Capitulo II, Día 9: 𝙃𝙚𝙧𝙧𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙖𝙙𝙞𝙫𝙞𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣

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La adivinación es un arte practicado por muchas brujas, y una de las
prácticas mágicas más conocidas en la actualidad. Es posible usar métodos
adivinatorios sin ser bruja, pero sin duda la intuición y capacidad de crear
rituales propias de las brujas son de gran ayuda a la hora de interpretar los
resultados.

Hoy nos vamos a centrar en el uso del péndulo. Se trata de una de las herramientas de adivinación más fáciles y baratas de crear en casa. La
adivinación es una gran manera de terminar una sesión de meditación
(hablaremos más a fondo sobre la meditación en el siguiente capítulo).
Cuando meditas te sientes más tranquila y centrada, y puedes conseguir respuestas más claras a tus preguntas. Es posible que hayas escuchado historias de adivinadores que usan sustancias y drogas peligrosas durante el arte de la adivinación: te recomiendo que te mantengas alejado de este tipo de sustancias, porque son dañinas para la salud y lo único que hacen es nublar el conocimiento, afectando negativamente a la capacidad de concentración y atención que son tan necesarias para notar los detalles más mínimos. Al igual que una persona cansada o soñolienta no puede ser buen detective, tampoco puede ser buen adivinador aquel que usa sustancias que alteran sus sentidos.
Mantén siempre la cabeza clara si quieres interpretar correctamente tus
herramientas de adivinación.

𝙃𝙤𝙮: 𝙏𝙧𝙖𝙗𝙖𝙟𝙖𝙧 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣 𝙥𝙚́𝙣𝙙𝙪𝙡𝙤.

𝙁𝙖𝙗𝙧𝙞𝙘𝙖𝙧 𝙪𝙣 𝙥𝙚́𝙣𝙙𝙪𝙡𝙤

Un péndulo es una de las herramientas de adivinación más fáciles de hacer. Sólo necesitas una cuenta de collar, una moneda con agujero (las antiguas de 25 pesetas son ideales), un anillo o un colgante cualquiera. Cuélgalo de una cuerda, un hilo de lana o una cadena de plata. El péndulo más sencillo que existe es un anillo colgado de una cadena. No es necesario comprar un péndulo en una tienda, cualquier objeto basculante es un péndulo por sí mismo.

𝘾𝙤́𝙢𝙤 𝙪𝙨𝙖𝙧 𝙪𝙣 𝙥𝙚́𝙣𝙙𝙪𝙡𝙤:

1. Para usar un péndulo deberás estar lo más relajada posible: así evitarás influir sobre el resultado final. Respira hondo y extiende el brazo horizontalmente, a la altura de los hombros. Deja que el péndulo oscile libremente. Respira de manera normal y no tenses el brazo.

2. Primero, tendrás que calibrar tu péndulo. Para ello piensa en una pregunta de tipo sí o no cuya respuesta ya conozcas, como por ejemplo: ¿me llamo Ana? ¿Llevo puestas unas gafas? Respira normalmente y observa el movimiento del péndulo hasta que se
estabilice. Puede que se mueva hacia atrás y hacia adelante, hacia los lados o que gire en sentido horario o antihorario. Sea lo que sea,
está bien. Los péndulos responden de manera diferente a diferentes
personas. Incluso el mismo péndulo puede funcionar de manera
diferente durante tu próxima sesión, por lo que es bueno hacerle siempre un par de preguntas de prueba (calibrarlo) cada vez antes de comenzar a hacerle preguntas más importantes.

 Incluso el mismo péndulo puede funcionar de manera diferente durante tu próxima sesión, por lo que es bueno hacerle siempre un par de preguntas de prueba (calibrarlo) cada vez antes de comenzar a hacerle preguntas más importantes

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El Libro verde- Beatrix Minerva LindenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora