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Arco de la Dimensión Infinita; start.
—Admito que Tanjiro es bueno, ¿Pero realmente tenías que dejarlo pasar con solo llevar pocos días aquí?— le pregunté al pelinegro que estaba sentando frente a mi, comiendo unos dulces. —Habían cazadores que llevaban semanas aquí...
—Tanjiro logro golpearte varias veces al entrenar, está en otro nivel comparado a los mediocres que se quedaron aquí tantos días.— respondió agarrando su vaso de té, bebiéndolo.
—Lo bueno es que ya todos se fueron con el siguiente Pilar. Aunque eso significa que el entrenamiento esta a punto de finalizar ¿Verdad?— pregunté, ahora yo agarrando unos dulces.
—¿Eso te preocupa?
—Un poco... se que llevamos entrenando durante muchos días... todos hemos mejorado mucho a comparación de antes. ¿Pero si no es suficiente?— agache la mirada mirando el dulce que tenía en la mano, algo decaída.
—Siendo sincero, no se qué pasara, si lograremos hacerlo. Pero de lo que estoy seguro es que voy a protegerte, a todos. Por un futuro mejor, para que las siguientes generaciones no tengan que pasar lo que nosotros.
—Muichiro... enserio siento que en cualquier momento me dará un colapso mental...— solté, después metí varios dulces de manera rápida a mi boca. —Además nuestra pequeña reunión con los Pilares hace rato me puso más nerviosa. ¿Por qué Oyakata-sama no desea tener algún guardián?
—Bebe un poco de té, ¿No es tu favorito?. Tal vez te ayude a relajarte.— contestó mientras reposaba su rostro en sus manos, mirándome preocupado. —Yo también quisiera saberlo, al menos un Pilar sería suficiente pero Oyakata-sama es algo... estricto con eso.
—Si Shinazugawa-san estaba tan preocupado por eso debe haber pasado algo... alguien debería proteger a Oyakata-sama ya que esta débil...
Antes de que Muichiro empezará a hablar un cuervo se acercaba rápidamente.
—¡¡Llamado de emergencia!! ¡¡Ataque a la residencia Ubuyashiki!! ¡¡Ataque a la residencia Ubuyashiki!!
Ambos al oír eso nos levantamos inmediatamente, el vaso que estaba medio lleno en la mesa se cayó y se rompió, derramándose por completo, comenzamos a seguir al cuervo que seguía gritando lo mismo.
Mi corazón latía de manera rápida, el simple hecho de pensar en la muerte de Oyakata-sama me hacía sudar frío, estábamos algo lejos de la residencia, pensaba constantemente que no llegaríamos, sentía algo así como una presión en mis piernas que se hacía cada vez más fuerte, hasta que llegó un punto en el que no las sentía por correr de manera rápida, cuando logre ver la mansión sentí un pequeño destello de esperanza, mi velocidad fue disminuyendo al casi llegar pero de pronto toda la mansión exploto, el fuego se iba expandiendo rápidamente,y el humo comenzaba a notarse por el cielo.
