El título lo dice todo ✨. Diferentes situaciones que podrás vivir con el Maknae de BTS 🐇~
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La actualización puede ser un poquito lenta...
El equipo de mi instituto estaba jugando contra su mayor rival. ¿Que por qué estaba ahí sentada en unas gradas que me estaban dejando el culo cuadrado del frío cuando ni sé qué es un try? Jeon Jungkook, uno de los flankers del equipo. Tenía un jodido crush por él y... Se podría decir que tenemos algo. Nada serio, solo un pequeño tonteo.
-Esto es muy aburrido- soltó mi amiga Haruka.
Bueno, también es un amigo muy cercano del novio de mi amiga.
-Sé que es aburrido, pero le prometí a Jungkook que vendría a verle. -¿Y qué pinto yo aquí si mi novio juega baloncesto?
La miré con cara de asco.
-Eres mi amiga, debes de apoyarme- fruncí mi ceño. -Solo estoy aquí porque me has pagado los cupcakes sin gluten- dijo pegándole un bocado a uno con frosting rosa. -De nada, glotona- devolví mi mirada de nuevo al campo buscando a Jungkook- vas a ir al infierno por pura gula.
Alzó sus hombros en señal de indiferencia.
-Mira mi cara de problema- y le volvió a pegar otro gran mordisco.
No pude evitar reír. En ese momento un chico pasó por detrás de mí y se sentó al lado izquierdo de mi amiga, colocando su brazo derecho sobre sus hombros.
-Hola, pequeña- le dio un pico- Hola Ari, ¿Qué tal estás? -Bueno, un poco aburrida.
El chico se rió ante mi comentario.
-¿Qué comes?- le preguntó a su chica. -Cupcakes singlu- levantó uno de color azulado- pégale un mordisco, están deliciosos. -Mejor guárdatelos para ti, sé que los disfrutas mucho. -No seas estúpido, también los puedes comer, no me voy a morir por un mordisquito.
La chica se lo acercó de manera exagerada a su boca hasta manchar un poco sus labios del frosting azul. Él esbozó una pequeña sonrisa y se relamió los labios.
-Está bien.
Pegó un pequeño mordisco y dijo el típico "hmmm" abriendo ligeramente los ojos en señal de que estaba degustando una auténtica delicia. Haruka rió ante su acto y yo no pude hacer más que suspirar. Quería algo así, para qué lo vamos a negar. Alcé mi vista hacia el horizonte y apoyé mi codo contra mi rodilla derecha la cual estaba encima de mi otra pierna. Mi cabeza reposaba sobre la palma de mi mano un poco pensativa.
