Mitch y su mirada

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Entrene a Mitch con intensidad ese día, y me divertí con los chicos terminando retoques de la escenografía de la obra, mis días aquí cada vez eran mas divertidos, me sentía cómoda con todos ellos, bueno casi todos...
—Mike— dice Shin acercándose siempre con su ahgenda electrónica en las manos 
—vendrás conmigo a dejar todo a la ciudad para la feria la otra semana—
—me encantaría—

—puedes decirle a los chicos, si quieres
—sera divertido
—si si, como digas pequeño Mike, ire por un te— agrega y desliza su dedo por mi nariz y se marcha

Shin siempre tenia un gesto lindo, conmigo y me habia sorprendido mucho que el supiera que soy una chica, pero me agradaba que lo haya descubierto

Entrenamiento a Mitch
lo ataque al estomago y el no me esquiva — de nuevo— digo agitada y gritándole seriamente

Mismo ataque diferente golpe al final, de nuevo no logra esquivarme
—de nuevo—

Cae al suelo con mi golpe de piernas, y el dice —no estaré listo para mañana
—claro que lo estarás— le doy el bote con agua y lo toma molesto
—solo deja de pensar tanto
—¿como puedes estar tan tranquilo?,

Me agacho y lo tomo de ambas mejillas con mis manos
—escúchame Mitch Anderson, confío mas en ti que en mi, asi que levántate ya y deja de controlar todo y por una vez disfrútalo

logro que se levante y hago un juego de mis movimientos y el logra detener dos de mis golpes, tres, cuatro cinco y por fin logra esquivar y contratacarme

—eso es—
—ya entendi como te mueves Cap

Le lanzo un golpe engaño a la cara y lo detiene me ve con animo y al mismo tiempo feliz parece feliz, lo atraigo hacia mi y logro ponerlo de rodillas, lo tomo con la pierna y lo pongo en el suelo con un movimiento —si aun eres un polluelo, pero estas listo

—eres detestable
Lo suelto y me quedo acostada un momento en el suelo a su lado y el se levanta un poco y quedamos demasiado cerca, lo veo a los ojos 

—Cap, si pierdo crees que puedas vencerlo en esgrima
—no te preocupes por eso Mitch solo disfruta la pelea
me observaba de una manera extraña, quiza estaba preocupado, ladea la cabeza y se levanta me da la mano y volvemos al lobby donde me despido y dice —no llegues tarde

—claro que no lo haré

Bell y Diez Caballeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora