연인- ガチャ(Novio-gacha)

Gacha-8 🕹️

Jin llegó a su departamento en menos tiempo de lo planeado, ingresando al ascensor como si de un torbellino se tratase. La poca gente que había alrededor quedaron atónitos ante el semblante y la actitud del vecino más respetuoso que habían conocido.

Al estar dentro del ascensor y apretar insistentemente el piso 7, maldiciendo vivir en un piso tan lejano o maldiciendo la lentitud del ascensor, o quizás un poco de ambos.

—¿Por qué no escogí el primer piso? Todo por querer ese estúpido balcón— pensaba con rabia e impotencia.

Una vez en el piso correcto se apresuró a presionar el código en la entrada de su puerta, para al fin ingresar a su departamento.

Con delicadeza acostó a Tae en el sofá, corriendo de inmediato por algo unas cobijas y un poco de agua.

Al regresar con todo, se quedó congelado al ver que Tae no despertaba y su mente le estaba jugando sucio con pensamientos negativos.

Su corazón comenzó a doler aún más y la desesperación de no saber qué hacer para ayudarlo, estaba matándolo.

Unos gritos en su puerta lo trajeron a la realidad, más el sonido del panel en su puerta. Avisando que alguien estaba por ingresar.

Pues sus amigos habían llegado no hace mucho y como el portero los conocía y había visto a Seokjin cargar a alguien, bastante preocupado. No dudó en darles paso hacia los ascensores y gracias a que Yoongi conocía el código de entrada desde esa vez que estuvo por hacer algo estúpido, por culpa de un estúpido; pudieron ingresar de inmediato.

Yoongi fue al primero que vio cargando un gran conservador rojo y su mirada cargada de enojo que juraba veía fuego en ellos.

—¡¿Y a ti que carajos te pasa?!— se acercaba vociferando a diestra y siniestra, mientras los demás luchaban con mantener la puerta abierta y seguir metiendo más conservadores llenos de comida.

Seokjin no escuchó palabra alguna, seguía en Shock por lo de Tae y al notar a su amigo — quien era enfermero — soltó la cobija que traía en la mano y corrió hasta Yoongi tomándolo temblorosamente de las manos.

—¡Yoongi! ¡Ayúdame por favor, ayúdame!— rogaba con los ojos volviendo a derramar lágrimas.

Yoongi pasó de estar furioso a estar completamente asustado por la actitud del mayor.

—Cálmate, vamos respira. Dime qué pasa— trató de calmar a su amigo suavizando su voz.

Jin sólo dio un paso a un costado para develar un cuerpo tendido en su sofá.

Yoongi abrió los ojos de par en par, no entendía lo que pasaba, no conocía al chico y se estaba imaginando un sinfín de terribles escenarios para tener a su amigo como estaba.

—El… Yo… estaba… estábamos… y… un auto… — tartamudeaba Jin sin lograr articular ninguna oración coherente. Otra vez ese dolor en su pecho se acrecentaba.

Yoongi le pedía que se calmara, ayudándolo a controlar su respiración. Los demás amigos miraban la escena espantados, ni en esa trágica noche Jin había estado así.