― ¡¿Bielorrusa, que mierda le dieron de beber?! – grito mirando el estado en el que se encontraba el soviético –
― Solo fueron unos intentos de "coctel" – dijo apenado – no pensé que se colocaría así –
― ¿Que tenía ese coctel? – Gruño al ver como su cuñado se encogía de hombros evitando le la mirada – está bien déjalo, al menos lo has traído completo –
― Bueno... - camino rápido a la salida – aún tengo varios a quien llevar –
Bielorruso, escapo antes de que el latino retornara con los reproche.
― Vene... arh – llamo con la voz gangosa por el alcohol. Trato de caminar hacia el venezolano pero solo consiguió tropezarse con un mueble –
Estuvo a punto de caer al piso pero fue atrapado por el latino. Impidiendo que caiga al suelo.
― ¡¡Oh dios!! Apestas a alcohol Rusia –
Con la ayuda del petrolero. Rusia, pudo llegar a su cuarto. Él pensaba ir a la cama pero el venezolano pensaba distinto.
Al no tener control total de su cuerpo se le había hecho fácil a su pareja arrastrar lo al baño.
Le dejo recostado de la pared para abrir la regadera. Gruño como un oso salvaje – grrr – cuando sintió el agua fría cubrirle el cuerpo. Mojando lo con ropa y todo.
― vuelvo en un momento –
Venezuela, salió del baño para ir al cuarto del ruso. Iba a buscar le un cambio de ropa hasta que un ruido proveniente del baño le hizo regresar.
Ahogo una maldición cuando vio al cuerpo de Rusia, en el suelo. Como pudo logro levantar al casi inconsciente ruso.
― Tenías que exagerar con la bebida ¿verdad? – gruño –
Llevando lo, casi arrastras hasta la cama para tirar lo sobre ella. Rusia gruño ante la agresividad del latino.
Abrió los ojos con pesadez, al ya no sentir la camisa sobre él. Cuando logro ver bien encontró al venezolano desabrochando le el cinturón.
― Estas tan desesperado, cariño – dijo coqueto. Solo consiguiendo que el latino rodara los ojos. Al menos ya podía articular palabras coherente sin hipar –
― Lo que digas tesoro – ni siquiera le miro. Estaba más ocupado en quitar le la ropa para que no se resfriara –
Pero sin que se lo esperara Rusia, le había jalado cayendo sobre él. Antes de que se pudiera levantar, lo abrazo.
― ¡¡Suelta me!! – Chillo molesto – Rusia suelta me –
― ¡No! – Le abrazo más fuerte escondiendo su cara en el cuello del molesto latino – no te dejare ir –
― Rusia deja de actuar como un niño y suelta me dé una vez – dijo más tranquilo pero no recibió respuestas – ¿Rusia? –
― por favor, no me dejes –
― r-rusia ¿estas llorando? – pregunto, pero un gimoteo le confirmo –
― No me abandones Venezuela. Tu no... por favor –
Fue lo último que dijo antes de caer en los brazos de Morfeo. Cuando el venezolano, pudo liberar se del agarre termino de desvestir dejando lo solo en bóxer.
Acomodo bien al ruso en la cama para después arropar lo. Estiro su mano para limpiar le las lágrimas que aunque se encontraba dormido no dejaban de salir.
Se apartó con cuidado de no despertar lo. Miro su ropa ahora mojada por culpa del ruso, sin darle tantas vueltas al asunto se desvistió quedando en bóxer mando la ropa a alguna parte del cuarto.
Le daba igual donde cayera de todos modos al día siguiente ordenaría todo. Se acostó al lado del ruso, para usar lo como oso de peluche.
― (No sé, si pueda quedar me a tu lado) –
Cuando Rusia, se despertó lo primero vio fue el venezolano dormido sobre su pecho. Sonrió enternecido, con cuidado de no despertar al latino logro colocar le una almohada como sustituto.
Trato de levantar se pero un dolor en su cadera le llamo la atención. Entrecerró los ojos con sospecha mirando al venezolano durmiendo de lo más relajado.
― (¿El no habrá?) – Pensó nervioso – (No, Venezuela no sería capaz de aprovechar se de mi borrachera) –
Aunque le doliera el caminar se aguantó hasta encontrar su teléfono. Necesitaba hablar con alguien.
Esto es lo que paso antes del chat de Rusia y usa. ↑↑↑↑↑↑
