Capítulo 18

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*Narra _____*

Me desperté, seguía pensando en lo que me dijo Pablo, se que era estúpidamente estúpido hacerlo pero era una exagerada y no paraba de pensar en si me querría o solo era por ser amable. Fui hacia la cocina a prepararme el desayuno, era sábado y a Pablo le habían perdonado un día, hoy no tenia que ir al estudio, un día de "relaxing" Pablo seguía durmiendo y yo tan contenta con mi café y mis tostadas cuando oigo una voz ronca y muy sexy.

Pablo- Que, ¿a mi no me has preparado un café?

Yo- Eres mayorcito como para hacertelo tu solo ¿no crees?

Pablo- Ya, pero hoy es el único día que libro y me da pereza ir a hacer un café.

Yo- Mira, anda que no es convincente el niño ni nada.

Pablo se rió a carcajada suelta y yo como buena persona que soy fui a prepararle un café y unas tostadas.

Yo- Oye, hace tres días que duermo con tu camiseta y la verdad es que no es lo más cómodo del mundo, creo que hoy voy a comprarme un pijama decente.

Pablo- Voy contigo.

Yo- Pero hoy es tu día libre y no quiero que te la pases viniendo conmigo

Pablo- Me apetece, a demás después podemos ir a un sitio muy especial.

Yo- ¿Cual?

Pablo- Ya veras.

Yo- Que malo me vas a dejar con la intriga.

Se rió y me uní a su risa, ¿había mencionado ya que era hermosa?

Salimos después de prepararnos y fuimos directamente a un centro comercial para comprar mi pijama y alguna que otra cosilla para Pablo.

~En Womensecret~

Yo- Mira, este me gusta.

Pablo- No esta mal.

Yo- Llevamos como cinco pijamas y solo dices "no esta mal".

Pablo- Es que ninguno llama mi atención mucho, todos son como mi camiseta y unos shorts.

Yo- Pues a menos que quieras que me ponga este.

Le enseñe una percha con una pieza de linceria muy sexy que dejaba enseñar la mayor parte del pecho y el vientre.

Pablo- Ves, ese si que me llama la atención.

Yo- Pues el que me traje en un principio no es muy diferente.

Pablo- Aja...

Yo- Jajaja, anda que...

Al final elegí un pijama que estaba compuesto por un top con el dibujo de un lindo gatito y unos shorts que parecían ser muy cómodos, si dejaba enseñar todo el vientre pero no era muy sexy para el gusto.

Comimos en un bar de el centro comercial ya que nos pasamos toda la mañana comprando.

Pablo- Es la hora de irse, a ese sitio que te he dicho esta mañana.

Me metió en el coche y me vendó los ojos, estaba intrigada. Llegamos y cuando me desvendó los ojos me puse a llorar como niña pequeña a la que habían quitado una piruleta. En seguida note como Pablo me abrazaba. El sitio donde me había llevado era la academia de musica donde nos conocimos, donde comenzó todo.

Pablo- Deja de llorar, princesita te he traído a este sitio porque pensaba que te gustaría recordar momentos, no para que llores como una magdalena.

En ese momento esbozé una sonrisilla tonta y Pablo me secó las lágrimas.

Yo- ¿Maria esta aquí?

Pablo- Es a quien te he llevado a ver.

Maria había sido nuestra profesora de música.

Después de compartir momentos inolvidables junto a Maria en aquel maravilloso lugar, era tarde y Pablo me dijo que si tenia ganas de ir de fiesta, por supuesto necesitaba fiesta así que acepté.

~En una discoteca ~

Pablo- ¿No tomas?

Yo- Bueno... Solo un par de copas.

Pablo se rió y me ofreció una copa de Ron con Coca Cola. Acepté el Ron y unos minutos después pude ver a Pablo enrollándose con una chica en una esquina del local. Eso me puso celosa y aunque Pablo no era mi novio al ver esa escena me ardía el corazón, llevaba un rato largo en la discoteca y no tenia ganas de más así que me dispuse a irme cundo alguien me tocó por la espalda, me giré para ver quien era y ¡¡no me lo podía creer!! Era Alex ( el chico tan mono con el que me topé en el aeropuerto de camino a Málaga).

Yo- Alex, que sorpresa!! Has venido con tu novia?

Alex- No, lo hemos dejado, me ha engañado con otro.

Yo- Cuanto lo siento...

Alex- No pasa nada, supongo que es lo que pasa cuando dos personas que necesitan amor están muy lejos como para dárselo.

Yo- Bueno... Yo ya me iba para casa, de verdad que siento mucho lo que ha pasado, ten mi numero y ya hablaremos.

Le di mi numero y no me quedó otra que volver andando hacia casa, que por suerte no estaba muy lejos. Llegue y era tarde, como la una o así, me puse el pijama nuevo y me metí en la cama. No podía sacarme de la mente a Pablo morreandose con otra chica.

*un rato después*

Era tarde y seguía sin poder dormir cuando de repente sonó un portazo y supuse que era Pablo que había vuelto, y por los soniditos que se escuchaban no había vuelto solo. Al rato comenzaron a escucharse gemidos desde la habitación de enfrente.

* Narra Pablo*

Estaba borracho y en ese momento le estaba metiendo la lengua hasta la garganta a una chica de la que desconocía el nombre. Ella se desnudo y me quitó los pantalones en un abrir y cerrar de ojos, comencé lento para no hacerla daño y mientras nuestras pieles se rozaban dábamos pequeños gemidos de placer, fui acelerando el ritmo dando embestidas mas enérgicas y ella comenzó a besar mi cuello e intentar dominarme poniéndose encima mia, justo cuando íbamos a llegar al tope y yo iba a correrme los dos nos desplomamos y caímos rendidos encima de la cama, ella jadeando y yo con la respiración bastante agitada. Nos dormimos y la verdad aquel sexo solo había sido puro deseo y borrachera, nada de amor.

PABLO ALBORÁN & TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora