10. juntos.

4 2 2
                                    

"I hate to turn up out of the blue, uninvited
But I couldn't stay away, I couldn't fight it...
I wish nothing but the best for you, too
'Don't forget me, ' I beg
I remember you said
'Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead"
-Someone like you

Los primeros meses en nuestro hogar, abundaban las risas y las delicadas noches en vela donde hablábamos de diferente tema, ahora solo existen los suspiros de ausencia y el vacío imposible de llenar. Los recuerdos quedan viviendo dentro de mí. Los momentos que vivimos quedan plasmados en este lugar al que suponíamos llamar hogar.

La lluvia y los malos tiempos climáticos persistían y la gente se continuaba ocultando bajo sus paraguas. Correr y dejar fluir las gotas sobre mi cuerpo, fue la mayor sensación de libertad que había experimentado desde la universidad. Y a pesar que todos mis pensamientos se resumían a él, no podía negar que en mí había una felicidad inexplicable.

Nos mudaríamos, sí. Él se iría lejos. Yo no podría, seguiría viviendo en el edificio de apartamentos, unos cuantos pisos más abajo, por la cercanía que tenía a mi empresa y a la ciudad. Mientras tanto seguiamos juntos, bajo el mismo techo. No podíamos irnos antes ya que el apartamento era conseguido por medio de un contrato que era renovado cada año entrante de forma casi instantánea, teníamos que permanecer en ese lugar por aproximadamente dos meses.

Meses que creí que con el pasar del tiempo serían incomodos, pero esas semanas de desesperación, quedaron atras. En la habitacion, mantuvimos esa conexión que nos unió. Amigos, fieles creyentes de la amistad. Soportamos las burlas que el uno al otro nos lanzabamos, acepté que cada vez que regresara del trabajo él me ayudaría con la cena. También que de vez en cuando, unos cuantos sustos daríamos al otro en broma. O que a los sábados disfrutaríamos de una pelicula,   acompañados de vino y gomitas. Fue eso, tan pequeño y hasta insignificante, que nos mantuvo animados a pesar de la perdida.

Es entonces, que en una de nuestras tantas noches de desvelo, recuerdo el "temprano" de mamá. Y sus palabras vivientes me traen el recuerdo. En la velada donde distantes disfrutabamos del tiempo me atreví a alzar mi vista hacia él, quien pintaba un cuadro. Obsesionado de la perfección, no se inmutó ante mi mirada atenta, sino hasta aue hablé.

-¿te consideras maduro?- le pregunté llamando su atención. Su mano se detuvo como acto seguido, dirigiendo su vista hacia mí, sonrió.

- tal vez solo un poco, cuando es requerido... ¿y tú? ¿te consideras madura?

- ahora mismo tal vez sí, pero antes... creo que dejaba a mi cuerpo actuar libre sin considerar mis consecuencias- respondí. Ahora comprendía lo que mi madre habia tratado de explicar durante tanto tiempo. volví a mis actividades que me absorvieron por otro rato más -¿un sinónimo de cuidar?

- de cuidar... proteger, vigilar- respondió, dando delicados brochazos sobre el lienzo.

Así pasamos la madrugada, horas en donde la inspiración a ambos nos venía. Esos ultimos dias, adaptamos la sala para que el pudiera tener unos cuantos lienzos en donde expresarse y yo un escritorio. Presté atención al cuidado con él que pintaba tratando de mantenerse fiel a la linea y ese pequeño habito que desconocia que él tenía de sacar la punta de su lengua como tic de concentración, me distrajo de mis pendientes.

Los días pasaron, ninguno fue igual al anterior. Esa mañana tocaron energeticamente la puerta del apartamento. Tan fuerte que el sonido llego hasta a la habitación.

- oye... ve a abrir tú - le dije mientras giraba sobre mi cuerpo para acomodarme hacia el otro lado.

- No Ro, ve tú... tengo sueño.

Hurricane EyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora