•『13』•

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               Excepto ella  •❅──────✧✦✧──────❅•

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               Excepto ella
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—Siempre podrás encontrarme, Nisha...

—¡Lionn!—es la primera vez que estoy tan emocionada de verlo, si no me arrancara la cabeza lo abrazaría.

—¿Qué demonios te pasa por la cabeza?, ¿por qué pensaste que andar sola por el bosque era una buena opción?.

—Créeme, aprendí la lección...

—¿Te pasó algo?—dice inspeccionando mi cuerpo con la mirada fugazmente.—Vamos adentro.

Lo sigo sin pensarlo, abre la puerta y el calor reconfortante llena a mi piel. Una vez adentro, todos los inquilinos comienzan a asomar las cabezas por las puertas de sus habitaciones, veo a Cam, a Katrina, Gael y otros que no conozco, pero no localizo a Thais.

Lionn no se detiene, me guía hasta la última habitación, la suya, dudo sobre si debería entrar o no, pero termino accediendo.

—¿Por qué no me abrieron las puertas cuando toqué?—pregunto una vez dentro de su cuarto.

—porque son las tres de la mañana, Nisha, pudo ser una trampa, así que yo salí para asegurarme de que todo estaba bien.

No sabia que eran tarde...

—¿No me escuchaste llamando?

—Si, estaba durmiendo, gracias por despertarme—dice prendiendo las luces del lugar.

—Lo lamento, es importante.

Él se gira a mirarme y su entrecejo se hunde en confucion.

—¿Qué te sucedió?—dice acercándose para observar mejor, luego va a lo que parece ser el baño y vuelve con una gran cantidad de cosas, las tira sobre la cama y me hace señas para que me siente.

—En el bosque había...—la voz se me corta, siento ganas de llorar otra vez—un hombre y casi me...

—¿Intentó matarte?

Niego lentamente.

—¡¿Te tocó?!—el enojo es claro en su voz y por un momento temo que sus ojos cambien.

—Casi, pero alguien me salvó, no sé quién era, pero si no hubiera estado allí no se que hubiera pasado...

—A partir de hoy irás acompañada por alguien siempre que vengas aquí o vayas a tu casa.—se acerca con el algodón a mi rostro.

—No es necesario, puedo curar—me interrumpe con un algodón en mis raspones,se ha agachado para quedar a mi altura. Yo lo observo detenidamente mientras él limpia mis heridas una por una, a pesar de que se curarán en unos minutos. Mi oscuridad me cura, es como si quisiera mantenerme viva, preservarme. Me estremezco en cuanto pasa alcohol por un raspón.

• 𝙇𝙊𝙎 𝙈𝘼𝙍𝘾𝘼𝘿𝙊𝙎 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora