Me levanté con el sonido de mi alarma, me sentía horrible, tenía un dolor de cabeza realmente insoportable, me dolía igual el estómago, más bien todo el cuerpo me dolía, me levanté, apague la alarma y fui a desayunar.
- Hola querida - dijo mi padre atrás de mi.
- Hola...
- Te ves muy agotada, ¿Estás bien?
- La verdad no, me duele el cuerpo y la cabeza, el estomago, todo.
- Ay hija, ¿Quieres faltar hoy?
- La verdad es que si, pero no sé, quiero ir pero estoy demasiado cansada.
- Hija falta hoy a clases, estás muy mal, iré al trabajo. En la tarde cuando regrese te llevaré al doctor.
- Claro padre, gracias... Pero no quiero estar con ella...
- Tranquila, hoy casi no va estar en casa. Ahorita se fue a llevar a tus hermanos a la escuela.
- Okey, adiós.
- Adiós.
Ya llevaba un mes en la casa de mi papá ya me quería ir, mi madre dijo que en un mes iba estar aquí pero no a regresado.
Tome mi teléfono y le llame diciéndole cuando venía. Dijo que ya terminaba su trabajo más tardar ya estaría de regreso en una semana.
Fui a mi cuarto por lo cansada que estaba, deje mi teléfono en un lado e inmediatamente quedé muerta.
Me levanté como a las 12 de la tarde y tome mi teléfono ya me sentía un poco mejor, note que tenía miles de mensajes de Valeria y como 50 llamadas perdidas, entre al chat y leí los mensajes. La mayoría de los mensajes era ¡¡___!! ¡____!, Y uno de las decía "Natalan está en la puerta de nuestra universidad".
Me levanté de golpe y solo deseaba que haya sido una maldita broma, pero Vale me envió una foto con el y de el en la puerta de nuestra universidad. Parecía realmente un maldito chiste.
Lo más rápido que pude me vesti y fui a la casa de Valeria.
- ¡¡____!!, ¿Por qué no fuiste a la universidad?, No sabes de qué te pediste.
- Si lo vi, dios te envidio.
- Jajaja, adivina con quien se vio.
- Con Emma - dije en un tono de burla.
- Exacto, muchas personas lo reconocieron no esperaba eso.
- Enserio un día que faltó a clases y me pierdo de todo lo bueno.
- ¿Por qué faltaste?
- Me sentía horrible, dolor de cabeza, bueno dolor en todos lados.
- Entiendo, ¿Y que ya te sientes bien?, Veo que hasta vendiste corriendo.
- Se me quitó el dolor al leer los mensajes créeme.
- Bueno, ¿Te pareces si vamos al centro comercial?
- ¿A que?
- Que tal si ves a Natalan ahí.
- Me encanta la idea de ir al centro comercial, vamos.
- Si, le avisaré a mi mamá.
- Ok, apúrate.
- Listo vamos.
- Vamos.
-
Cuando llegamos al centro comercial, nos metimos y estuvimos viendo la ropa o haciendo cualquier cosa. Ya nos íbamos a ir, solo que a lo de último íbamos a tomar una malteada y al cine.