5 (1/3)

411 16 4
                                    

Allan soltó una carcajada

-Bien, por más dramática que haya sido esa respuesta, necesito que seas un poco más específica – dijo

Fruncí el ceño

-No soy dramática – le dije, el levanto una ceja en mi dirección – Al menos no todo el tiempo – corregí – Pero si quieres otra respuesta, entonces quiero saber el porque

-¿Él porque?

-Si – dije – Él porqué, ¿Por qué esto me paso a mi y no a alguien mas? ¿Por qué siquiera paso? ¿Por qué dices que es normal para “nosotros”? ¿Por qué pareces saber tanto y nunca dijiste nada? ¿Por qué…?

-¡De acuerdo! ¡Ya entendí!  - dijo, volviendo a frotarse la nuca – Entonces, soy un asco para contar historias, pero si quieres saber los “porqués” creo que será mejor que te cuente la historia desde el principio

Asentí

-Bien – dije – aunque yo te podría haber dicho que el principio era un buen momento para comenzar… Pero no importa – agregue cuando Allan al contrario de darme su característica mirada asesina, se sonrojo y dejo caer los hombros – Solo estaba siendo pesada, la verdad no lo había pensado tampoco, lo siento, nervios

Trate de disculparme, nunca había tratado con un Allan tan sensible y estaba claro que no era el mejor momento para el sarcasmo

-No importa – dijo – de cualquier forma no es relevante, volvamos al tema

-De acuerdo, no mas interrupciones estúpidas – aun tenía el sentimiento de culpa, pero pronto quedo opacado por mi curiosidad

-Bien – respiro hondo y se tomo un momento para organizar sus ideas, entonces empezó su explicación

-Existe una organización – comenzó – un grupo de guardianes secretos cuya tarea, una tarea que ellos adoptaron, siempre ha sido cuidar de las personas, proteger a la humanidad de aquello que desconocen. Ellos son los evanescentes.

>Ellos – suspiro – bueno, la única manera que se me ocurre para llamarlos es “Clan”, son personas con habilidades especiales, cosas que los humanos comunes solo puedes soñar con hacer, creo que sabes a lo que me refiero – agrego, yo asentí sin hablar – Son 8 chicos, cuatro hombres y cuatro mujeres, siempre es así. Aunque todos reciben el nombre de “Evanescentes” solo unos pocos son capaces de llevarla a cabo. Siempre es una persona, un hombre o mujer en cada generación. Pero hay casos raros, casi imposibles en los que son dos quienes son capaces de lograr la evanescencia. Casos como este.

>Antes de ti, ya había alguien, otro chico de esta generación que había evanescido. Tú eres la segunda. La 9° evanescente de la generación.

Había más, mas personas que eran como yo, siempre había supuesto que no podía ser la única con estas capacidades, ni siquiera yo me daba tanta importancia, y acerté, no era la única, lo que me hizo pensar en…

-Emma – dije – Emma es una de ellos, ¿no?

Mi hermano asintió

-Lo es

Sentí que mi corazón se desplomaba

-¿Entonces siempre supo lo que yo era y jamás me dijo que era igual? ¿Por qué? – Me sentía traicionada y un nudo se había formado en mi garganta, mis palabras sonaron ásperas - ¿Por qué no me dijiste nada tú?

-Criss, todo fue porque queríamos…

-Por favor, no me digas que porque querían protegerme – dije con brusquedad – En cada libro que he leído es lo mismo, siempre es por tratar de proteger a alguien, así que déjame decirte de una vez que la mantener a alguien en la ignorancia, jamás es la repuesta Allan. Te lo aseguro, no ayuda

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 05, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EvanescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora