•One-Shots Jeon Jungkook. BTS~

~Día de lluvia.

Estoy estresada. Llevo estudiando sociales dos puñeteras semanas, dos putas semanas. Si no apruebo este examen me quedará la maldita asignatura.
No paro de leer y releer la misma parte intentando que se me quede. Cada vez me voy estresando más y me vuelvo más borde. No sé cómo Jungkook sigue aguantándome. Dios, por favor, que acabe ya esta maldita tortura. Lo único que siento es estrés y ganas de llorar. El tiempo no me da, 24 horas no son suficientes para tantos temas y tantos trabajos.
Me puse las dos manos en ambas sienes, intentando concentrarme aún más y borrando todos mis pensamientos; pero el crujir de la puerta me sacó de mi mundo.

-Hola- dijo en voz baja.

Ni siquiera la respondí. Seguí con mi mirada pegada al libro cuando noté que unos brazos rodeaban mi cintura.

-¿Cómo vas?- dijo él posando pequeños besos húmedos por mi moflete.
-Mal, ¿no lo ves?- le dije borde. De verdad que no quiero serlo, pero es que en este instante, molesta.
-¿Cuánto tiempo llevas estudiando ya?- dijo hablando sobre mi cuello.

Sus labios hacían fricción sobre mi piel, dando leves y pausados besos.

-¿Eso que más dará? Por favor, ¿Puedes irte? Estoy ocupada.
-Deberías desestresarte un poco... Darte una pausa...- dijo bajando las manos que estaban posadas en mi cintura a mis muslos- ¿quizás descansar junto a mi?- dijo subiendo y bajando sus manos por mis muslos, llegando a la parte interna de estos y separando un poco mis piernas.
Se veían sus claras intenciones.
-Jungkook, ahora no.
-Venga, por favor. Me calenté con el maldito ordenador- dijo posando su dedo índice en mi entrada. Al instante aparté su mano de esa zona. Creo que ponerme únicamente su sudadera, fue una mala idea. No podía perder el tiempo en eso.
-No es culpa mía. Ya te puedes complacer tú solo, déjame estudiar en paz.
-Venga, va, se un poco razonable, estoy demasiado excitado, ya no me vale una simple paja, y menos hecha por mi...- dijo susurrándome al odio.
-Jeon, que me dejes en paz. No es que no quiera, no ves que no puedo- le respondí echado mi espalda hacía atrás, intentando que me soltase.
-Ya claro

-Siempre tiene que ser cuando tú quieres- dijo soltándome y echando su vista hacia la cristalera de nuestro cuarto.

Ahí fue la primera vez que levanté la cabeza del libro desde hacía más de cinco horas.
Le vi, con esas gafas que le quedaban perfectas, esa sudadera negra ancha que tantas veces me ponía. No lo pude evitar, se me hizo un nudo en la garganta y retuve el llanto.

-Yo jamás te lo niego ni aunque este editando algo para la empresa. ¿Podrías ser un poco menos cabezota? Tampoco lo hago solo por mi, ¿No ves que llevas horas con la cabeza metida dentro del libro? Que si, que muy bien que no tengas tiempo, pero así, acabarás mucho peor. Tsk- carraspeó- que más dará, te dejaré, eso es lo que quieres, ¿no?- dijo dirigiéndome una mirada que hizo que explotara a llorar.

-¡Jungkook! ¡No fue mi intención! ¡Yo no quería que te enfades!- dije levantándome de la silla y poniendo mis manos en mis ojos para intentar cubrir mis lágrimas- No puedo más con esto, me vas a dejar por ser una borde, todo es culpa de esta mierda de asignatura, me chupa el alma, la vida, hasta el oxigeno- dije llorando y exagerando todo.
-Ya, ya, Ari, por dios, relájate, aquí nadie va a dejar a nadie- dijo acercándose y abrazándome.

Me dediqué a llorar en silencio mientras él me acariciaba la cabeza.

-Vine buscando sexo y acabé consolando a mí novia cuando debería de estar enfadado, a quien se lo cuentes no se lo cree.

Pasó un par de minutos acariciando mi cabeza y mi cabello. Minutos enteros en completo silencio. Solo notaba sus manos al rededor de mi cuerpo, esas grandes y perfectas manos del chico al que amo...

-Jungkook...- le digo en bajito, con mi rostro aún escondido en su pecho.
-¿Si?- me dijo en el mismo tono.
-¿Me amas?
-Menuda pregunta más estúpida- dijo levantándome el mentón, con su mano izquierda aún en mi cintura- claro que te amo, niña tonta.
-Pero, ¿amarme para nunca dejarme?- le dije haciendo un puchero.
-Eres muy bipolar- dijo riendo- ¿Qué tal si nos vamos a dar un paseo para despejarnos? Creo que nos viene bien a los dos.
-¿Ahora? Pero Jungkookie, si está lloviendo- dije girándome para ver el reloj- ¡Y son las dos de la mañana! ¿Estás loco?
-¿También me vas a negar dar un paseo?- dijo haciendo una mueca- primero me niegas el sexo, luego un paseo bajo la luna y la lluvia; y lo siguiente ¿qué será? ¿No podernos duchar juntos?
-Bueno...- dije escapándome de sus agarres y alejándome un poco- Quizás- dije sonriendo pícaramente.
-A no, de eso nada, ¡eso no me lo puedes quitar!- dijo empezando a correr detrás de mí ya que había corrido escaleras abajo cuando vi sus intenciones.
-¡Jungkook!- dije en el suelo, debido a que me había atrapado- ¡cosquillas no! ¡Cosquillas no! ¡P-por favor!
-Solo pararé si vamos a dar un paseo y me prometes besarme bajo la lluvia- dijo divertido.
-¡Vale, vale! ¡Lo que tú quieras, pero suéltame ya!

El chico, satisfecho, me soltó, quitándose de encima mio, literalmente sus piernas estaban situadas en mi costado.

-Ven, levanta de ahí- dijo parándose y ofreciéndome la mano para subir- busca un paraguas y tú abrigo- me sonrió.

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Llevábamos una media hora andando por unas calles totalmente solitarias. La lluvia caía de forma brusca y hacía un lindo y relajante sonido sobre el paraguas. Su mano en mi cintura me acercaba a él. Solo deseaba que este momento jamás acabase, pero, dejé de pensar cuando la lluvia comenzó a chocar contra mi cabeza.

-¿Kookie?- dije girando para verle.
-Me prometiste un beso, ¿Cierto?
-A, pero que ibas en serio.
-Si, si, muy enserio- dijo sonriendo y cogiéndome fuerte de la cintura.

Posé mis manos sobre su pecho y contemplé su rostro. Los mechones de su flequillo poco a poco se iban pegando a su frente, haciéndolo ver más guapo si es que se puede. No podía parar de mirar su rostro. Era hermoso, dios, la suerte que tuve al encontrarte...

-Te amo- me dijo él, susurrando, a apenas centímetros de mis labios.
-El problema es que yo te amo más- dije para al fin juntar sus labios contra los mios.

Sonrió en mitad del beso y soltó- bajo la lluvia estás aún más preciosa- para luego continuar ese lindo y romántico beso bajo la lluvia.

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