Capítulo 2

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Sin poder mirarla a los ojos con mi mirada puesta en el plato como en silencio hasta que mi madre habla.

-Bueno ya veo que estos días en París han valido la pena, ¿Señorita?

Una sonrisa de placer y al mismo tiempo de dolor se asoman en mi boca.

-Podemos decir que estuvo bien.

-Cuéntamelo todo como fue.

Pero como quiere que le cuente lo que a pasado me supongo que ella sabía de Cristián, pero no sabía si podía contarle que estaba James, además no podía contarle el enorme placer que me habían proporcionado y al mismo tiempo el dolor tan grande que había sentido al entender que ellos no me querían como yo a ellos, no quería recordar lo crueles que habían sido ese día en el bosque.

-Mama ¡No me jodas! no te voy a contar nada-mis mejillas se ponen tan rojas que creo que ya no se pueden poner más, un suspiro sale de mis labios, es la primera vez que le hablo así a mi madre.

Ella se queda callada y yo empiezo a avergonzarme cada vez más, mis manos están sobre mis piernas moviéndose sin parar y de repente unas carcajadas sé ella se escuchan en el apartamento y yo me contagio de ella y las dos nos reímos con ganas, saltándosenos las lágrimas.

-Tan bien estuvo ¿eh?, me alegro por ti cariño.

Pero poco a poco las palabras de Cristian retumban en mi mente.

-No te quiero Alba, te crees que dos hombres como nuestros nos enamoraríamos de ti, no nos hagas reír, es que eras tonta Alba.

Y unas lágrimas caen de mis mejillas cada vez más gordas, me contengo para no preocuparla, me levanto de la mesa y empecé a recoger, se me había acabado el apetito.

-Bueno cariño voy a ayudarte a recoger y me voy, tu padre está con Alba y dentro de un rato vendrá Mark a recogerla, nos vemos el viernes ¿Vale?

Me da un beso en la mejilla antes de irse, y cierro la puerta, me pongo de espaldas a ella y suspiro, lágrimas que llevan tiempo reprimidas salían sin parar, sin darme cuenta me voy agachando poco a poco pegada a la puerta  me quedo sentada abrazada a mis piernas y metiendo la cabeza en ellas, de repente el teléfono sonó, me levanto secándome las lágrimas de los ojos, me siento en la cama cojo el teléfono y veo que es Emily.

Uff no puedo cogerlo, no puedo mirarla a la cara después de todo lo que ha pasado con Cristián, dejo que suene y empiezo a llorar otra vez, en eso que me llega un mensaje.

-Alba llevo 2 días llamándote, sé que estas en casa, si en una hora no estas en  mi casa, te juro que voy a la tuya te agarro de los pelos y te traigo arrastrada.

Un quejido sale de mi boca sabiendo que si lo hacía y no estuviera allí, a sique me levanto lavó los dientes, me calzo las combes cojo una cazadora y jersey de cuello vuelto sin mangas finito para que no me vea el colar, que aún no estoy preparada para quitármelo, cojo mi coche y me dirijo a casa de Emily, mientras voy subiendo mi corazón no para de latir pensando que Cristián puede estar con ella en ese momento.

Emily como siempre abre la puerta sin que yo tenga necesidad de darle al timbre, mis mejillas arden y están rojas, agacho la cabeza de inmediato.

-Ha! Estás aquí ya te iba a buscar-derrápente me da un fuerte abrazo y yo le correspondo inmediatamente- entra lidia esta dentro hoy pasaremos un día de chicas y haremos una fiesta de pijamas.

Mientras que voy entrando no dejo de preguntarme por James y Cristian, espero no aparezcan, les dije que no quería volver a verlos.

-Alba bienvenida estábamos preocupadas por ti, llevamos dos días llamándote y tú, que no contestas, menos mal que tu madre nos llamó para decirnos que estabas bien, que habíais comido juntas-dice lidia con una sonrisa en la boca.

MI PERDICCION -2 TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora