- Me encontraba haciendo mi maleta para quedarme un mes supuestamente ahí en casa de mi padre.
- Ya estás lista cariño.
- Si mamá, pero enserio no me puedo quedar aquí sola.
- Tienes apenas 20 años ni sabes cocinar.
- Y? Tengo dinero puedo pagar mis comidas.
- El dinero no es para siempre, ya mete tus maletas en el auto.
- Si mamá.
Metí todo en el auto yo no quería ir pero tenía que apoyar a mi madre por su trabajo.
- Listo.
- Bien vamos cariño
Fuimos en camino a la casa de mi padre y yo seguía convenciendo a mi madre que si me podía quedar sola, no me gustaba ir ahí.
No me gustaba ver a esa señora y menos a sus hijos. Mientras convencía a mi madre ya habíamos llegado, ya no tuve de otra.- Hola, mira cómo has crecido. Ya llevaba creo que ¿4 años? Sin verte.
- Ya...
- Si... Emm pasa.- el hizo como una seña para que pase.-
- Hola Claudia.
- Hola Gabriel, tuve en convencer a ______ para que venga. No quería venir.
- Si ya me imagino, gracias ojalá te vaya bien en tu viaje. - mi padre le dio un beso en la mejilla a mi madre.-
- Si, papá me ayudas a llevar mis maletas.-extendi las maleatas-
- Si. - el las agarro.-
Yo voltee hacia mi madre y le di un beso en la mejilla el lado contrario en donde le dio mi padre a mi mamá. E inmediatamente le limpie el lado donde mi papá le beso a mi mamá.
- Que asco dejo todas sus bacterias.
Mi madre simplemente río a tal comentario.
- Se nota el odio hacia tu padre.
- Si...
- Bien me tengo que ir adiós cariño.- ella me devolvió el beso.-
- Adiós mami, dije en voz baja.
Yo entre a su casa y veía tranquilidad, no estaba ni su esposa ni sus hijos.
- Estás sol...-Me interrumpieron la frase-.
- Cariño... Oh _____, no sabía que venías, ¿Cómo estás? - ella se acercó para abrazarme.-
- Evite el abrazo- Si, hola.
- Si claro, ya sabes dónde es tu habitación, sube.
- Si gracias Ana.
Mientras subía oía como Ana hablaba con mi padre del porque estoy aquí, al parecer mis padre no le avisó.
[Gritos]
- MAMÁÁÁ, Gael rompió mi muñeca - dijo la menor llorando.-
- Ella no me la quería prestar.
Yo solo oí lo gritos y cerré rápido mi puerta no toleraba los gritos de niños chicos.
Al poco rato mi hermanastra entro a mi habitación para saludarme, se le podría decir que ella es la que más aprecio tengo ya que ella si se parece más a mi que el otro niño. Mi hermanastra entro para saludarme y me dio un abrazo yo se lo devolvió y estuvimos hablando de cosas sin sentido.