Un Centimetro

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siento el telefono vibrando en mi cara, me despierto de inmediato y abro los ojos con pesadez Shin esta llamándome «mierda me quede dormida» alumbro un poco con la pantalla, estoy dormida entre medio de todas estas chicas y una me tiene abrazada,

Cuelgo la llamada para que no se despierten intento salirme de ellas poco a poco, hasta que sin despertarlas me logro escapar, aun con los ojos entreabiertos, cierro la puerta, Shin esta cerca pero apenas y logro verlo, las tres de la mañana? ¿Que estas chicas no se cansaban? Ni siquiera se a que hora me quede dormida

Shin

Le envie mensajes a Isabella pero creo que se durmió, tenia que sacarla de alli, antes del amanecerá, eran las tres am,

Le llamo y contesta pero cuelga la llamada, parece mas adormitada de lo normal

La veo salir y trae los ojos entrecerrados, esta muriendo de sueño y jamas se habia visto tan adorable

—¿estas bien?
—si, ya ayúdame a quietarme esto, aun pica— dice con su voz suave 

La llevo al baño del pasillo y comienzo a limpiarla poco a poco, ella prácticamente tiene los ojos cerrados, ver su rostro delicado era lo mas bello que mis ojos habian visto, limpie cada parte de su rostro lentamente para seguir admirándola, estoy tan cerca, rose sus labios un par de veces, quisiera poder... yo quisiera poder... estoy mas cerca de sus labios

Ella abre los ojos y ladeo la cabeza, saliendo de mis pensamientos de inmediato

—¿ya?—
—vamos te llevare a tu habitación— digo sonriendo de lo hermosa que se veia cuando estaba dormida

salimos del baño, Isabella caminaba adelante de mi, y vi a una chica en el pasillo, tomo a Isabella y de un giro la pego a mi pecho para ocultar su rostro

—¿Lia?
—le duele la cabeza, regresa a tu habitacion yo la llevare a enfermería— digo mientras mantengo a Isabella en mi pecho y ella coloca sus manos en mi brazo y apreta por un momento

La chica se regresa a la habitacion
—eso estuvo cerca— dice mientras levanta el rostro y la tengo tan cerca que podia sentirla respirar

Mis ojos están puestos en los suyos y por un momento y yo perdí el control por un segundo, subi mi mano a su mentón y me acerque un centímetro mas a sus labios, ella abrió los ojos haciéndome reaccionar

—tienes algo en la mejilla— dije mientras limpie suavemente su rostro, me aleje de ella y agregue
—vamos, es peligroso estar aqui, te llevare a tu habitacion
—si, claro

Llego al ala real, y me dirijo a mi habitacion, pero la luz del salón esta encendida, entro y Adrein esta alli, me quedo apoyado en el marco de la puerta

—¿cómo está Bell?— dice sin verme y estando completamente inmerso entre documentos

—al parecer volviste a ser el Adrein controlador de siempre

—aléjate de Bell Shin

Suelto una pequeña risa —eso no va a pasar Adrein

Lo dejo aun en su sillón, y me retiro a mi habitacion, «lo siento Adrien, pero dejare que Isabella decida»

Bell y Diez Caballeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora