Alma Melody Jasson no es una chica de 16 años de edad, común, ella vivió en las calles trabajando para sobrevivir cuando la tragedia le arrebato a su madre, lo único que le quedo de su madre fue su viejo violín y un collar en forma de guitarra, huyó...
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Les dejo aquí arriba "La canción de la alegría o también conocida como el himno de la alegría" la novela sinfonía de Bethoveen.
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Las clases matutinas con el maestro Jack, en maestro de música, continuaba y había tenido mucha razón desde al principio cuando me dijo que no iba a hacer tolerante conmigo. Con cada paso que dábamos era más difícil y el más exigente conmigo, me llevó a sacar una de las piezas más difíciles de Bethoveen al igual que de Chopin. Además de perfeccionar sinfonías y canciones que ya conocía, pero no había dominado por completo. Solo para dar un ejemplo La novena sinfonía, mejor conocida como "La canción de la alegría o El himno de la alegría" *
— Te voy a pedir un favor, Alma - Dijo pensativo. — Vas a venir a final de clases, tu primera Audición se acerca.
El Maestro Jack, tenía razón aquello era verdad la Audición estaba a la vuelta de la esquina. Llevábamos ya dos semanas con los ensayos por las manañas, y yo por mi cuenta regresando a casa después de la escuela, por lo cual Grace, mi madre adoptiva, había obtado por subirme la comida a mi habitación. Era día y noche lo que me dejaba totalmente agotada después de hacer mis tareas, por alguna razón en las puntas de mis dedos se habían formado ampoyas, por mantener las cuerdas del Violín por mucho tiempo.
Después de la sección con el Maestro Jack, aunque sabía el esfuerzo que estaba haciendo, el sacrificio, vi sus guantes como siempre, me hizo pensar en que yo también podía seguir adelante después de todo. después de terminar las clases yo me ponía dos horas de ensayo en mi casa, Grace, me decía que lo debía de llevar con calma ya que veía el gran esfuerzo. En muchas ocasiones me quedé dormida con mi tarea a medio hacer, lo que siempre me obligaba a despertar temprano antes de la cita mañanera que tenía con el Maestro de Música, el maestro Jack para poder hacerla. Pará hacerles sincera en ocasiones sentía que era demasiado para mí y que no iba a poder con todo lo que conlleva, además de que me estaba empezando a arrepentir de haber llenado la solicitud. Ya casi no hablaba con Marié y la extrañaba aunque ella comprendía, por el único medio que ella sabía de mi y yo de ella era por medio de mi hermano Josh.
Suspiré esto era demasiado para mí, aunque no quiero rendirme, quiero alcanzar mis sueños aquello es lo que realidad deseo. Todo es fuerza de voluntad, me repito a mi misma una y otra vez se que puedo se que soy capaz. Prendo mi Ipod y comienzo a escuchar música, es lo que me inspira a continuar además de mi madre levanto mi mirada y veo las fotos. Llevo mis manos a mi pecho y siento el collar en mi cuello, sonrió hacía la foto.
— Los haré sentir orgulloso. — dijo hacía la foto con una sonrisa.
Le subo un poco más a la música mientras que la voz de, Rihanna, con su tema Umbrella, del 2008* suena por las bocinas de mi habitación.
