𝙃𝙚𝙘𝙝𝙞𝙯𝙤𝙨: 𝙎𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚
Si has estado leyendo una entrada de este libro cada día, este capítulo
marcará nuestra última semana juntos. Dedicaremos los últimos días a aprender algunos hechizos prácticos y versátiles. Podrás personalizarlos para
que se ajusten a tus necesidades o escribir tus propios hechizos si estos no te resultan útiles en su forma original.Antes de llevar a cabo un hechizo, copia el texto completo en tu diario y
modifícalo según sea necesario. Asegúrate de tener todos los ingredientes
cerca antes de comenzar.Algunas notas sobre cómo escribir tus propios hechizos:
1) Vocabulario: algunas brujas sienten la necesidad de usar palabras
arcaicas en sus hechizos. Yo no suelo hacerlo, porque opino que para que un hechizo funcione bien tiene que salirte del corazón y reflejar tu personalidad.
Por ello te recomiendo que uses tus propias palabras, a no ser que tengas
costumbre de pensar como si fueras Shakespeare o Miguel de Cervantes (¡en ese caso, por favor, escribe tus hechizos de la misma manera!).2) Rimas: es posible que hayas oído que un buen hechizo debería rimar.
Es cierto y la mayoría de brujas se esfuerzan por lograrlo. La musicalidad y la repetición dan potencia extra a un hechizo. Pero a veces, cuando estás
escribiendo tus propios hechizos, no hay manera de que rime correctamente.
No te preocupes: si no te sale, no pierdas los nervios. Puedes usar tu hechizo de todos modos, aunque la rima sea penosa, y la Tierra no dejará de girar por ello: ¡somos muchas las brujas nacidas sin madera de poeta que escribimos hechizos con éxito!3) Anotarlo en papel: siempre tómate un momento para escribir un hechizo antes de realizarlo. Sé que es muy tentador comenzar a hablar y describir tu deseo a medida que avanzas, pero, créeme, no es una buena idea.
Yo lo he hecho en más de una ocasión y siempre terminó mal. ¿Por qué? Porque los hechizos deben ser específicos y hechos con intención. Si sólo empiezas a hablar con tu altar o con tus Dioses acerca de tus deseos y tus pensamientos, como si estuvieras tomándote un café con un amigo, el
Universo puede tomarse tus palabras al pie de la letra, o entenderte mal (y no
lo culpo. Mis pensamientos son bastante caóticos). Para evitar malentendidos escríbelo todo por adelantado y asegúrate de que no haya nada que se pueda entender de una manera diferente. Así evitarás un resultado inesperado en caso de que tu deseo se cumpla palabra por palabra.