Capitulo I, Día 5: 𝙀𝙡 𝙘𝙤́𝙙𝙞𝙜𝙤 𝙚́𝙩𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙖

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Hay muy pocas reglas para ser una bruja. Sólo hay dos reglas que sería
recomendable que todas las brujas respetasen:

1. "No intentes convencer a otros de tus creencias espirituales".
2. "Respeta las creencias de los demás y exige que ellos te respeten a ti".

Eso es todo: vive y deja vivir. Cuando escribo los demás, me refiero también a mí y a cualquier maestro que tengas en tu vida: ninguna bruja (realmente nadie) debería creerse algo sólo porque otro se lo haya dicho, sin comprobarlo. Tampoco te creas y sigas al pie de la letra todo lo que leas en este libro, o en cualquier otro lugar. Primero investiga, experimente, juzga y por fin decide qué es lo mejor para ti.

Dicho esto, sería beneficioso que definieses tu código personal de ética.
Con ello me refiero a los principios éticos que utilizarás a diario para decidir si una determinada práctica es correcta o incorrecta para ti.

1. 𝙀𝙡 𝙡𝙞𝙗𝙧𝙚 𝙖𝙡𝙗𝙚𝙙𝙧𝙞́𝙤.

El tema del libre albedrío es uno de los más debatidos cuando se habla de hechizos, y también uno de los más polémicos entre las brujas. Hay quien
opta por no hacer hechizos que puedan interferir con el libre albedrío de otra
persona: el ejemplo más usado son los amarres o hechizos de amor. Algunos
opinan que con este tipo de hechizos puede salir el tiro por la culata: por
ejemplo cuando el amante atraído con un conjuro se obsesiona con su pareja,
y entretanto la otra parte pierde el interés. En general es mejor opción hacer un hechizo que te ayude a encontrar una pareja más rápido, o que te haga más visible a ojos de parejas potenciales; pero sin embargo es mejor no usar la magia para obligar a cierta persona a enamorarse de ti contra su voluntad.

Por otro lado, hay algunos casos en los que influir sobre la voluntad de
otro individuo, por ejemplo para impedir que haga algo dañino, podría ser beneficioso para todos los involucrados. (Un breve descargo de
responsabilidad: usa la magia como ayuda complementaria o como último
recurso, tras no haber tenido éxito usando métodos más rápidos y mundanos, empezando por pedir ayuda a alguien cercano).

Algunas brujas consideran que es su derecho buscar la venganza mágica
si alguien les hizo daño a ellas o a sus seres queridos. Yo las entiendo, y en algunos casos puede ser verdaderamente tentador. Pero aun así, te aconsejo que no lo hagas, o que al menos lo reserves para casos extremos. ¿Por qué? Porque raramente se consigue algo bueno a través de acciones negativas como una venganza. Además, echar maldiciones puede ser ilegal en algunos países, de modo que compruébalo primero. Yo confío en que el Universo, Dios(a), o el karma siempre terminan poniendo a cada uno en su sitio, al menos a largo plazo. Una opción alternativa es enviar al malhechor un hechizo de sanación o de comprensión, que abra los ojos y le ayude a darse cuenta del daño que hizo. De este modo conseguiríamos que el granuja sintiese el peso y la amargura de su culpa.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que los malhechores siempre acaban por
recibir un castigo divino, más tarde o más temprano? ¿O te parece que el
Universo necesita a veces una ayudita humana? ¿El fin justifica los medios?
¿Quizás sí, en algunos casos? Te invito a pensar en ello y decidir en qué casos te parecería bien o mal responder de manera ofensiva.

2. 𝙃𝙚𝙘𝙝𝙞𝙯𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙫𝙚𝙧𝙩𝙞𝙙𝙤𝙨.

Como ya comentamos, los hechizos de amor y las maldiciones suelen
ser manzanas de la discordia entre diferentes brujas, pero existen también otras fuentes de desacuerdo. Por ejemplo, a menudo hay discusiones acerca de la moralidad de usar hechizos relacionados con la salud o asuntos legales. Es de sentido común consultar primero a un abogado o a un médico en este tipo de casos, pero aparte de ello, la mayoría de las brujas suelen estar de acuerdo en que enviar energía curativa a una persona que está sufriendo no
puede ser dañino. Sin embargo, debemos recordar que existen personas que no quieren ser objeto de tus hechizos, por mucho que éstos se hagan con una finalidad positiva: por ejemplo, hay gente cuyas creencias religiosas se
oponen al uso de la brujería. Las brujas debemos respetar el derecho de otras
personas a rechazar nuestra ayuda, y dejarles en paz si es lo que desean. Es
conveniente pedir permiso siempre antes de ayudar.

El Libro verde- Beatrix Minerva LindenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora