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El invierno llegó a la ciudad y fue una buena excusa para Judai y Yusei irse a patinar.

Ambos abrigados hasta las orejas y jugando con el vapor que provocaba sus alientos al hablar, reían alto mientras se sostenían el uno al otro, evitando chocar con las demás personas que circulaban en el recinto.

Se quedaron encandilados un rato con la decoración, en especial el pino grandioso que se alzaba a la vista de todos y dejaba una sensación cándida en el pecho por tan especial fecha.

-¿Comeremos pollo frito? -preguntó Judai, tocándose el estómago en tanto éste hizo un ruido.

Yusei rió, asintiendo.

-Vamos. También me dio hambre.

Como dictaba la tradición, pararon a KFC para adquirir la receta del coronel y poder disfrutarla en casa, donde hasta a Kohi le habían puesto un abrigo para pasar la noche.

El can los recibió ansioso tras percibir el olor de la comida, tanto que casi se abalanza a ellos y los tira, pero Yusei pudo atraparlo a tiempo.

Disfrutaron unas cuantas piezas, y después se sentaron a descansar en el sofá mientras veían películas alusivas a las fiestas. Judai estaba con la cabeza descansando en el regazo de Yusei mientras éste acariciaba su cabello.

-Esto me gusta -dijo Judai.

-¿'Esto'? -cuestionó Yusei.

-Sí. El estar juntitos así. Es decir, no hemos hecho mucho, pero no importa si... -No habló más, pues de repente todo se volvió oscuro.

Era un apagón.

Judai se asustó un poco pues la oscuridad no era de sus cosas favoritas, así que cuando Yusei se puso de pie para buscar unas velas, se fue detrás de él para sentirse seguro, con Kohi siguiéndolos.

-Tranquilos, no va a pasar nada -dijo Yusei, encendiendo las velas.

-Pero ¿no sabes que con los apagones vienen los aliens?

-¿Aliens?

-He visto vídeos -comentó Judai-. Si hay apagón es probable que estén aquí.

Yusei rió para sí mismo, oyendo a Judai contarle más. Llevaron las velas a la sala y se quedaron abrazos en el sofá, con Judai contando historias de extraterrestres y elementos parecidos. Yusei no esperaba que en esa fecha estuviese escuchando esos relatos.

Luego las luces se encendieron nuevamente, aliviando a Judai, quien lo expresó con una mano en el pecho y un suspiro.

-No sabía que crees en los aliens...

-¿Bromeas, Yusei? -rebatió Judai-. No creo que estemos solos en el universo...

-Bueno, sí. Es cierto.

-Es más, ¿por qué no mejor nos vemos una película de ciencia ficción en vez de una de navidad?

Yusei aceptó, dándole el control remoto a Judai para que escogiese una en Netflix. Después sonrió por cómo aquel apagón había tornado las cosas. Lejos de quejarse, se acopló a la idea con gusto, más porque Judai permanecía pegado a él, dándole besos ocasionalmente. Kohi se unió a ellos momentos después. Lo que más disfrutaban eran las pláticas que se generaron a partir de las tramas que mostraban las películas.

 8 días Starshipping - Drabbles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora