가족의 유대 © PAUSADA TEMPORALMENTE

Capitulo 2: Rellian Raiden

Audrey Bourgeois alzó la jarra de vidrio repleto de agua, vertiendo un poco del contenido en un vaso transparente. Miro el desolado descampado a través de la ventana de la cocina, sus ojos cansado parpadean con pesadez. Habían círculos oscuros que opacan su mirada que no se había logrado iluminar en años.

-Deberías ir a descansar, yo puedo lavar los platos por la mañana.

Su esposo, un hombre algunos años mayor que Audrey pero que según el testimonio de muchas personas no aparentaba su edad, se acercó a ella con delicadeza. La observo paciente, mirando su reacción. En los últimos años, debido a su trauma Audrey Bourgeois se había fortalecido por su propio dolor. A pesar de eso, aveces fallaba.

Su más reciente esposo notaba como aveces permanecía con la mirada más perdida de lo usual, probablemente recordando como había cambiado su vida en los últimos años.

-Tomaré un poco de té y cerraré el granero, voy en un momento-Respondió con suavidad.

Él asintió con comprensión dirigiéndose a pasos lentos a la habitación compartida. Audrey suspiró, poniéndose el pesado abrigo sobre sus hombros y saliendo de la casa.

La noche era fría, no era algo poco común de ver en Sparrow. Pero la primera señal extraña que se había presentado era que la luz del granero estaba apagada, eso no sucedía hasta que Audrey o su marido lo hacían por la noche. Su esposo no se había acercado al granero en todo el día, tal vez hubo un pequeño corte de luz.

Aurdrey apresuró sus pasos. Lo primero que hizo cuando entró al granero, fue buscar el interruptor con sus manos. Apretó el pequeño botón, pero el lugar permaneció igual de oscuro. Frunció el ceño, lo único que le permitía ver era la luz del farol que había afuera. Lo cual no era mucho, podía ver la mirada de los caballos.

Pero había un pequeño relincho, que Audrey identificó al instante, era de Spark. El caballo de Chloe, de su amada hija. El nunca había vuelto a ser el mismo luego de mucho tiempo, pero nunca había estado tan ruidoso como en ese momento.

-¿Spark? Todo está bien, chico.

Con las manos en el aire, tanteando las cosas que habían en el mueble de al lado de la puerta. Sus manos hicieron caer muchos objetos al suelo antes de finalmente encontrar la linterna. Apretó el interruptor, una débil iluminación emergió de la pequeña linterna. En ese momento se escucharon pequeños golpes contra el suelo, Spark emitió un fuerte ruido.

Audrey en ese momento supo que no estaba completamente sola.

-¿Quién está ahí?

Sabía que no podía ser algún ladrón, no podía encontrar nada con un gran valor en el granero. No hubo respuesta, fue en ese momento en donde Audrey levantó lentamente la linterna, recorrió a los caballos hasta que llego el turno de Spark.

Él no estaba solo, la boca de Audrey se abrió mientras sus ojos se aguaron. Había una chica frente a Spark, acariciando su rostro. Ella era de estatura media, tenía una larga falda y su cabello estaba atado con una cinta. Era Chloe.

Audrey comenzó a temblar, viendo el perfil de su hija. Creyó por un momento que era todo parte de su imaginación, que su hija realmente no estaba ahí. Era imposible. Los medicamentos le estaban jugando una mala pasada.

-Mamá.

Ella continuó acariciando a Spark, Audrey gracias a su estado de shock no pudo hacer otra cosa más que observar. La ropa de Chloe era la misma que tenía cuando la vio por última vez, estaba sucia y repleta de tierra. Su blusa blanca estaba manchada con un líquido oscuro, casi negro. Acariciaba al caballo con tanta lentitud que lograba incomodar a Audrey.