Frente a ti...

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Isabella

Lo veo frente a mi completamente atónito, recibo un mensaje de los chicos, «somos libres»

—gracias Aleksander fue un gusto hacer esto contigo ya que resultaste ser la escoria de Green
—¿que es todo esto?— dice mientras su sonrisa desaparece y se torna oscuro mientras me ve con esos ojos brillantes casi profundos y llenos de confusión
—¿que no es obvio?— agrego mientras me alejo de un giro y camino a mi puerta agregando —conseguiste nuestra liberación de la detención— respondo mostrando la pantalla de mi celular

—no, tu estas expulsada... tu no...
—¿expulsada?... no se de que estas hablando— digo ladeando la cabeza y mostrándome calmada y confusa

Camino pero el me regresa de golpe parece exaltado por completo, tenia esa ira que no podía ocultar —tu no tenias permiso, el concejo jamás permitiría a que...

—¿hablas del permiso que firmo Adrein para mi salida o del que Klaus me dio antes de regresar?
—como es que— parece estar perdiendo el control por un instante, esta mas que enojado

—escucha Alek, solo digamos que el único ingenuo aqui eres tu, de verdad creíste que confiaría mas en ti que en los chicos que hicieron hasta lo imposible por traerme aqui— estamos mas que cerca y estoy lista para gritarle a la cara  mientras el me tiene de los hombros con ambas manos —creíste que los dejaría por fuera por un recién llegado que decía palabras correctas en momentos correctos, de verdad me ofendes, ¿crees que soy idiota?, tu error como el de muchos fue subestimarme, pero descuida no eres primero ni el ultimo que comete ese error

Me suelto de el de golpe y abro la puerta de mi cuarto

—me usaste— suelta en un bufido con una risita sarcástica y me ve a los ojos y agrega —eres como ellos
—no Aleksander soy peor— digo viéndolo a los ojos

—eso no se quedara asi— agrega en una inclinación hacia mi

—tu guerra es contra mi— me acerco a el para quedar de frente mientras sigo hablando
—si vuelve a dañar a los chicos no voy a mostrarte piedad

Me arranco el collar del cuello y se lo coloco con fuerza en el pecho

—no lo quiero— el lo toma queriendo tocar mi mano y entro a mi habitacion cierro los ojos mientras mi corazón esta latiendo rápidamente... todo habia salido bien gracias a mi plan despues de todo, pero porque me sentía mal al respecto    

Bell y Diez Caballeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora