Toxic (+18) Draco Malfoy. (PAUSADA)

Chapter two

             "- Me gusta que seas obediente"

T/N

Al día siguiente me desperté con un fuerte dolor de cabeza y nauseas; tenía resaca. Me levanté despacio de la cama y me dirigí al baño, lavé mis dientes, cepillé mi cabello y aplique un poco de maquillaje en mis ojeras, pestañas y labios. Algo natural, para ocultar mi pésimo estado.                                                                            

Cubrí mi torso con un buzo grande y verde, con el logo de mi casa. Metí la parte final del buso dentro de unos pantalones negros grisáceos con dobladillo, junto a un cinto un poco más oscuro marcando mi cintura.

Me puse mi anillo de serpiente, el cual me había regalado Cissy en mi cumpleaños número dieciséis... ella merecía todo en éste mundo.

Finalmente me calcé con mis zapatillas y me dirigí a clases de Defensa contra las artes oscuras, con la profesora más insoportable e inútil que puede existir; Dolores Umbridge. Dumbledore la había presentado en la cena de anoche. Con una sonrisa sádica, ella recitó un estúpido, donde decía que ella sólo nos diría cómo defendernos y no a cómo hacerlo, ya que para ella, la práctica era innecesaria.

Entré al salón de clases y me senté al fondo. Ella se paró frente a su escritorio y con la misma sonrisa falsa de ayer, nos comenzó a explicar sobre los T.I.M.O.

-Título Indispensable de Magia Ordinaria. Mejor conocido como TIMO. Estudien y serán recompensados. Fallen y las consecuencias serán... severas.

La clase pasó demasiado lenta para mi gusto, sus clases, eran aburridas y monótonas, sumando a esto mi dolor de cabeza y las nauseas que amenazaban con salir.

Al terminar, Draco me hizo una seña para que lo espere, rodé los ojos  y me apoyé en mi escritorio para esperarlo.

Me analizó con la mirada y habló- Estás horrible.- se rió- Es decir, ya lo eres, pero hoy estas a otro nivel.-su tono era hiriente, él era hiriente.

-Por suerte, no me interesa tu opinión. ¿Qué quieres?- su sonrisa burlona se transformo en una mueca seria.

-Vamos y te cuento.

Salimos del salón y nos dirigimos a nuestra siguiente clase; herbología con los ravenclaw. En el camino Draco comenzó a explicar: -Quiero que me devuelvas uno de los favores que me debes, y  ya sé cómo- lo miré en señal de que siga hablando- Información. Espiarás a Potter y me dirás cuál es su punto débil.

-Oh, vamos Draco, supera a Harry.- me reí burlona. El sólo levantó su nariz y respondió, amenazante.

-Hazlo.

La idea de espiar a Harry no me gustaba. No tenia miedo, sólo era la inquietud de perder la poca relación que teníamos, sobre todo con Hermione.

Luego de todas mis clases fui hacia la sala común de Gryffindor e invité a Herms, Harry y Ron a merendar en el patio. Hablamos de muchas cosas e indirectamente manipulé a Harry para que me contara algo importante para él.

-Me gusta Cho Chang- dijo tímido y sus mejillas se ruborizaron.

-¿En serio dirás sólo eso Harry? Todos ya lo sabíamos, eres tan obvio.- respondió  Hermione.

En realidad... todos no, yo no lo sabía. De todas formas, eso bastará para saldar el primer favor de Draco. No opiné y decidí cambiar de tema. Después de una hora, el cielo comenzó a tornarse de un azul oscuro y decidimos volver para cenar.

Tome asiento en la mesa de Slytherin junto a Blaise y Adrian Pucey.   Adrian fue mi enamoramiento hasta tercer año, él era un año más grande, por lo que nunca se fijó en mí. Aún así, nos llevamos bien y algunas veces hablamos. El es un buen chico, a pesar de ser un Slytherin. Nunca se burló de mí por ser adoptada ni por ninguna otra cosa, a diferencia de los demás, los cuales empezaron a respetarme a mis quince años, cuando comencé a oscurecerme y demostrar quien soy realmente; una increíble bruja sin miedo a lanzar un crucio.