Capítulo 1

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¡Aaaaaaaaah! ¡Cuidao! - gritaba sin parar.

Es lo único que podía gritar mientras bajaba por la nieve intentando no comerme a nadie por el camino, ¿en que momento me pareció buena idea decirle que si a Ricky para venir a la nieve si no se esquiar?

Flashback
La semana antes.

- Va, Mimi, por favor.

Ricky no paraba de insistir en que fueramos el fin de semana a la Sierra a esquiar, le había dicho muchas veces que a mi lo de esquiar no se me daba bien, pero no parecía convencerle esa respuesta y no iba a parar hasta que le dijera que si.

-Vale Ricky, cállate ya - dije para que se callara de una vez viendo como su cara se iluminaba por la felicidad.

- ¡Gracias! ¡Gracias! - dijo mientras me abrazaba ilusionado.

Fin del flashback.

Realmente veía mi vida pasar con cada persona que me cruzaba y le gritaba, hasta que sin darme cuenta y sin poder esquivarla, me llevé por delante a una persona que no me escuchó al gritarle, haciendo que parara en seco.

- ¡Auch! - me quejaba por el golpe que me había dado. Miré a mi alrededor y la vi boca abajo sin moverse. Me levanté como pude y corrí hacia ella.

-¡Ey! ¡Ey! ¿Estás bien? - decía mientras la zarandeaba para que reaccionara.

Se removió un poco desorientada, intentando enfocar los ojos, que se encontraron con los míos justo cuando los abrió.
Ojos grandes y marrones que por el sol brillaban de una manera hipnotizadora.

-¿Qué ha pasado? - su acento entró por mis oídos e hizo que saliera de mi burbuja.

-Lo siento, he perdío el control de los esquís y tú no me escuchaste al gritarte y te has chocado conmigo - dije ayudándola a levantarse - ¿Estás bien?

- Si, bueno, me duele el brazo, pero estoy bien, gracias - dijo sonriéndome.

Era la primera vez que le veía la cara al completo y he decir que era muy guapa, pelo rubio y rizado que caía por ambos hombros, mandíbula marcada y con un eyeliner perfecto.

- A ver si tenemos más cuidado la próxima vez, ¡chica! - ambas nos reímos.

- Tienes razón, la culpa es de mi amigo, que me convenció para venir - dije suspirando - ¿pero tú estás bien? Menudo golpe te habrás dao.

- Si, estoy bien, no te preocupes - dijo quitándole importancia.

-¡MIMI! - escuché a Ricky gritar desde lo lejos - Maricona, que susto me has dado - dijo mirándome y luego mirando a la chica que tenía al lado - ¿interrumpo algo?

-No Ricky - le miré amenazante viendo sus intenciones - Cuando he perdío el control, me la he llevao por delante - le explicaba a Ricky, mientras la chica asentía.

- ¡Hostias! ¿Y estás bien? - le dijo mirándola.

- Si, si, no os preocupéis - le dijo sonriendo de nuevo - bueno, debería irme que estarán preocupados - dijo mientras cogía su móvil y llamaba a alguien.

Después de unos cuántos "lo sientos" por mi parte, nos despedimos y Ricky y yo nos dirigimos hacia el hostal que habíamos alquilado para pasar el fin de semana.



Volví con mi hermano y mi cuñada, que me esperaban justo donde los había dejado justo antes de chocar con la chica y rodar con ella montaña abajo.

Me quedé un poco en shock al verla junto a mi, sus ojos verdes habían impactado directamente en mi. Su pelo largo y rubio, brillando por la luz del sol, sus labios entre abiertos por culpa del susto.

Cuando llegué a ellos me acribillaron a preguntas y después de decirle veinte veces que estaba bien, decidimos volver al hostal, necesitaba una ducha caliente y descansar. Aún nos quedaba todo el fin de semana por delante

Y menudo fin de semana.

SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora