가족의 유대 © PAUSADA TEMPORALMENTE

Capitulo 11:Secretos revelados

Kagami se removió incómoda sobre la cama, está era una de las pocas noches en las que pudo conciliar el sueño. Tomaba pastillas para dormir, no siempre hacían efecto. Pero esa noche si. No le llevo mucho tiempo identificar porque se despertó, Felix se movía de forma frenética de lado a lado, chocando inevitablemente contra Kagami. Ella se incorporó en la cama, una capa de sudor cubría el rostro de Felix quien tenía el ceño fruncido. Tal vez estaba teniendo una pesadilla.

-Felix-Kagami tocó su hombro, sacudiéndolo un poco.

Él abrió sus ojos aguados, observando el techo de la habitación y asimilando su entorno antes de que se percate de que Kagami estaba a su lado con una mirada preocupada sobre él.

-¿Qué pasó?

No podía recordar si había tenido un sueño o una pesadilla, solo podía recordar como se sintió. No le gustó nada, no había experimentado esas sensaciones desde que era un adolescente. Desesperación, ira y confusión.

-¿Fue una pesadilla?-Insistió Kagami.

-No lo sé.

Ni siquiera habían destellos de recuerdos en su cabeza, no había nada.

-Pero estoy bien, creo que me daré una ducha-Murmuró, sentándose sobre la cama.

Era consciente de la preocupación de Kagami, en ese momento se cuestionó que tan mal se veía durmiendo como para que ella tenga esa expresión.

-Esta bien, es tu día libre. Yo que tú aprovecho a dormir y luego podemos hacer un picnic en el lago.

Felix se golpeó mentalmente, se había olvidado de decirle a Kagami que no iba a estar en el único día en el que ambos podían estar juntos. Mentirle querrás decir, dijo una voz en su cabeza. Le dio la razón de todas formas, el debía mentirle. Añadir una razón más de ser a la profunda culpa que tenía en cuanto Kagami. Ella no se lo merecía, pero debía hacerlo.

-En realidad, debo ir al hospital para asesorar a los recién graduados que llegan hoy. Necesitan mu ayuda. Pero estoy seguro de que la próxima semana Skye me cubrirá.

No pudo ignorar la pizca de decepción en el rostro de Kagami, no podía decirle que iba a ver a su madre ya que estaba seguro de que ella querría ir con él.

-Oh esta bien, aprovecharé a ir a visitar a mi madre supongo-Dijo ella.

Felix tomó su mano dedicándole una suave sonrisa. En el fondo de su mente, resonó la idea de que era el peor futuro esposo que podía existir.

La noche estaba fría y silenciosa, prendió un cigarrillo mientras observaba el asfalto. No podía dormir, la imagen de Kim muerto se impregnó en sus pensamientos sin posibilidades de querer irse por un tiempo. Le echó un vistazo a la hora mientras conducía, eran las tres de la madrugada. Nadie había notado que se había ido, al menos no sabía si realmente Rellian dormía o tan solo se encerraba en su habitación, evitó ver a Adrien así que no sabía realmente que fue de él, tan solo se mantuvo encerrada. Hasta ese momento.

Vio con desdén como solo había un farol iluminando débilmente la cabaña que solía ser su casa, irónicamente la que le había ido a encender a Aurora estaba débilmente encendida. Como si estuviera a punto de perder la poca vida que le quedaba.

Realmente no estaba segura de que hacía ahí, o que quería probarse así misma pero necesitaba aclarar su cabeza y el único lugar en el que sentía que podía usar la razón era su antiguo hogar. Entró lentamente, los peldaños crujían bajo sus pasos. Siempre odio ese ruido, más cuando se trataba de darle sorpresas a Aurora. Deslizó su dedo por el sillón húmedo a causa de la gotera sobre el, una lenta sonrisa se deslizó por sus labios cuando un recuerdo vino a su mente.