Prólogo.

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Sábanas tiradas por el suelo, respiraciones agitadas y un sepulcral silencio que era interrumpido por los cuerpos que estaban teniendo sexo en aquella habitación.

La luna siendo la única fuente de luz en ese lugar, a su vez, siendo la única testigo de la unión de ambos cuerpos. Jadeos, gemidos, gruñidos y maldiciones podían apreciarse si se escuchaba con atención en aquel lugar.

Dos cuerpos juntos que jugaban amarse en la soledad de una habitación, dónde al caer la medianoche olvidaban el juego de odio mutuo y permitían perderse entre ellos.

Porque a ambos les gustaba después de la medianoche.

After midnight [Dowoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora