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Bueno, pensándolo en retrospectiva, haber escogido ese día para mandar todo al diablo fue estúpido, es decir había resistido días peores, pero bueno, supongo que baje la guardia. ¡Solo quería un día tranquilo!

Suficiente, que ya estoy lloriqueando, ademas  puede que sea la decima vez que repito lo mismo, pero si tomamos en cuenta que ese… mmm… llamémoslo “incidente” provoco que mi vida (que ya era extraña de por sí) llegara a nuevos niveles, me reservare el derecho de repetirlo, muchas gracias. Y aunque no me guste admitirlo, se que el apodo que usaron tuvo mucho que ver en el asunto. “Bruja”. Odiaba que me llamaran así, había escuchado eso suficientes veces, a veces en susurros y otras directo en mi cara, pero creía que había dejado todo eso atrás, en ese estúpido pueblo. Siempre he sido feliz, pero esa etapa se sentía como un mal sueño, aunque sabía que no acabaría con solo despertar.

 Y allí estaba cuatro años después, creyendo que lo había superado, pero era claro que no, no sería llamada en vano así. Supongo que si iban a llamarme bruja, entonces estuvo bien que actuara como una, ¿no?

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