Capitulo V, Día 24: 𝙏𝙧𝙖𝙯𝙖𝙧 𝙪𝙣 𝙘𝙞́𝙧𝙘𝙪𝙡𝙤 𝙢𝙖́𝙜𝙞𝙘𝙤

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Un círculo mágico de protección es un espacio energético cerrado donde se puede practicar la magia con mayor seguridad. Se trata de un espacio que
no está delimitado por paredes o vallas, sino por límites invisibles que establece una bruja. Los círculos mágicos se utilizan para encerrar y contener la energía, para lograr mayor concentración y para ofrecer protección frente a energías negativas al practicante de magia.

Hay muchas formas de crear un círculo, y todas son válidas. Algunas
brujas prefieren rituales largos, mientras que otras sólo necesitan un minuto para trazar un círculo mágico con su mente. Te mostraré dos formas de hacer un círculo. Ambas pueden ser efectivas, pero te recomiendo que uses la más larga al principio. Una vez que te acostumbres, puedes simplificar o expandir el proceso tanto como quieras.

Trazar un círculo mágico: versión abreviada

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Trazar un círculo mágico: versión abreviada

•Encuentra un lugar relativamente abierto y espacioso en tu hogar o en la naturaleza.

•Respira hondo varias veces y concéntrate en el hechizo que llevarás a cabo una vez abierto el círculo.

•Levanta el brazo y, señalando con el dedo índice o con tu varita, dibuja un círculo en el sentido de las agujas del reloj, imaginando que creas una esfera de luz blanca a tu alrededor mientras lo haces.
Superpón el principio y el final para que el círculo quede bien
sellado.

•Ahora has creado un círculo mágico y puedes comenzar con tu trabajo mágico.

•Una vez termines no te olvides de liberar el círculo. Para ello, repite el proceso, esta vez en sentido contrario a las agujas del reloj.

Trazar un círculo: versión completa

•Encuentra un espacio abierto en tu hogar o en la naturaleza.

•Ubica la dirección del Norte: para ello busca la posición del Sol o usa una brújula. Colócate de manera que estés mirando hacia el Norte.

•Instala un pequeño altar sobre un mantel ritual. Incluye una representación de cada uno de los Elementos, orientándolos en la dirección correcta (Aire-Norte, Tierra-Este, Fuego-Sur, Agua-Oeste).

•Ahora levanta la varita e invoca a los Elementos para que protejan tu círculo:

"Invocados seáis, Espíritus de los Cuatro Elementos:
Yo te invoco, Elemento del Aire (mirando hacia el Este),
Elemento del Fuego (gira hacia el Sur),
Elemento del Agua (girar al Oeste)
Elemento de la Tierra. (Gira hacia el Norte y termina el círculo donde lo iniciaste, superponiéndolo ligeramente)".

“Doy las gracias a los cuatro Elementos por ayudarme y protegerme en mi práctica mágica de hoy. Gracias, gracias, gracias."

(Esto se conoce también como "llamar a los Cuartos").

•Ahora, si lo deseas, puedes pedirle a la deidad a la que suelas encomendarte que te ayude y permanezca contigo mientras practicas tu magia. No olvides darles las gracias tres veces.

•Luego, comienza a dibujar un círculo con tu varita, lentamente y en sentido horario. Una vez que hayas terminado, di:

•“El círculo mágico está sellado, aquí y ahora, por mi voluntad y bajo la protección de los dioses. Así sea, así sea, así sea”.

•Tu círculo está cerrado, y puedes comenzar con tu hechizo, o cualquier trabajo mágico que quisieras hacer.

•No abandones el círculo mientras trabajas (encontrarás la explicación más abajo).

•Una vez que termines, deberás cerrar el círculo. Harás lo mismo en
el orden opuesto.

•Primero, da gracias a los dioses por haber estado allí contigo.

•Después, da las gracias a los Elementos, comenzando en el Norte:

"Doy las gracias a los cuatro Elementos, por haber estado presentes aquí, conmigo.
¡Gracias, Elemento del Agua! (Mira hacia el Oeste).
¡Gracias, Elemento del Fuego! (Gira hacia el Sur).
¡Gracias, Elemento del Aire! (Gira al Este).
¡Gracias, Elemento de la Tierra! (De nuevo al Norte).

•Finalmente, dibuja un círculo en sentido contrario a las agujas del reloj con tu varita, comenzando desde el Norte. Una vez hecho, termina con la invocación final:

“Ahora el círculo está abierto. Así sea, así sea, así sea”.

Círculos de sal:

Algunas personas usan sal gruesa para dibujar un círculo físico en el suelo y marcan las cuatro direcciones colocando cuatro velas en el lado
correcto, en el interior del círculo. Sólo he hecho un círculo con sal una vez,
y el resultado fue un círculo energético extremadamente fuerte. ¡Se podía sentir la energía vibrando en esa habitación incluso después de cerrarlo! Pero cabe añadir que tener que barrer y fregar toda esa sal al final fue más que agotador. Si se hace un círculo con sal es importantísimo recoger la sal
cuando terminas. Esto es esencial si creas tu círculo en plena naturaleza, ya que la sal puede ser perjudicial para las plantas y los seres vivos del bosque (la hierba ya no crecerá donde esparzas la sal).

Cerrar un círculo en caso de emergencia:

Se supone que no debes abandonar un círculo mágico sin abrirlo primero. Eso podría romper el círculo y hacer que tu hechizo falle; hay quien dice que incluso el hechizo podría volverse contra ti si olvidas cerrar el círculo, o enfadar a los Elementos. Algunas brujas temen que un círculo mágico roto pueda convertirse en un portal para que energías no deseadas entren en nuestro plano de existencia.

Sin embargo, si te enfrentas a una emergencia o un suceso inesperado,
dependiendo de la prisa que tengas puedes hacer una de estas dos cosas:

1) Trata de cerrar el círculo como se describe en la versión abreviada (dibuja un círculo antihorario y retírate).

2) Corre si es necesario y atiende tu asunto urgente. Después retrocede en el tiempo y termina lo que dejaste a medias. Para ello, una vez que haya pasado la emergencia y por fin puedas tomarte un respiro, siéntate a meditar con los ojos cerrados. Con el ojo de tu mente imagina que regresas al momento en que fuiste interrumpida y te viste obligada a abandonar tu círculo mágico.

Luego, visualízate cerrando el círculo adecuadamente, paso a paso. Da gracias en voz alta a los Elementos y las deidades si pediste ayuda a alguna. Cierra el círculo dibujándolo con tu varita.

Si después de llevar a cabo este proceso sigues teniendo la sensación de que el círculo no se cerró correctamente, puedes volver al mismo lugar donde
comenzaste (siempre que te sea posible. Si no tienes manera de volver, lleva a cabo el ritual en otro lugar, pero declara en voz alta su intención de cerrar el círculo que quedó abierto en… (nombre del lugar), antes de comenzar).
Coloca tu altar y crea un nuevo círculo, usando sal en el proceso. Para ello sostén un cuenco de sal gruesa en una mano y arroja una línea de sal al suelo, dibujando un círculo de sal a tu alrededor. Después cierra el círculo con tu varita. Una vez terminado el proceso barre la sal. La sal es muy protectora y
los círculos de sal son muy fuertes. También puede sahumar todo el espacio para mayor seguridad, con salvia o con incienso.

El Libro verde- Beatrix Minerva LindenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora