó con su brazo. Se quedaron así durante un rato hasta que finalizó la llamada. Louis lo miró con curiosidad—. ¿Qué pasó?

Harry acarició su mejilla. Probablemente tenía la nariz roja debido al frío y por eso, Harry le dio su abrigo antes de responder.

—¿Recuerdas a Arthur?

—Tu amigo de Escocia. —Harry asintió y Louis se alegró de poder recordarlo—. Sí, hablaste de él.

—Bien. Está en Londres. —Suspiró mirando hacia la cancha donde el partido que había dejado continuaba su curso.

—¿Dónde? —Entonces fue el turno de Louis de fruncir el ceño. Sabía que el lugar en dónde se encontraba su amigo lo había turbado.

—En el hospital.

La manera en que lo dijo, como si estuviera cansado y decepcionado, lo sorprendió.

—¿Y qué seguimos haciendo aquí? Vamos a verlo. —Sugirió Louis de inmediato.

—No hace falta. Ya le han dado el alta, luego irá a la comisaría.

—¿Por qué? —Louis parecía más impaciente por saber cómo se encontraba él que Harry—. ¿Qué ha hecho?

—Se ha metido en una pelea. —Volvió a suspirar agarrando su bolso—. Iré a verlo en un rato, antes tengo que llamar a Ben. No tienes que venir si no quieres.

Louis negó de inmediato poniéndose de pie.

—Sí quiero. —Tomó las manos de Harry entre las suyas. Estaban heladas. Aunque Harry no se lo dijera, Louis sabía que estaba nervioso. Se acercó más y besó sus labios con ternura, mostrándole su apoyo.

—Gracias. —Susurró entre su beso. Louis tomó su mano y Harry se dejó guiar por él.

Cuando llegaron a la comisaría con Ben, éste arregló los papeles para la liberación de Arthur y Louis insistió en ayudar a pagar la fianza. Sabía que Harry no podría pagarla por sí mismo en su totalidad.

Arthur salió básicamente a rastras. Su ojo derecho estaba hinchado, su labio estaba destrozado, su mejilla estaba entre un color grisáceo y morado. Sostenía su peso con dificultad, había recibido una puñalada cerca de las costillas pero la herida ya había sido saturada. Los demás hematomas en su abdomen y espalda, eran superficiales.

Harry y Louis lo cuidaron en el departamento de Louis, que era much más cómodo. Arthur les contó que llevaba menos de una semana en Londres. El día que llegó había decidido ir a un bar porque su novia le había terminado poco antes de subirse al avión. Muy ebrio y despechado, golpeó a un tipo demasiado vengativo para su gusto y acabó moribundo en el hospital.

Un mes después lo ayudaron a conseguir un departamento. Estaba en Londres para estudiar su maestría en ciencias políticas. Bastante irónico.

Louis llega a la conclusión de que es imposible terminar de conocer a una persona, mientras cierra la puerta del baño.

Abre el grifo, evitando desperdiciar demasiada agua se lava las manos y echa un poco de agua a su cara. Evita mirar su rostro en el espejo, sabe lo que verá.

Cierra el grifo y sale del baño. De repente se siente asfixiado.

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